La Ecuación Emocional
La muerte es
uno de los procesos que más dudas suscita, aun son muchos los interrogantes que
se agolpan tras ese escueto instante en el que todo cambia y nosotros somos el
protagonista y único actor de esta comedia. Tanto si ya tienes integrado cierto
conocimiento, o si no lo tienes, a la hora de la verdad, lo que hará que el
proceso sea correcto o incorrecto, es nuestro estado emocional. Antiguamente,
lo que más se valoraba a la hora de morir, no era la cantidad de lujo que
acompañaba al sepelio, cuál iba a ser tu epitafio o si el respeto que infundías
era gradual a la cantidad de personas que lloraban sobre la caja. Lo importante
y lo esencial siempre fue morir en paz. ¿Por qué? Muy sencillo, porque ese estado
de paz, de emoción equilibrada, era esencial para tener la suficiente lucidez
en el otro lado, ya que aquellos que hacían su tránsito de este modo, casi se
aseguraban un lugar en el “cielo”.
Tras la
muerte el mecanismo que va a graduar nuestra posibilidad de “elevar” nuestra
conciencia, será nuestro estado emocional. Las emociones o los apegos asociados
a emociones, jugaran en nuestra contra, ya que si no estamos preparados para
soltar ciertos apegos o trascender ciertos estados emocionales, estaremos
pidiendo a gritos volver a repetir este ciclo. En nuestro planeta contamos con
una particularidad, y es que existe una inducción (provocación) a generar
ciertas bandas de frecuencia vibracional concreta. Tenemos particularmente, el
doble de esfuerzo, ya que hay unos intereses muy concretos que tratan de
impedir que salgamos de esas bandas de frecuencia. Salir de esa banda que
prácticamente obliga a reencarnar, pasa por llegar a nuestro proceso de muerte
con los deberes hechos.
Las
programaciones mentales arrastran al individuo a la condición de miedo y culpa,
estos estados son los más pesados y complicados de trascender, en ellos se
encierra gran parte de este mecanismo de trampa reencarnatoria. Otros factores
no ligados a las emociones, son los conceptos que aprendemos durante nuestra
vida, y que los asumimos del propio uso, como son la linealidad y la
direccionalidad. Se nos ha programado a actuar de forma lineal y siempre en una
dirección, para ir del punto A al punto C, hay que pasar por el punto B, esto
se traduce en que si te dicen que ir hacia el túnel o la luz, es lo erróneo,
colapsemos y pensemos que ya no hay sitio donde ir, que nos perderemos o que
quedaremos atrapados por siempre en la nada.
Pensar que
al morir hay que desplazarse alguna parte, hay que ir aquí, o allí, ya de por sí,
es erróneo, ya que el sistema natural es mucho más sencillo y no necesita un
GPS. Pensar en este pequeño proceso como algo complejo, que hay que saber dónde
ir y con quien hablar, a quien hacer caso, pensar si ese es quien dice ser, o
si en realidad, quizás es otra cosa, no nos ayuda tampoco. Las comeduras de
coco, no son de alguien que afronta este pequeño transito con la mayor lucidez.
Morir no es un trámite burocrático, no hay necesidad de preguntar a nadie, no
es necesario tampoco que te guíen o te acompañen. Ten siempre presente, que
todo lo que sea natural, será siempre sencillo, no necesitara conocimiento y
seguro que ya lo sabes, no es algo que tengas que aprender o que alguien te tenga
que enseñar.
Lo
que funciona es siempre lo más sencillo.
