La Vieja Energía en Decadencia y La Nueva Energía Femenina Emergente

Todo el planeta está atravesando una etapa de profunda transición.
Se
 está generando una lucha entre la antigua y la nueva energía. Lo que en
 realidad busca la espiritualidad de la antigua energía es mantener a 
cualquier precio la “estructura” y se siente incómoda y amenazada por 
los cambios que se acercan. 
Esta
 antigua energía lucha por mantener antiguos conceptos que dicen que la 
espiritualidad debe contar con el castigo y el mal, para equilibrar el 
amor. Que somos débiles y que debemos buscar alguna fuente exterior a 
nosotros mismos y nosotras mismas más elevada a la que adorar y, por lo 
tanto, que nos de fuerzas: el control de una energía masculina 
distorsionada basada en el negocio del miedo.
La
 fuente exterior más elevada a la que adorar es la estructura de las 
estructuras, es decir, el sometimiento humano a las creencias 
arbitrarias de un sistema que destruye la Vida por cualquiera de sus 
brazos, ya sea política, economía, religión, petróleo, fármacos y la única droga “legal” y más letal para la consciencia: el alcohol.
 Las consecuencias son 7 billones de personas drogadas de miedos y 
emociones para mantener el status quo y un planeta que agoniza.
Esta
 vieja energía también dice que la verdad espiritual requiere una 
“jerarquización” de hombres y mujeres, organizaciones, edificios, textos
 y un largo rosario de obligaciones y prohibiciones por las que guiarse.
Por otro lado, la espiritualidad de la nueva energía es muy diferente. Empieza por decir que “somos Diosas y Dioses”.
 Nos dice que la única estructura (sin estructura) de que tienes 
necesidad está en tu interior, pero hay que buscarla o, dejarse buscar 
por ella dejándote abrazar y amar por tu Diosa Interior.
Habla
 de un plan en el que el temor a un castigo es sustituido por la 
autorresponsabilidad. Se desarrolla la autoestima y el amor hacia una 
misma, sin jueces ni normas. Toda la fuerza espiritual está dentro: es la Energía Femenina Divina, la esencia del Espíritu. 
La Tierra hace un llamado a las almas, a la Feminidad Sagrada para restaurar el plan original en el planeta: La Vibración del Amor y el Perdón.
Es
 evidente el abismo entre los dos conceptos o energías. La pregunta es: 
¿Cómo puedes distinguir la verdad del engaño? Buscando el amor. Síguelo,
 porque donde hay amor encontrarás la verdad.
La energía Divina Femenina jamás dará un mensaje basado en el temor.
 Aplica en tu vida sólo las cosas de las que te hagas eco. No fuerces tu
 verdad a nadie. La única maestra que tiene autoridad en tu vida está en
 ti, es tu alma, e incluso ésta no te fuerza jamás. No te conviertas en 
seguidora de nadie, ni cedas nunca tu fortaleza porque eres fuerte por ti misma.
Y recuerda, nos encontramos en medio de la más profunda transición que ha pasado la humanidad porque el poder, el verdadero poder está naciendo en Espíritu y trasladando su lugar del exterior al interior.
 Esto creará en pocos años una separación o dos familias humanas 
distintas por el abismo que ya existe entre ellas. Una que todavía se 
siente muy insegura porque se ha tragado el “negocio del miedo” y 
necesita la vieja energía de control masculino exterior distorsionado. Y
 otra, la maestra interior, la Diosa, el Dios que todas y todos llevamos
 en la esencia de nuestro Templo Sagrado: El Alma del Alto 
Corazón. El Femenino Sagrado que ya está creando una Nueva Tierra basada
 en el Amor y la Libertad de Espíritu.
FUENTE hermandadblanca.org 
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