Como practicar la humildad sin caer en el sometimiento.

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La verdad no es cosa de la mente, no surge mediante la proyección de uno mismo; solo adviene cuando hay virtud, es decir, libertad. La virtud es enfrentarse con el hecho de lo que es, y el enfrentarse con el hecho es un estado de bienaventuranza
La humildad debe estar basada en la aceptación y no en el sometimiento. Los verdaderos humildes aceptan la verdad manifestada. El humilde falso se somete a todo tipo de conveniencias y creencias. La creencia es una negación de la verdad; la creencia obsta a la verdad; creer en la verdad no es encontrar la verdad. Aceptar la verdad manifestada es humildad pura.
La Verdad nunca te somete, solo te invita a que la aceptes. El malo intimida, acobarda y te somete, te vuelven un humilde falso para que aceptes su verborrea. Ni el creyente ni el incrédulo encontrarán la verdad. La verdad, o como lo quieras llamar, es algo que adviene de instante en instante; y ello ocurre únicamente en un estado de libertad y espontaneidad, no cuando la mente está disciplinada de acuerdo con una norma.
La verdad no es cosa de la mente, no surge mediante la proyección de uno mismo; sólo adviene cuando hay virtud, es decir, libertad. La virtud es enfrentarse con el hecho de lo que es, y el enfrentarse con el hecho es un estado de bienaventuranza.
Invito a convertirnos en seres sin complejos, sin los achaques de una falsa humildad, pura tierra fértil para evolucionar en el amor, en la verdad. Sin prisión y sometimientos humanos, mucho valor para no dejarnos esclavizar, mucha sumisión para dejarnos seducir por el verdadero Amor.

Lo difícil de encontrar la humildad

El solo hecho de considerarnos humildes, representa una arrogancia por nuestra parte y es tan fácil caer en esa equivocación
Al dedicar unos minutos a reflexionar sobre qué es para mí la humildad, he llegado a la conclusión de, ¡Qué difícil resulta a veces encontrar la humildad! El solo hecho de considerarnos humildes, representa una arrogancia por nuestra parte y ¡es tan fácil caer en esa equivocación!.La humildad no se es, sino que se vive en ella y no me refiero a vivir de manera humilde en el terreno material, sino a ser humilde de espíritu.
Un reflejo de la humildad es la aceptación de todo cuanto nos rodea, el reconocimiento de que todo lo que ocurre está bien, de que todo lo que se mueve a nuestro alrededor ha de ser así. Estar y sentirse más cerca de Dios cada día, sin por ello considerarse un elegido o privilegiado de lo contrario comportaría la creencia de que hay personas que no han sido elegidas o no están bajo la protección de Dios. Todos hemos sido elegidos pero no todos han abierto sus ojos para darse cuenta de lo cerca que está Dios de nosotros, no obstante estoy convencida de que su Ser interno lo sabe desde que vino a la vida.
Es dar sin esperar recibir, es estar para cuando alguien requiera de nuestra compañía, sin por ello pensar que prestamos una ayuda o que somos necesarios. Es reconocer nuestra insignificancia en el cosmos y en nuestro planeta.
Puede que el solo hecho de creer que a alguien pueda interesarle qué pienso sobre la humildad, es un acto de arrogancia por mi parte. Sé que a nadie le interesa, pero espero que estas líneas puedan aportar una visión más sobre el tema.

Consejos para practicar la humildad en tu día a día

Ya hablamos acerca de todo lo que puedes conseguir comportándote de forma humilde, más una cosa es decirlo y otra muy diferente ponerlo en práctica. Aunque parece algo fácil de hacer, lo cierto es que tienes que aceptar que puede ser algo más complicado de lo que muchos creen. No siempre se puede resistir el impulso de querer ser reconocido antes de tiempo o alardear.
Algunos consejos con los que puedes practicar la humildad más a menudo son los siguientes:
  • Piensa siempre en tu familia y amigos. Mantente cerca de ellos y cuida la relación que tienes con quienes sean más cercanos. Intenta mantener la comunicación, aun si tienes que irte lejos por trabajo o para cumplir algún objetivo. Poder escuchar siempre ha quienes te han acompañado a lo largo del camino, es la mejor forma de evitar salirte del camino y por supuesto, para no olvidarte de ellos.
  • Estáte dispuesto a aprender de quienes tienen más experiencia que tú. Ser humilde consiste en aceptar que si bien puedes tener talento, eso no significa que no haya alguien mejor que tú y que ya sepa a lo que se está enfrentando. En vez de dejarte arrastrar por los celos, puedes acercarte a ese alguien y tomar las cosas de una manera más positiva. Es algo que te dejará más cerca de cumplir tus mayores sueños.
  • Recuerda que hasta los más grandes en algún momento tuvieron que empezar desde abajo. Si quieres llegar lejos, debes tener en claro que no lo conseguirás poniéndote exigente desde el principio. Hay pruebas muy duras a las que te debes acostumbrar antes de que el éxito venga hasta ti. Incluso las personalidades más famosas tuvieron que pasar por numerosos obstáculos.
  • Agradece lo que tienes desde el principio. Uno de los mayores errores que comete la mayoría de las personas, es pensar en las cosas que quieren y podrían tener, en vez de estar agradecidos con lo que actualmente pueden disfrutar. Apuesto a que si piensas en ello detenidamente, tú mismo te darás cuenta de que tienes mucho y no has sabido apreciarlo como corresponde, debido a que te has acostumbrado a ello. Pero si te llegara a faltar, seguro que lo harías.
  • Acepta que no eres mejor que los demás solo por el simple hecho de creerlo. Todos queremos sentirnos superiores en un aspecto u otro. Es un sentimiento que prácticamente forma parte de todo ser humano. Pero comprender que esto no es cierto, te ayuda a poner las cosas en perspectiva e incluso puede convertirte en un gran líder, que siempre se preocupa por los demás antes de pensar en su propio beneficio.
  • Ten presente que todos necesitan ayuda. Ciertamente ser independiente es algo que no le hace daño a nadie, pero eso no quiere decir que no puedas recibir algo de apoyo de vez en cuando. Negarte a esto solo logrará que te cierres a quienes en verdad te tienen aprecio y encontrar a alguien con buenas intenciones, es tener mucha más suerte de la que piensas. ¿Por qué desperdiciar ese tipo de oportunidades?
Como ya ves, tener un poco de humildad en verdad puede hacer la diferencia en muchas de tus decisiones, así como convertirte en la persona que siempre has querido ser.
Fuente
http://www.lailuminacion.com/
http://feliciteca.com

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