El
conocimiento es muy importante, pero no esencial para afrontar algunos retos
como este, que es puramente instintivo e intuitivo (se sabe / se siente), igual
que no traías un manual de instrucciones titulado “donde ir para nacer” tampoco
necesitamos nada para terminar tus días en este invento llamado vida. Pensad
por un segundo, que nadie (ningún creador) crearía un proceso tan complejo,
para algo tan frecuente y natural como es morir, todo en el universo, en la
naturaleza, en nuestro organismo, en nuestra realidad cotidiana, nace y muere,
se crea y se destruye. Nos han programado para temer este momento, nos
programado para confundirnos, para despistarnos, para centrar nuestra atención
y darle importancia a lo que no lo tiene. Toda una vida trabajando para
acumular cosas que no te podrás llevar, y sin embargo, lo que de verdad si te
llevas, las emociones, no las trabajas y luego pasa lo que pasa, aquí otra vez.
Estarás
pensando... ¿pero la reencarnación no era una trampa, entonces? La
reencarnación no es obligatoria, nadie te obliga, otra cosa es como te
convencen, a pesar de esto, si existe esta trampa y cada vez son más los que
están convencidos de ello, lo bueno es que es sencillo eludirla. En nuestra
contra jugaran básicamente dos cosas, nuestra mente, que puede ser engañada y
nuestras emociones, que son empujadas a un rango concreto, que si son densas, será
muy difícil trascenderlas y salir en el momento. La trampa básicamente lo que produce
es que todos los planos constreñidos a unas frecuencias vibratorias muy
concretas y densas sean lo único que percibes y con ello solo a los entes que
allí habitan.
Estas
frecuencias vibratorias bajas, están asociadas a estados emocionales, los
cuales se sintonizan automáticamente a esas bandas de frecuencia más densas,
esto es realmente lo que es la matrix. Estas frecuencias densas necesitan un
entorno denso, físico y material, para que sea posible sostenerlas, digamos que
lo uno, va unido a lo otro. Estas frecuencias densas precisan una ingente
cantidad de energía, por lo tanto nuestro estado necesariamente tiene que estar
inducido constantemente a esos estados, para que la realidad física, material,
aplicada a esos rangos de vibración se mantenga. Para ello esa energía debe ser
generada y nosotros somos ese generador, que no solo alimenta a estos seres,
sino que sostiene este sistema y otros aún menos evidentes.
En este caso
la película Matrix juega en nuestra contra, ya que una alegoría ha sido tomada
de forma literal, lo cual genera una ingente cantidad de errores. La simulación
informática presentada como una holografía física a la cual estamos
literalmente enchufados no puede ser tomado tal cual, sino que debe ser una
mera referencia conceptual, si de verdad fuera este film tan literal, ¿Creéis
qué se hubiera llegado a proyectar? Evidentemente no, por lo tanto no es un
documental, sino una referencia conceptual a la que extrapolar a la realidad
física, que si es verdad que existe, pero qué está asociada y artificialmente
sujeta, a unos estados físicos en unas bandas de frecuencia y vibración muy
concretas. De hecho, el arranque de esta película es per se, una trampa, ya que
al protagonista se le obliga a elegir sin libertad, entre dos opciones
(dualidad) las cuales ninguna de ellas esconde una libertad real, sino dos
opciones incorrectas, ya que la libre elección real, permite trascender ambas
opciones.
También el
concepto “crear tu realidad” está íntimamente asociado a estas bandas de
frecuencias, por lo tanto, todo lo que escape a estas frecuencias cuesta mucho
materializaras, el único modo, es modificar entre todos el rango de esta
frecuencia, para que nuestra inducción creativa esté más cerca de las
frecuencias que emitimos de forma natural (llámalo equilibrio) si deseas crear
paz, armonía y amor. En un rango como el actual, que está preparado para
materializar rápidamente ira, odio, miedo o culpa, necesitaras un sobresfuerzo (dedicación
exclusiva) y una intención cristalina para que tu voluntad haga que aquello que
te propones se materialice, por eso la mayoría de las veces no logramos esa
utopía.
