Última oleada de Almas: Niños para trabajar un despertar
Los niños que están naciendo en la
última década son especiales, pero más especiales son los que están
naciendo ahora o están por nacer próximamente. Estos niños responden a
la última oleada de voluntarios llamados a encarnar en la Tierra con el
fin de trabajar y lograr en la vocación de servicio, un despertar y un
grado de conciencia superior en las almas de aquellos que han escogido
como familia. Ellos al nacer en esos núcleos cumplen del cometido de
impulsar la conciencia y recordar quienes son.
La mayoría de estos niños no han
encarnado aquí, no arrastran karma y muchos de ellos no traen velo,
saben quienes son, de donde vienen y el momento de transición en el que
encarnan. Otros muchos vienen sencillamente porque no quieren perderse
este acontecimiento que estamos próximos a experimentar, esa experiencia
que no se suele dar con asiduidad en el universo y se ve como una
ocasión única de atrapar esa experiencia esencial y aportar a su vez, su
granito. Todos y cada uno de ellos son verdaderamente especiales, nacen
muy despiertos y tienen los sentidos muy amplificados.
El sistema educativo actual fabrica niños robotizados, sin imaginación ni ideas.
Si tenéis la oportunidad de convivir con
niños que tienen algo más de dos años, podréis daos cuenta que a pesar
del escaso vocabulario que manejan, tienen una claridad mental, una
comprensión y una empatía sobresaliente. Quizás caigáis en el error de
pensar que los niños son cariñosos por defecto y que no se le debe dar
mayor relevancia y no es así. Hay que evitar caer en viejos clichés y
tratarlos a la vieja usanza, utilizando los métodos educacionales
caducos y fallidos.
Estas nuevas almas no pueden ser
educadas en los viejos dogmas, antiguos métodos que están más que
demostrado que no funcionaron. Evitar caer en la programación y tratar
en la medida de lo posible que el niño se desarrolle sin incluir en su
educación, tradiciones y creencias, que a ti ya no te sirvieron y no te
aportaron, pero a la hora de educar tomamos por instinto el modelo
paternal que conocemos y que quizá no es el más acertado, no al menos
con estos niños, porque ellos son semillas, semillas que harán que
germine una nueva humanidad, que transformaran a los que le rodean y
serán los que abran la puerta al final de esta transición.
Educan a los niños para que dejen de ser niños
Es importante escucharles cuando
empiecen a desarrollar el lenguaje, estar atentos a su intuición, a las
señales que marcan. Lo que dicen, cuando y como, será muy importante, no
los debemos menospreciar por ser niños, cualquier lección que nos
puedan dar debe ser bien recibida, ellos están más despiertos que tú y
saben lo que quieren y lo que dicen. Por muy dormido que estés, es
importante no asustarse, ni pensar que fantasea, ellos tienen su
sensibilidad al 100% y verán cosas que tú ni imaginas, otras realidades
que te rodean y te pasan desapercibidas y tendrán asumidos conceptos que
tu encorsetada mentalidad no será capaz de asimilar.
Prototipo de familia que fabrica el sistema
Todos los niños que están llegando a
este planeta, pertenecen a una última oleada de almas, que vienen con
una misión especial y esencial, que es la de elevar nuestras conciencias
y ayudar a que despierten los últimos rezagados. Quizá no lo logren
todos, quizá algunos padres asustados decidan medicarlos y castrarlos
definitivamente, solo el grado de ignorancia de los progenitores
determinarán el grado de éxito en las tareas que ese niño se propuso al
encarnar en este tiempo tan decisivo.
Esta última tormenta de almas que está
regando la Tierra, es la clave para que logremos el impulso necesario y
lograr nuestro objetivo como civilización, un último empujón para que el
parto del nuevo ser humano se produzca con éxito. Nada podrá evitar que
esto se produzca y sólo marcará la diferencia nuestra capacidad de
servicio, ponernos las pilas de una vez y trabar con una meta clara. Se
acabó la negatividad, se acabó el menosprecio, se acabó la incapacidad y
se acabó el sufrimiento. Somos libres y tenemos que empezar a
creérnoslo, para poder reflejarlo en nuestro entorno y propiciar el
cambio en la conciencia global, que ahora vive en el miedo y la culpa, y
debe empezar a vivir en la hermandad, el perdón y la compasión.
FUENTE http://www.shurya.com
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