Temor a ser Rechazado
Todos queremos amar profundamente a otra
persona; desnudar nuestra alma ante esa persona; pero muchos no se
atreven a correr el riesgo de entregarse porque siempre hay la
posibilidad de ser rechazado!
Muy pocas cosas existen a las que les
tengamos tanto miedo como a ser rechazados cuando anhelamos el pasional
amor por otra persona. En el fondo, creemos falsamente que si somos
rechazados quedará dañada o destruida nuestra propia identidad, es
decir, el conocimiento y la conciencia de quiénes somos. Pero para una
persona adulta esto no puede suceder. El adulto ya goza del enorme
patrimonio de tener su propia identidad. Podrá sufrir hasta lo indecible
los zarpazos desgarradores del rechazo de su amada, pero su propia
identidad permanecerá por entero.
Algunas personas están dispuestas a
correr riesgos serios en muchos campos de sus vidas: negocios, trabajos
duros, peligros que pueden hacerles perder su vida, pero jamás estarán
dispuestos a correr el riesgo de ser rechazados por alguien al desnudar
su ser y ofrecer amor. Arriesgarse en el terreno del amor, para algunos,
es el único riesgo que no se permiten correr. Fénelon dijo: “El amor es
más de temer que todos los naufragios”.
Las personas que no han encontrado su
propia identidad, y al enamorarse de otra y ser correspondido, y cree
que su identidad se la proporcionará el ser que ama, comete una seria
equivocación y corre un gran peligro: su equivocación consiste en que el
ser que ama jamás podrá darle la identidad que le falta, pues esta
búsqueda y encuentro de la propia identidad es una tarea personalísima
que se va forjando con el tiempo; y el gran peligro que corre está en
que cuando la persona que ama lo deje o muere, la persona que carece de
identidad propia puede ser totalmente destruida, pues falsamente creía
que su identidad la habría encontrado al ser amado y correspondido.
Ante el pavor de ser rechazado en el
amor, la persona se aísla y renuncia a amar y a ser amado. Esta renuncia
le implica un costo altísimo, como bien lo señaló el gran novelista
francés Stendhal, al escribir: “La más bella mitad de la vida queda
oculta para el hombre (y también para la mujer) que no ha amado
apasionadamente”.
Una relación amorosa auténtica amalgama a
las dos personas; se rompe, en algún sentido, el aislamiento al
compartirse ambas personas de manera absoluta. Pero esto nada tiene que
ver con que un amante absorba al otro. Cuando esto sucede, ya no se
pueden compartir de manera absoluta, pues el compartir implica
necesariamente la existencia de dos seres distintos; y en cambio, cuando
un amante absorbe al otro, se anula el que es absorbido. Por ello, en
los celos patológicos, el celoso destruye el objeto de su amor, pues lo
invade, y al hacerlo, lo nulifica, y en cierto grado, también se
nulifica a sí mismo. Esto lo dejó muy claro Shakespeare en su obra
Otelo: “La pasión de los celos es un monstruo que se engendra a sí mismo
y nace de sus propias entrañas”. Y que los celos nulifican al celoso
también lo confirma lo que escribió Nietzsche: “El que está envuelto en
la llamarada de los celos acaba, como el escorpión, por revolver contra
sí mismo el aguijón envenenado”.
El amor genuino rompe en algún sentido
el aislamiento, pero recordemos que todos los seres humanos, sin
excepción alguna, muchas veces en nuestra vida vamos a experimentar esa
dolorosa emoción de sentirnos solos, aun y cuando nuestra relación
amorosa sea excelente. Recordemos que nacemos solos, aun y cuando
nuestra madre nos haya abrazado momentos después de nuestro nacimiento. Y
recordemos también que vamos a morir solos, aun y cuando al morir
hayamos estado rodeados de nuestros seres más queridos.
Una buena relación amorosa es una de las
mejores vacunas contra muchos posibles males de la vida, pero jamás
podrá ser la panacea que lo prevenga y lo cure todo.
Amar siempre será riesgoso, pero elegir
vivir sin querer comprometernos en una relación de amor que esto implica
es elegir el camino más seguro para la soledad y el vacío. La persona
amada se puede morir, nos puede dejar o traicionar, los hijos nos darán
muchos sufrimientos y gozos, pero renunciar a todo esto por el gran
miedo a ser rechazados y a confrontar la responsabilidad que implica una
familia, es renunciar a la dimensión más importante de nuestra vida.
