La Practica del OM y los Sonidos Creadores, por Vicente Beltrán Anglada
Por Vicente Beltrán Anglada
El OM hasta hace unos setenta años
solía ser un secreto iniciático, que solamente se impartía en las
escuelas esotéricas avanzadas, y naturalmente en los ashramas para fines
meditativos, fines constructivos. Pero el OM en sí, como lo define el
Maestro Tibetano, es el sonido de resurrección, entra dentro de los tres
cuerpos un aire refrescante, un aire nuevo, un aire renovado que
procede de las capas internas, no viene de lo externo.
En cambio, el AUM que corresponde al
Amén de los cristianos, los cristianos dicen: “Aaaméennnn”, y el
significado es “Hágase la Luz”; y en cambio, el OM es “La Luz se hizo”,
son tres tonos ¿verdad?
Entonces, podríamos decir que la nota
del OM se basa en el sonido interno, no tiene nada que ver a veces con
la voz externa, implica el desarrollo en cierta manera del centro de la
garganta, del centro laríngeo, y como efecto de este despertar, de este
desarrollo, el mantram surte efectos en el ambiente, efectos dévicos,
porque el sonido está conectado con los devas, con los ángeles, con todo
el conjunto del mundo desconocido, lo que vamos conociendo poco a poco
en la medida que vamos avanzando por el Sendero.
El sonido inicial, el sonido original,
no está a nuestro alcance, no podemos llegar a este punto trascendente,
tenemos que estar siempre al cuidado de los sonidos que conocemos del
mundo físico. Por ejemplo, cada cual tiene una voz definida, puede ser
un tenor, barítono, o bajo, en el hombre, las tres voces que constituyen
la trinidad del sonido; en la mujer la soprano, la mezzosoprano y la
contralto, en todo se ve, y luego hay un punto céntrico, dentro del cual
la voz del hombre entra a dar ciertos, digamos, ciertos arpegios de la
voz femenina, y la voz femenina que suele tener ciertos arpegios de la
voz del hombre, y recuerda aquella voz que llamamos incolora, que no
sabe si es hombre o mujer. Es el paso que va de la mujer al hombre y del
hombre a la mujer en el caso del andrógino, que no tiene sexo, pero,
tiene esta particularidad, pero no es esta voz que puede ser
masculinoide en la mujer o feminoide en el hombre, sino que es un voz
que lleva todos los matices de la creación, y esto naturalmente
constituyen etapas de desarrollo en el Sendero para llegar a ciertos
puntos de coincidencia dentro del orden de sonidos y producir efectos
ambientales.
En la meditación, el OM repetido tres
veces tiene por objeto equilibrar o integrar el cuerpo físico con el
etérico, el cuerpo emocional y el cuerpo mental, constituye lo que
decimos la integración del cuerpo inferior, del triple cuerpo inferior
del hombre. Cuando se va produciendo este alineamiento y, entonces, por
efecto de este alineamiento evocativo —porque corresponde a nuestro
propio ser— estamos buscando la parte invocativa, lo que corresponde al
Ángel Solar, entonces, hay que saber que hay silencio, con el oído muy
atento a ver cual es el sonido que va a surgir de la conciencia, y a
veces será una nota más grave o más aguda, depende de los Tatwas
ambientales, depende de la calidad de los devas que están funcionando a
nuestro alrededor, depende del poder invocativo del propio individuo, de
su grado de desarrollo en el orden de sonidos, para llegar a un punto
dentro del cual hay un integración con el nivel superior a través del
OM, del triple OM, se está creando el Antakarana, y a través del OM
egoico se está creando el Antakarana ya con el Ser superior. Es decir,
hay dos tipos de Antakaranas, hasta el medio y al final que llega hasta
la cumbre del proceso.
Y hay también una voz que se llama el
sonido original, que corresponde a la Mónada. Con este sonido no tenemos
nada que hacer, y con el sonido OM en ciertos tonos, tampoco, porque
como digo hay que estar muy silenciosamente expectantes, hasta que
dentro surge como una nota luminosa que te dice la forma que va a tener
el OM, el aspecto, digamos, del sonido, y una nota a veces que no tiene
nada que ver con nuestra propia voz, la voz que tenemos de tenor, de
barítono o de bajo, o de soprano, de mezzosoprano o contralto, es algo
más, está por encima de estas cosas. Son los fieles ordenadores del
sonido en la vida de la naturaleza.