Los rangos
de frecuencias más elevados no requieren tanta energía y son bastantes más
poderosos (más fuerza) que los densos, por eso a aquello a lo que llamamos
“mal” tiene tanta hiperactividad, porque es una energía menos poderosa (menos
fuerza) y por consiguiente muy sencilla de transmutar. Por tanto requiere más
dedicación, más acción y más drenaje energético, que es sacado casi en
exclusiva de nosotros. El “bien” por contra es más sencillo de generar, no
precisa grandes infraestructuras, ni gran cantidad de energía, y una pequeña
porción es más poderosa que una gran cantidad de “mal” por eso la suma de
pequeños gestos de buena voluntad, pueden hacer que rápidamente se dé la vuelta
a la tortilla.
Vivir en un
entorno tan complejo y con tantas energías densas, nos atrofia y nos enferma,
literalmente nos mata. Vivimos permanentemente luchando por sobrevivir,
nuestros sistemas energéticos sutiles y corporales luchan por reponer y equilibrar
sus sistemas, pero este estrés acaba enfermándonos. Nuestros cuerpos sutiles no
son capaces de reconstruirse debidamente, se debilitan y propicia que cualquier
parásito pueda entrar cuando quiera y sacar provecho de nosotros, lo que genera
más estrés y más enfermedad. El sufrimiento acaba estando ligado con todo esto,
desde que empezamos a tener un mínimo de conocimiento, perdemos nuestro escudo
y entramos en esas frecuencias bajas, las cuales hacen que nos sintonicemos con
emociones ligadas al sufrimiento, que a su vez, al no lograr purgarlas
debidamente acaban acumulándose, generando más y más emociones densas, que
provocan lo que conoces como enfermedad, vejez y muerte.
El gasto de
energía que requerimos para sobrevivir en estos estados de vibración son tan
altos que no nos da tiempo a reponernos, esto sumado a todos los factores
ambientales que generan más depresión autoinmune, acaba favoreciendo el colapso
y la muerte. Lo curioso es que todo esto que parece pintarse muy negro, es lo
que tenemos asumido como normal, nacer, crecer, enfermar constantemente (desde
que nacemos hasta que morimos) envejecer y morir, es lo que socialmente hemos
asumido como normal, cuando no debiera ser así, al menos en lo que deriva al
sufrimiento, la enfermedad y por supuesto el miedo. Lo que nos lleva de nuevo a
la reencarnación y el proceso de trampa o salir de ella.
Emoción
= Vibración + Frecuencia = Destino.
Al principio
decía que ese estado de paz, era quid de la cuestión, que antiguamente era lo
que instintivamente iba ligado con la salida de este sistema y ligado a ese
hipotético cielo, en el que todo es perdón, amor y paz, estas tres palabras nos
dicen las frecuencias emocionales con las cuales tenemos que abandonar este
“mundo” porque al sintonizar esas frecuencias emocionales, automáticamente serás
atraído a realidades, dimensiones o densidades (elige) en las cuales
invariablemente encajaras como un guante y los seres que habiten esas
frecuencias serán por defecto, afines a ti. Como veis, esto no implica ir a
ningún lado, pasar por ningún túnel, buscar una luz o esperar que venga la
abuela, Jesús o el que sea. No hace falta, por el contrario, si tomamos esta
transición con cacaos mentales, emociones contrarias, confusas, inestables, en
las cuales entran dentro del rango que conoces como “matrix” seguramente te
sera difícil salir, da igual que eludas a los señores del Karma, que no confíes
en nadie, bien sean familiares o iconos religiosos, o metafísicos, aunque tu
voluntad sea, no ir a ningún túnel o no hacer caso a nadie, esto supone que
estarás pululando por una realidad afín, sintonizada a tú frecuencia emocional,
ya que estarás vibrando acorde a lo que sientes y te encontraras con seres que
solo vibran en esa frecuencia, con lo cual aunque no los consideres afines en
un primer término, sienten lo mismo que sientes tú e irremediablemente se
sentirán atraídos por ti.