Critilo cree que, en el fondo, nadie
desea una vida sin amor. Renunciar a los riesgos que implica el rechazo
es elegir la soledad. Critilo piensa que mientras estemos en posibilidad
de poder amar y ser amados, bien vale la pena arriesgarnos a ser
rechazados; si somos rechazados, sufriremos, pero ya estábamos solos de
cualquier manera, ¡Y si somos aceptados, habremos recibido uno de los
más bellos dones de la vida!
surge el miedo a enamorarnos, cuando
vivimos algo desagradable con otra pareja o también puede ser cuando
vemos que un tercero pasa por algo doloroso en una relación y éso nos
podría creear cierto miedo, miedo a no sufrir, a no tener que pasar por
eso mismo que hemos visto como a los demás les pasaba, o miedo al
rechazo, falta de seguridad en uno mísmo para aceptar nuestros
sentimientos, a que la otra persona no valore tus sentimientos.. etc…etc
etc…
Amar es sentir cariño, unión, no solo
material, sino espiritual, amar es sentir a la otra persona, y que esta
te sienta a ti, amar no es tener un anillo de compromiso o estar unidos
bajo el titulo de novios, amar es entregar tu vida a una persona, que la
recibirá y la valorará como tu valorarías la suya, amar es pensar en
otro sin llegar a la obsesión, amar no son 4 letras, amar es vivir.
Amar es pensar en tres: Tu, yo,
nosotros…; amar no es el simple hecho de caricias y besos, amar es
sentir en plenitud tu corazón, sentirlo lleno, de deseos, sentir cada
latido fuertemente dentro de ti, sentir tu sangre corriendo en tus
venas, dándote fortaleza para enfrentar cualquier reto.
Pero no todos pueden amar a otra persona
que de un momento a otro entra en su vida, para quedarse y no salir,
para invadir su mente y corazón, sus acciones y pensamientos, para que
la mires todo el tiempo, desde la ventana de tu corazón.
Amar no siempre es un sentimiento
recíproco, amar puede dar vida pero también puede quitarla, el amor es
peligroso cuando se transforma en odio y olvidas que tanto dependías de
aquella persona a quien querías, y lo único que piensas es en
perjudicarla.
Enamorarse no es amar, pues amar es
eterno, enamorarse es mirar con perfección a tu pareja mientras que amar
es comprender los defectos y virtudes de ella, amar no es buscar el
paraíso, amar es estar en el paraíso.
El amor no es algo que se encuentra en
un diccionario, o en el parque, el amor no se puede buscar, pues el amor
llega a ti, tarde o temprano, el te encontrará, solo hay que darle
tiempo al tiemp0.
Amar obsesionadamente, no es amar, como
dice el refrán: si en verdad quieres a alguien déjala ir, y si es para
ti volverá, sino, nunca lo fue.
Solo recuerda que las cosas pasan por
alguna razón, lo malo trae algo bueno, y a veces lo bueno tiene algo
malo, solo depende de tu perspectiva de la vida, nunca veas solo el lado
negativo de las cosas, ni tampoco solo veas el positivo.
Lo que tienes que hacer es fijarte en
ambas partes, valorar las cosas positivas que resultaron de tus acciones
y corregir las cosas negativas, pues solo de esta manera podrás crecer
espiritual y mentalmente.
Las lágrimas son el consuelo del alma,
son el parche de las penas, son la expresión del corazón, lloras cuando
pierdes a un ser querido o cuando un amor no es correspondido, pero son
mejores las lágrimas que derramas cuando te llenas de alegría porque tus
sueños son realidades, tus deseos son acciones, y tu amor es real, no
de ficción.
El miedo es absurdo.
Ama y deja que te amen, vive tu vida
poniendo amor en todo lo que haces y espera que el destino te de aquella
persona a quien vayas a amar eternamente, pues cuando ésta llegue tu
corazón se dará cuenta y te lo dirá.
Pero no significa que te sientes a
esperar, significa que tendrás que conocer gente, que te llenará de
experiencias, las cuáles te harán crecer y aprender.
La mayoría solo serán enamoramientos
pasajeros, que no dejan huella, pero sí dejan rencores, que lo único que
hacen es amargar tu vida, pero tú dales la espalda, vive con el corazón
no con la mente, piensa antes de actuar y no después de pagar, no
lastimes corazones ajenos, pues corazones ajenos te lastimarán a ti.
No desperdicies tiempo de tu vida en
vicios, o en sueños que esperas que se cumplan, la única manera de
cumplirlos es actuando. No dejes que solo sean sueños, hazlos realidad,
ten fuerza de voluntad y recuerda que hay dos cosas que todo lo pueden,
la fe y el amor, pues vivir SIN AMOR NO ES VIVIR.
Fuente: Meditaciones en el Mar Rojo
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