LOS FLUJOS DEL AMOR UNIVERSAL

Se están produciendo grandes oleadas de Energía Amor que penetran y destruyen la trama, y vuestro brillo ya se encuentra atravesando la red cósmica que llega con el cinturón de fotones. Un creciente número de vosotros está despertando, y este proceso se acelera a medida que el tiempo empieza a doblarse sobre vosotros mismos. Estáis sintonizando con la sinfonía celestial, donde todos los Seres de Luz del universo se unen en un coro celestial celebrando el advenimiento de una nueva era.
El espíritu humano triunfador se alza en momentos de cataclismos y de crisis. Al reuniros ante la llamada de los sufridores, el puro Amor del Espíritu se vierte a través de vosotros, atravesando como el relámpago las nubes oscuras de la desazón humana, de forma que, elevándoos sobre vuestras preocupaciones humanas, os dais cuenta de que son vuestros hermanos y hermanas quienes están enterrados bajo las ruinas y ahogándose en las inundaciones, corréis a ayudar a los demás, abrazando a los débiles y heridos, y todos juntos celebráis el Corazón Único: el alma emergente de la humanidad. La época de unidad ha llegado a la Tierra porque, a pesar de vuestro creciente miedo y desesperación por las catástrofes que se despliegan entre vosotros, os estáis moviendo a sabiendas de que seguís siendo capaces de poner a los demás por delante de vuestros propios intereses inmediatos; es decir, aún sois capaces de sentir.
Vuestras capas protectoras se han vuelto pesadas y densas, y habéis comenzado a quedaros con lo básico, redescubriendo la grandeza de ser humanos. Unidos, estáis trabajando para encontrar soluciones para el planeta Tierra, porque ella también parece estar naufragando en la tormenta de la emoción humana.
Paradójicamente, los grandes desastres también están al servicio del bien más alto, aunque esto pueda parecer insignificante frente al dolor y al sufrimiento de los que se ven atrapados en la oleada de destrucción. Vosotros, los trabajadores de la luz de esta época, sois capaces de curar las heridas profundas infligidas a Nungimecha pues tenéis la capacidad de alterar la intensidad de vuestro proceso y de sacar el planeta adelante sin lastimarlo.
Ahora os esperan nuevos desafíos y algunas épocas difíciles, seréis llamados a superar vuestros miedos y a mostrar el camino a otros, porque éste es el nuevo amanecer de toda la familia solar y pronto vais a conocer una magnificencia que está más allá de cualquier cosa que seáis capaces de imaginar. Podéis elegir afrontar grandes penalidades y tremendas pérdidas, o bien no sufrir en absoluto los cambios que se avecinan. Sólo vosotros podéis tomar esta decisión.
Cuando os deis cuenta de que no hay nada que temer -ni siquiera la muerte, vuestra gloriosa transformación-, podréis volver a vuestro Centro para encontrar el atolón en medio de las aguas violentas.
Si un número suficiente de vosotros encontráis ese lugar, Nungimecha reflejará vuestra confianza y valentía, y se manifestará sin furia en la convergencia pacífica de la Totalidad, y presentiréis la alegría y la maravilla que tenéis por delante. Unidos, sois capaces de plantearos desafíos y que, al solucionarlos, dais sentido a vuestra existencia. Encontráis vuestro propósito. Considerad la multitud de ocasiones en que habéis superado la adversidad y después habéis seguido adelante a la luz de la resolución tomada, y os daréis cuenta de que ésos son algunos de los momentos más especiales de vuestra vida. Es como si necesitaseis de una crisis, aunque tal vez no lo admitáis, porque no es fácil ver la belleza en el dolor, especialmente cuando se os ha enseñado y programado para temerlo tanto.
En las temporadas fáciles, cuando todo está sereno y sin alteración en vuestro entorno inmediato, la complacencia fácilmente da paso al aburrimiento, y pronto creáis una crisis -por pequeña o insuperable que sea- de la que inevitablemente salís victoriosos. La divinidad siempre está en vosotros os empuja hacia delante, y os mantiene avanzando hacia la luz. Esa es la razón de toda existencia.
Es el retorno al Todo, el viaje infinito de una chispa de conciencia divina que, tras haberse ocultado en la sombra y danzado al sol, finalmente encuentra su camino de regreso a casa. El camino es tan largo como vosotros, que sois infinitos.
Podéis toparos con todas las esquinas oscuras que queráis crear para vosotros mismos, podéis pavimentar vuestro camino con el resplandor de los ángeles. Los fantasmas que vosotros mismos inventáis nunca os harán daño, siempre que recordéis que os habéis embarcado en este largo y maravilloso viaje para conocer la elección y el libre albedrío, y llevar esa experiencia de vuelta a la
Fuente.
Ese es el dilema y ahora tal vez os haya llegado el tiempo para que os rebeléis contra los controladores y recuperéis vuestro poder.
Liberaos de los grilletes para volver a ser vosotros mismos, brillantes estrellas del planeta Tierra dotadas de libre albedrío. Nungimecha espera vuestra revolución -el derrocamiento de los falsos líderes y maestros- para que podáis viajar hacia la siguiente dimensión, sanando las heridas y discordancias de sus últimas horas en el universo material.
Es tiempo de uniros, recordando que sois seres soberanos, cada uno con su momento, su estación y su ritmo; cada uno con una canción, un mensaje y una razón.
Mirad en torno vuestro. Por todas partes florece la flor, el pájaro sigue cantando, la vida se abre paso y vuelve a empezar continuamente. Vosotros sois esa flor; cada uno de vosotros es el centro del universo, la flor que, una vez más, abre sus pétalos al sol.
Angel Luis Fernández.
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