La ecuación
que aplicamos es bien sencilla, nuestro estado emocional, emite o vibra a una
determinada frecuencia y esa emisión es la que nos transporta a un plano por
simple afinidad o ley de atracción (como desees). Esto puede ser prácticamente instantáneo,
sobre todo en frecuencias emocionales muy concretas (altas) pero en estados
confusos y de contradicción, como son
los habituales a la hora de hacer este tránsito, nuestra brújula interior, requiere
un poco de “tiempo” por así decirlo, para localizar esa frecuencia de afinidad,
hecho que aprovechan para cazarnos. De todas formas el mero hecho de estar en
esos estados de escasa lucidez, son los que propician que caíamos en la trampa,
ya sea para rencarnar o para quedarnos pegados a cualquier cosa, ten en cuenta
que si te quedas pegado a nuestra realidad, tarde o temprano terminaras
necesitando parasitar a alguien ya que
te encontraras en un estado de desconexión, con lo cual acabaras necesitando de
esa energía de los “vivos” y acabaras pegado a alguien hasta que él te eche o
tu tomes conciencia, lo cual no es lo habitual. Esta frecuencia emocional no es
algo matemático, una ecuación del tipo 2+2, porque vivimos en una constante
marabunta de emociones y es complejo estar constantemente en equilibrio,
tampoco es cuestión de ser un ser perfecto, pero al menos saber que no nos
llevamos nada que no nos pertenece, para que a la hora de partir sea todo de la
forma más natural posible.
Así es cómo
se ordena el universo, estas frecuencias compartimentan y clasifican no solo a
los seres que las sienten y las atraen, sino que una vez dentro de ellas
construyes un mundo particularmente decorado acorde a lo que se siente.
Evidentemente si sientes rabia o ira, y falleces en esas frecuencias no esperes
encontrar prados, cascadas y unicornios, tendrás aquello que comúnmente se conoce
como infierno. ¿Pero si el infierno no existe? Nadie creo el infierno, tal
cual, pero si falleces lleno de odio, miedo o culpa, no esperes que lo que se
crea en esos estados emocionales sea precisamente un paraíso. Una vez en un
estado de estos, en los cuales, tu solo, por tus medios eres capaz de hacer
examen de conciencia (tomar conciencia) y traspasar esa frontera en la que las
emociones, tus emociones, están provocando que estés limitado a una realidad
ofuscada y sin salida, y todo se limite a transmutar y trascender eso que te
lastra, o finalmente aceptar el comodín y repetir todo el proceso, reencarnar
con las condiciones que quieran ponerte, las cuales no van a ser precisamente
ideales, apechugar y volver a nacer, con la idea de no caer en los mismos
errores, los cuales repetirás, por que básicamente no te acordaras de nada.
Así es como
funciona este negocio, unos sacan provecho y otros hacen lo que pueden para
eludir un sistema que va más allá de una vida llena de miserias y sinsabores,
endulzado con algún momento memorable, que le hace a este trastorno más
llevadero. La trampa esta en caer en la trampa emocional, creer o seguir a
otros, sentirnos contrariados, confusos, apegados a algo o alguien. Ellos
tienen su interés, el interés en que vuelvas porque les eres más útil manando
todas esas emociones toxicas, fuera no les sirves para nada, si sales, ellos
son los que lo pasan mal, así que para sujetarte juegan con tu ignorancia y tu
amnesia. Harán lo que sea, te darán el conocimiento que necesites, tomaran la
forma que necesiten, te prometerán o te tentaran, te ofrecerán lo que sea, una
vez te convenzan y elijas volver, no te acordaras de nada, y es así como
volvieron a salirse con la suya... Y créeme que funciona.