Pues bien, ahora estamos entrenándonos
para pronunciar bien el OM, habiendo producido efectos ambientales. No
se puede trabajar en magia sin conocer el tono que corresponde en cada
momento, en cada circunstancia, prescindiendo de la voz que cada cual
puede tener, surge una voz que es desconocida. Primero, se oye como un
sonido que viene mentalmente, después se siente dentro del corazón y,
finalmente, surge por la garganta, sin darle más importancia que al
sonido del Yo, el Yo interno, ya no el yo externo que está tratando con
los tres cuerpos inferiores, es el Yo que trata con los aspectos
superiores de sí mismo, entonces, hay los contactos, hay todos los
condicionamientos psicológicos que lleva el OM encima. Lleva el
movimiento o la limpieza del sonido, la voz se hace más agradable y,
entonces, una persona puede penetrar dentro del campo de los sonidos
misteriosos de la naturaleza, ocupado por los devas, y cada deva
responde a ciertos tonos musicales o a ciertas notas mantrámicas.
De ahí, que cuando se habla sobre la
voz, sobre el Mantram Yoga, cuando se habla del poder de los sonidos en
la vida de la naturaleza, se tiene que tener un conocimiento muy exacto
de la persona que va a recibir estos conocimientos, porque si un
aprendiz de brujo —y hacemos referencia mucho a la atención del grupo
porque es un caso muy corriente—, para suministrarle, para impartirle
ciertos mantrams definidos, para producir ciertos resultados ambientales
que pueden ser peligrosos; primero, porque el sonido atrae a los devas y
todos los sonidos son ramificaciones del OM Sagrado o del AUM, que
corresponde a los mundos inferiores, pero os digo que el peligro existe
porque una voz o un sonido destemplado surgido del desconocimiento de
las leyes del sonido, puede provocar una catástrofe ambiental, puede
agravar el karma, puede producir el despertar prematuro del Fuego de
Kundalini dentro de la persona.
Es decir que, es muy importante empezar a
trabajar el sonido, o el mantram, a partir de un gran silencio. Les
aconsejaría que de hoy en adelante practicasen el silencio y los
mantrams y nada más, o el mantram según cada cual a su tono, porque
entonces os vais reafirmando progresivamente en el sonido interno.
Aparentemente es el sonido externo que se va trabajando con el sonido
interno, y este sonido interno, cuando se va practicando, os abre un
mundo de posibilidades.
La primera —es lo que hable el lunes en
la Sociedad Teosófica— es el sonido del yo físico, el sonido que da en
su conjunto todo el conglomerado físico y etérico. Es una especie de
música que llega a ser molesta por su intensidad cuando empiezas a
dominar mantrams, pero aquel sonido se transforma en luz, con el tiempo
te permite ver etéricamente las cosas, ponerte en contacto con las
pequeñas criaturas del éter, las ondinas de las aguas, por ejemplo, los
gnomos de la tierra, las salamandras del fuego o las sílfides del aire.
Todas estas criaturas obedecen a los sonidos mantrámicos que emite el yo
físico, impelido siempre por el Yo espiritual, porque no basta
pronunciar el mantram que corresponde al yo físico, sino que este
mantram debe venir impelido por la fuerza activa y espiritual del Yo
superior, si no, sería destructivo, porque un mago —un mago negro— que
puede reproducir los sonidos que corresponden a este grupo de devas,
puede hacer arquitecturas de formas a su voluntad y crear espejismos
ambientales para los discípulos, y el discípulo tendrá que luchar contra
estas fuerzas.
En determinados momentos de su vida
notará que existen fuerzas que tratan de avasallarle, que tratan de
detener su camino progresivo en el Sendero, y hay que prepararse ahora
pronunciando bien los mantrams y creando a través de los mantrams una
coraza protectora luminosa a nuestro alrededor, creando un mundo de
protección para nuestros vehículos y para la seguridad del yo que está
evolucionando. Es decir, es tan extensa la labor que se puede hacer
partiendo de las leyes soberanas del sonido. Recordad que el Universo en
su totalidad es el resultado de una mantram que está emitiendo el Logos
Solar, está realizando una meditación y está pronunciando un discurso
en el Cosmos, y en tanto esté hablando, conversando y emitiendo este
discurso, el Universo permanecerá inalterable. Las moléculas estarán
juntas, habrá una expansión total de vida vitalizadora dentro de las
formas, porque la atención y la intención del Logos está sobre cada una
de las formas que componen el Universo.
