La ley de la polaridad

evolucionconsciente.org
Xavi Edo
Simplemente sabe que trabaja con dos fuerzas, una de polaridad positiva y otra negativa. Cuando un electricista hace una conexión no se pone a reflexionar cuál de los cables es bueno y cuál malo, cuál es el pecaminoso y cuál el escogido por Dios. Separadas son inocuas, pero si se las junta ocurrirá el milagro. Y lo que sucede a niveles de electricidad es la constante en el universo: existen dos poderes opuestos que se apoyan mutuamente para producir perfección.
Su interacción se define como la “Ley de la polaridad”, o “Ley del dos”. Esta ley opera en forma muy sencilla, sin embargo la humanidad no ha tenido hasta ahora la sabiduría de tomarla en cuenta. Por ello hemos pasado por: guerras, segregación, persecuciones, injusticias y calamidades en milenios de historia.
Cuando el momento llegó para que el hombre comprendiera los secretos de la polaridad tuvimos un maestro a nuestra disposición, el Buda. Nació como príncipe, pero voluntariamente se convirtió en mendigo, tal vez para tener la vivencia del Yin y el Yang, como él llamó a estas dos fuerzas constructoras.
Enseñó el Buda que la felicidad es posible, siempre y cuando escojamos transitar por el camino del medio. Desgraciadamente los hombres, en vez de poner en práctica su sabiduría, le rindieron culto y volvieron religión sus enseñanzas.
Entonces como Budistas se vieron impulsados de vuelta a la balanza, pues al estar en pro de algo siempre habrá quienes estén en contra. Y lo que el Buda había legado, como forma de integración, dividió al mundo en dos corrientes: oriente y occidente, los partidarios de la Ley del dos, y los fanáticos de un solo Dios.
La Ley de la polaridad es el mecanismo por medio del cuál el universo mantiene su estado de equilibrio. Podemos comprenderla simplemente observando el fluir de todo lo que nos rodea. A nivel subconsciente nuestro cuerpo sabe, nuestras reacciones involuntarias siempre unifican la polaridad para obtener mejores resultados.
Si vas a correr hacia adelante, tu cuerpo se echa primero hacia atrás. Si intentas saltar hacia arriba, tu cuerpo toma el impulso yendo primero hacia abajo.
Si llorando llegas hasta el final de tus lágrimas entonces reirás; y si riendo alcanzas el extremo de tu risa entonces llorarás. Si te duchas con agua fría saldrás con calor, pero un baño con agua muy caliente te producirá frío. El abuso de comida te conducirá a una dieta estricta, y la dieta estricta de vuelta al abuso de comida.
Hemos salido a explorar el espacio exterior y se nos han revelado los misterios ocultos de nuestro propio mundo, mientras que los hombres sabios buscan dentro de sí mismos y pueden llegar a percibir el universo entero.
En el juego del amor vemos parejas que al primer encuentro se detestan, y cuando el odio es total entonces se enamoran y se casan. Mientras que, al unirse los más enamorados, el extremo del amor invariablemente les enseña a odiarse, hasta que el divorcio los separe.
Por eso a la “Ley de la Polaridad” se la llama también la “Ley del Péndulo”. Oscilamos de un extremo al otro porque no comprendemos que si nos polarizamos totalmente en un solo lado, la vida nos lanzará automáticamente hacia el extremo opuesto. Esto ocurre porque nuestra tarea es aprender por contrastes. Por ejemplo: sabremos qué es la luz únicamente si antes hemos visto oscuridad.
La tristeza pone en relevancia la alegría. Comprenderemos lo que es bondad si existe la idea de lo que es maldad. La enfermedad nos brinda la percepción nítida de lo que significa la salud.
Por eso todas las situaciones que vive un ser humano son igualmente valiosas. Que sean agradables o desagradables no interesa, solo cuenta el bagaje de sabiduría que cada experiencia nos aporta.
Aceptado esto, nos haremos voluntarios del camino medio, porque aplicaremos la sazón del buen cocinero a cada aspecto de la vida: agregar una pizca de azúcar a los platos de sal y una pizca de sal a los platos de dulce. Reconoceremos entonces que siempre hay algo de fealdad en la belleza y algo de belleza en la fealdad, algo de verdad en la mentira y algo de mentira en la verdad.
Así tendremos flexibilidad para aceptar el punto de vista antagónico “del otro”. Con la conciencia de que en el exceso de riqueza solo vamos a encontrar pobreza, cambiarán los parámetros para evaluar el éxito. Ya no llamaremos “macho” a un hombre por su agresividad y fuerza, sino por la capacidad de demostrar ternura y expresar sus emociones.
Caso similar al de un vehículo que requiere su mayor potencia, no para alcanzar máxima velocidad, sino para que, como carroza funeraria, pueda avanzar muy lentamente sin que su motor se apague o tiemble.
Por Hortensia Galvis Ramz

Comentarios

  1. Padre, Madre, hijo
    El hijo es el punto del observador, el camino del centro.
    La ley del tres. La materia divina nos muestra la esencia formadora, sin embargo es una ilusion. Podemos ver solo lo que estamos preparados para ver.
    Hay seres que se encuentran en la ley del cuatro y la materia se configura en esos limites.
    La ley natural del equilibrio dinamico es implacable, todos los movimientos son ordenados.
    Si existe un motor, lo que impulsa es producto de la utilizacion de una forma de movimiento, entonces los pensamientos creativos se basaran en esos fundamentos mecanicistas. para generar otra forma es inventar, descubrir lo que no es conciente en nosotros para generar otra forma de movimiento. Quiere decir que antes lo veremos, el fruto del nuevo movimiento tiene que materializarse en lo comun, para que el sistema creativo de todos lo asimile en una nueva forma de pensamiento creativo.
    La señal es esa, aunque primero se genera en la mente.
    Las leyes mecanicistas son nuestro limite, estamos en el tiempo de dar una nueva forma de configuracion mental de lo que es posible.
    Un milagro rompe con esa ley, y el milagro tiene su forma clara de accion.
    Cada idea sirve el tiempo necesario y lo nuevo siempre viene antes que la masa este preparada, esa idea es la semilla qeu genera nuevas ideas en cada contexto. Si se sigue una idea del pasado ciegamente se volvera al contexto en que se produjo para comprenderlo. Hau que percibir la esencia de esas ideas pasadas y asimilarlas.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares