Lo que veo a mi alrededor es una expresión de mi
“Las relaciones son una herramienta para
la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia.
Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal,
pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer
esa conexión en nuestra vida cotidiana.
Las relaciones son una de las maneras
más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre
estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que
mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones
amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás
enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de
intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te
sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también
desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te
sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.
A través del espejo de las relaciones,
de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia.
Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos
rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos?
Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras,
pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque
subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar
más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las
personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros.
Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar
seguro de que tú y esa persona tienen características en común,
características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no
te molestarían.
Cuando reconocemos que podemos vernos en
los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución
de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados
extendidos de conciencia.
La próxima vez que te sientas atraído
por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia,
autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé
consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas
atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en
ti más plenamente.
Lo mismo se aplica a las personas hacia
las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo,
debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La
naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos.
No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no
puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si
no tienes la capacidad para actuar con maldad.
Gastamos gran parte de nuestras vidas
negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características
oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan
sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente,
aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras
año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a
aprobarlas en sus propias vidas. Un encuentro con una persona que no te
agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de
los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor
del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del
mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con
alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes
juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo
correcto y lo incorrecto, como características externas.
Cuando estamos dispuestos a aceptar los
lados luminoso y oscuro de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a
curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales,
omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también
existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro
ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y
expandimos nuestra conciencia personal.
Las características que distinguimos más
claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos
capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver
nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra
ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos
reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no
significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente
características positivas. La presencia de características negativas
sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos
acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.
Una vez que puedas verte en los demás,
será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa
conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del
espejo de las relaciones.”
- Por Deepak Chopra -
Fuente: Soraya Founty
TOMADO DE http://www.shurya.com
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