La interconexión entre los diferentes Cuerpos del Hombre
El esoterismo enseña que el hombre
es un ser más complejo de lo que actualmente se piensa. A parte de su
cuerpo físico, está constituido por otras seis envolturas sutiles.
(Lo detallo en características de los cuerpos sutiles)
Estos siete principios están
interconectados entre ellos para permitir al ser humano que componen
interactuar como una unidad. Al menos así será en niveles más avanzados
de desarrollo, ya que en la actualidad, las neurosis, el estrés, las
drogas, las depresiones y las emociones negativas hacen que los
principios se encuentren desalineados.
Aún así la interconexión se mantiene. Sin esta el hombre no podría sentir, desear, ni dirigir su cuerpo físico.
De hecho no podría existir, ya que
cada cuerpo necesita del cuerpo que le es superior para formarse y
existir, por lo tanto solo existiría el Espíritu en su eternidad.
Al momento en que llega la hora de
morir, esta interconexión con los tres cuerpos inferiores llega a su fin
y la triada inferior (cuerpo físico, astral y de vitalidad) se
desintegra, para que el cuaternario restante comience su viaje
post-mortem.
Sin embargo, si la persona muere antes
del tiempo que le fue asignado al nacer, a pesar de esa desintegración
NO estará realmente muerta debido a que la interconexión con los tres
cuerpos inferiores no habrá cesado. La persona prematuramente fallecida
permanecerá como un fantasma dentro de la atracción de la Tierra, en su
parte sutil conocida como el Kama-Loka, hasta el último momento de lo
que habría sido la duración natural de su vida, antes de poder continuar
con su viaje post-mortem
« En Kama-Loka, los suicidas y aquellos
que son repentinamente despojados de la vida por accidente o homicidio,
ya sea legal o ilegal, pasan allí un período casi igual a lo que hubiera
sido su vida en la Tierra si esta no hubiese terminado súbitamente.
Estos seres no están en realidad
muertos. Para que se produzca una muerte normal, debe encontrarse
presente un factor que no está aún reconocido por la ciencia médica.
Esto es, los principios que constituyen el ser tienen sus propios
períodos de cohesión, al final natural de los cuales, ellos se separan
unos de otros de acuerdo a sus propias leyes.
Esto implica el gran tema de las fuerzas
de cohesión del ser humano, tema que requeriría un libro por separado
para poder explicarlo. Por lo tanto debo contentarme con la aseveración
de que esta ley de cohesión prevalece entre los principios del ser
humano [hasta el último momento de lo que habría sido la duración
natural de su vida]. Antes de ese final natural, los principios no son
capaces de separarse. Obviamente, la destrucción normal de la fuerza de
cohesión no puede producirse por procesos mecánicos excepto con el
cuerpo físico.
Por esa razón, un suicida o una persona
que muere por accidente o es asesinada a manos de un hombre o por
mandatos de las leyes humanas, no ha llegado a la terminación natural de
la cohesión entre sus otros elementos constituyentes, y es precipitado
hacia el Kama-Loka solo parcialmente muerto. Allí, los principios
restantes tienen que esperar hasta que el verdadero término de vida
natural se haya completado, ya sea falte un mes o sesenta años. »
(William Judge, El Océano de la Teosofía, cap 13, p107)
(William Judge, El Océano de la Teosofía, cap 13, p107)
¿CUÁL ES LA NATURALEZA DE ESAS FUERZAS DE COHESIÓN Y CÓMO FUNCIONAN?
Por el momento es un misterio. No he
encontrado información al respecto. Sin embargo en las Cartas Mahatmas,
el Maestro Kuthumi da un indicio:
- “Con la excepción de los suicidas que
no están muertos, sino que solo le han dado muerte a su triada física, y
cuyos parásitos Elementales no están por lo tanto, naturalmente
separados del Ego, como en la verdadera muerte.” (CM23B, p171)
Puede que los elementales sean quienes
mantienen esas fuerzas de cohesión en la triada inferior. Los
elementales son las fuerzas vivas de la naturaleza. Conozco dos maneras
en que se asocian con los seres humanos:
Así como, a parte de nuestras células,
habitan en nuestro cuerpo múltiples microorganismos independientes que
son indispensables para poder mantener vivo el cuerpo físico, por
ejemplo las bacterias de la flora intestinal que procesan muchos
alimentos para hacerlos digeribles. Así también a nivel sutil, viven en
nuestro interior múltiples elementales que vitalizan los elementos que
constituyen nuestro cuerpo. Sin ellos la materia sería inerte, no podría
haber reacciones bioquímicas en ella.
« La diferencia esencial entre el cuerpo
de un tal embrión y el de un elemental propiamente dicho es que el
embrión (el futuro hombre) contiene en sí mismo una parte de cada uno de
los cuatro elementos, a saber: tierra, agua, aire y fuego [este último
en la forma del calor que generamos], mientras que el elemental solo
tiene una parte de esos reinos … No se encuentran elementales del fuego
en el agua, ni los del aire en el reino del fuego. Y sin embargo, dado
que una parte de agua se encuentra no solo en el hombre, sino también en
otros cuerpos, los elementales existen realmente en y entre cada [ser
vivo]. »
(Blavatsky, Collected Writtings, vol 6, p197)
(Blavatsky, Collected Writtings, vol 6, p197)
En un nivel más elevado otra clase de
elementales también va a asociarse con los pensamientos que generamos
para vitalizarlos. La substancia que constituye los pensamientos
pudiéndose considerar un elemento de naturaleza más refinada.
« Las hacemos día a día, bajo la ley de
que todo pensamiento se combina instantáneamente con una de las fuerzas
elementales de la naturaleza, convirtiéndose hasta cierto grado en una
entidad que perdurará de acuerdo a la intensidad del pensamiento que la
generó cuando dejó el cerebro, y todas estas entidades quedan
inseparablemente conectadas con el ser que las creó. No hay escapatoria
posible; lo único que podemos hacer es tener pensamientos de buena
índole, porque ni aun los más elevados Maestros están exentos de esa
Ley, sólo que ellos “pueblan su corriente en el espacio” solamente con
entidades poderosas para el bien. »
(W.J, El Océano de la Teosofía, cap. 12, p102)
(W.J, El Océano de la Teosofía, cap. 12, p102)
Sospecho que las fuerzas de cohesión
entre los principios superiores del hombre han de ser de una naturaleza
parecida, pero más espiritualizada, tal vez elementales de un nivel
todavía más superior.
Fuente: Esoterismo Guía
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