El Universo es físico, y acordaos que el
AUM corresponde al “Hágase la Luz” bíblico. Este mantram corresponde:
Hágase, a la Voluntad, y Luz corresponde al tercer aspecto, y el punto
de relación es la A es el que corresponde a la U del AUM. Cuando se va
avanzando, porque acordaros que el AUM estaba muy vigente durante la
época atlante, en las primeras subrazas, pero que fue en la raza aria
cuando se empezó a acortar el sonido y hacerlo más sintético, entonces,
el AUM se convirtió en el OM, y el OM con el tiempo se convertirá en un
sonido definible, desconocido todavía por los Grandes Adeptos de la
Jerarquía, que es el sonido inicial o el sonido original, o el mantram
sagrado que corresponde al nombre entero de nuestro Logos Planetario. El
OM corresponde a la mitad de Su nombre y el AUM corresponde a una letra
de Su nombre. Así que hay que empezar a trabajar con el OM y conocer la
mitad del nombre que corresponde, hablando en términos de sonidos
cósmicos, a nuestro Logos Planetario, es decir, al Ángel Celestial de
nuestro Esquema, y de aquí, ir viendo la importancia que tiene en
meditación y en magia, la pronunciación correcta del OM, de este sonido
mantrámico que nos fue revelado en el principio de la raza aria, y que
tenemos que perfeccionar, perfeccionando, ganando en tonos y subtonos,
enriqueciendo su color, porque es un color en el espacio, y
ennobleciendo por simpatía vibratoria las formas geométricas que se
pongan a nuestro alcance o que estemos creando en el éter a través de
las meditaciones, a través de las palabras que emitimos o a través de
los propios deseos.
La intensidad de una meditación se basa
mucho en el poder del OM, en la cualidad del OM, en la intensidad el OM,
en la capacidad que tenemos de pronunciarlo siguiendo directrices
internas y no siguiendo los imperativos del yo inferior que quiere
entrometerse constantemente en estas cosas y no está capacitado para
ello. Sé que cuando intentéis pronunciar el OM, daros cuenta si la
intención es pura antes de pronunciar el OM, ver lo que pretendéis
cuando lo estáis emitiendo, seguramente que estáis tristes y
apesadumbrados o que tenéis algún problema y entonces vais a buscar el
OM para que os solucione el problema, lo cual es una forma muy directa
de agravar de problema, porque la intensidad del OM puede aumentar el
ritmo vibratorio del problema, en tanto que el OM es efectivo cuando la
mente está en silencio, está serenamente expectante, está en calma
profunda; entonces, cuando emite el OM, si vieseis el espacio como se
están creando formas armónicas muy parecidas a las notas musicales
vistas en forma clarividente, quedaríais asombrados, entonces, vendría
aquella responsabilidad, a la cual hacíamos referencia, cuando estamos
hablando sin ton ni son, porque el hablar se ha convertido en un hábito y
no en una necesidad.
No sé si me explico, hablamos más por
hábito que por necesidad. Si hay una diferenciación entre el iniciado y
el discípulo, y entre el discípulo y el hombre corriente, es que el
iniciado y el discípulo avanzado hablan cuando conviene, en cambio, los
inexpertos, hablan cuando quieren. No es lo mismo ¿verdad? Pues, ocurre
lo mismo con los mantrams. El mantram será tanto más efectivo cuando sea
necesario pronunciarlo. En un caso de necesidad, cuando hay un dolor
ambiental, más allá de nosotros, que corresponde a la humanidad, cuando
hay estos accidentes que estamos viendo por doquier, constantemente,
entonces, enviad el OM, buscando la serenidad primero. Primero, que
nuestro cuerpo emocional no tome parte en el proceso, la tristeza
—recordad— aumenta la tristeza, por lo tanto, el ánimo sereno está más
allá de la tristeza y de la alegría. Si estáis en el centro de está
situación, si estáis en el centro de la conflictividad, entonces emitid
el OM en dirección a aquella desgracia, a aquel accidente, entonces,
asistiréis a un proceso de servicio llevado por los Maestros de la
Jerarquía, estaréis colaborando con los ángeles, que están pendientes
del trabajo que está realizando la Jerarquía con esos casos, con esos
accidentes, con ese dolor, con ese sufrimiento humano.
Cuando una persona está sufriendo, en
lugar de orar, enviadle el OM, que es un sonido de resurrección, y este
OM llevando buena intención, con el tiempo, llegaréis a emitir la nota
justa y apropiada para cada situación. Vemos que siente una nota
definida, vemos que es un tono determinado, dejaos llevar. Más que
pronunciar el OM, dejar que el OM os pronuncie a vosotros. Esto
corresponde a la educación que recibe el discípulo en los ashramas,
porque hay la tendencia, habida cuenta que en el ashrama se transmiten
mantrams, mantrams de dominio, mantrams de control, mantrams de ayuda,
mantrams de elevación del Ser superior, mantrams de protección, todo
esto está dentro de la enseñanza ashrámica. Suele esto impartirse en una
cueva que hay en la Primera Esfera de Shamballa.
La práctica del OM durante la meditación
Ahí se les enseña a los discípulos a
pronunciar correctamente el OM, y el que recoja aquel sonido del OM que
le corresponde dentro de su cerebro físico y que él tiene que recordar,
tratar de recordar, al acostarse debe llevarse
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