Como veis no
es tan complicado, no hace falta ningún método, técnica, meditación, o leerse
300 tochos de metafísica, teosofía, filosofía o lo que sea, es mas te aseguro
que todo eso te complicara más la vida y la muerte, porque llenara de pájaros
tu cabeza y de contradicciones tus emociones. Tampoco digo que vivas en la
ignorancia total y completa, pero las sobredosis nunca fueron buenas para nada,
así que opta por relajarte, tomarte la vida un poco mas tranquilo, no te
apegues a nada, ni sigas a nadie, porque al final iras donde él crea y no donde
tú quieres. Deslígate de esas figuras icónicas que en el otro lado pueden hacer
que tropieces y caigas otra vez aquí, tampoco hagas caso a ningún sabio ya que
aquel que cree que lo sabe todo, al final no sabe nada, y tú, solo tú, sabes dónde
está tu hogar y es allí donde de debes ir e iras si sabes limpiarte de todo lo
que hay aquí, sin necesidad de mapas, guías o túneles.
Hasta ahora
este ambiente estaba viciado, y ya sabes lo que cuesta eliminar el tufo en
ambientes así, es algo costoso y que lleva su tiempo. La alta concentración de
energías densas puso toda la atención en este punto, porque este estado no solo
nos enferma a nosotros, sino que crea esa especie de contagio que muy pocos
están dispuestos a permitir, por eso miles de millones llegaron para airear un
poco esto y hacerlo habitable de nuevo. Un reino en el que el rey seamos todos,
pero desinfectar lleva su tiempo y poco a poco lograremos entre todos hacer una
buena limpia. Sé que hay informes de sensitivos y gente con capacidades que
dicen que “Ya no hay trampa” que se está
desmoronando. Hasta donde yo sé, esto sigue operando con total normalidad, si
es cierto que están llegando energías nuevas que están comenzando a limpiar el
astral, pero esto aún está muy verde, como para negar la mayor, todo esto funciona,
y funcionara un tiempo que no puedo determinar, y no creo que pueda determinar
nadie, es lo que hay. Por otro lado aún hay millones y millones de desencarnados
que siguen emitiendo a baja frecuencia, por lo tanto hasta que esto no se
solucione no creo que se noten esos cambios a nuestro nivel. He podido
comprobar que los grupos que trataban de “sanar” esto, no han conseguido gran cosa,
por lo general, estos grupos que ayudan a desencarnados a ir a la luz, con
ayuda de guías, etc…(rollo nueva era) lo único que hacen es llevarlos a la trampa, no están ayudando
a nadie y si cabe lo están empeorando más aun, ya que los que caen en la trampa
por lo general son reimplantados e hibridados, y los híbridos son de corte
regresivo, con lo cual generan más bajas frecuencias.
Ya sabéis
como es la trampa y los componentes que esencialmente actúan para que esta se
lleve a cabo con éxito, sabéis también lo necesario para no quedar pegado a
esta realidad y sabéis como el astral hay una gran mayoría de seres que no
quieren ayudarte realmente, por lo tanto, estas solo en una jungla llena de
bichos de todo tipo. También sabéis como eludir esta trampa y como salir de
esta matrix de control mental/emocional, y que básicamente depende de vosotros,
no es tanto lo que sabes, si no lo lucido y consciente que estés. Como es
lógico, el modo en como lleguéis a esa transición hará que os resulte más o
menos sencillo, morir en estados alterados, accidentes, enfermedades largas,
llenas de narcóticos o medicamentos, os pondrán las cosas más complicadas, pero
aun así, si te tomas tu tiempo, para darte cuenta de lo que pasa, y recobrar tu
lucidez, podrás sacar de ti esas emociones contrarias y salir completamente
libre.
Como
siempre, no esperes a que algo ocurra, empieza desde ya a trabajar en ti, a
limpiar todos esos rencores, rechazos, envidias, limpia toda toxicidad
emocional, no persigas razonamientos o verdades que solo te acomodan, evitar
seguir culpando a otros, la libertad va ligada a la responsabilidad de nuestros
actos, mientras sigamos comportándonos de forma egoísta y fomentando los
valores que aporta el sistema, seguirás siendo carne de cañón
FUENTE http://lacosechadealmas.blogspot.com.es/
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