TORMENTAS SOLARES Y LA MUTACIÓN PLANETARIA

TEORIA BIOCÉNTRICA DEL COSMOS:
LAS  TORMENTAS  SOLARES  Y  LA  MUTACIÓN DEL  PLANETA
 HACIA  LA  5 D ¿ DEBEMOS  PREOCUPARNOS ?

En realidad, las tormentas solares, el fenómeno del niño, los sismos, inundaciones, el deshielo de la Antártida, el calentamiento global o cambio climático y otros fenómenos adversos, son consecuencias de la mutación o ascenso de la vida planetaria en cuyo interior, gira la Tierra por impulso de la vida astronómica. Todo nuestro planeta y sus habitantes, se halla en ascenso desde la tercera, a la quinta dimensión (5D) de existencia superior o etérica. En esta nueva dimensión o ciclo de Acuario, el humano irracional, se hará racional para luego, transformarse en humano espiritual pasando, por humano amoroso. ¿Pero que es una tormenta solar? ¿Nos afecta de manera positiva o negativa?

En el mismo tiempo en que nuestro planeta y todas las formas de vida mineral, vegetal, animal y humana estamos mutando a 5 D; la vida estelar también, con el sol en su interior y rodeado por doce planetas, está ascendiendo a la sexta dimensión. Como resultado de esta mutación de todo el sistema solar entonces, el sol tiene una acelerada actividad nuclear y alta radiación electromagnética en doce frecuencias. De los doce, siete son visibles y cinco invisibles entre las cuales, está la radiación ultravioleta y la infrarroja. Una tormenta solar entonces, es definida, como una explosión o perturbación temporal. En cada explosión solar, se irradian gases con temperaturas que alcanzan millones de grados centígrados.
Las tormentas solares en sus tres etapas fundamentales (erupción solar, tormenta de radiación y eyección de masa coronal), emiten grandes cantidades de energía bioelectro mental. Las vibraciones de esta energía conforme se alejan del sol, se bifurcan en tres frecuencias. Cada frecuencia se denomina en lenguaje de los brahmanes o sánscrito; energía fohática, kundalínica y pránica. En el mundo material o físico de nuestra existencia tridimensional, fohat se manifiesta como energía eléctrica o física con masa en movimiento y masa intermedia. Por eso cada tormenta estelar, emite energía física radiante en una cantidad equivalente a la explosión de millones de bombas atómicas o de hidrógeno.

La oscilación pulsativa (expansión – contracción) de la vida galáctica que encierra a nuestra vía láctea constituida por 150 mil millones de vidas estelares con sus pertinentes estrellas y 650 millones de vidas planetarias también, con sus planetas, genera energía psicobiotrónica en propagación a mayor velocidad que la luz. Debido a la fase femenina de esta energía que nos alcanza a cada uno y como resultado de la mutación de todo el sistema planetario, las tormentas solares; están incrementando la frecuencia electromagnética que nos envuelve y en simultáneo, está disminuyendo la intensidad del campo magnético terrestre.

Las vibraciones electromagnéticas que inciden sobre la Tierra y su campo magnético, han sido invariables; por eso hasta hace poco, nos hemos mantenido casi sin mayores complicaciones psicosomáticas. Pero ahora debido al cambio planetario o aumento de las ondas electromagnéticas sobre la Tierra y la disminución de su campo magnético; podrían a largo plazo, ocasionar la reversión de la rotación terrestre y la inversión de sus polos magnéticos. Pero al margen de esta posible inversión y rotación, la mutación planetaria, afecta de manera positiva y negativa a nuestra salud psicosomática a nivel personal y colectivo.

En el universo, cada entidad o forma de vida mineral, vegetal, animal y humana, ostenta su propia vibración debido a su oscilación pulsativa análogo al diástole y sístole del corazón. Cada forma de vida oscilante, irradia su vibración física y mental, por medio de su respectiva materia inorgánica, orgánica, biológica y humana. Pero cambia de vibración, cuando el segmento del universo en la que se manifiesta, finaliza un ciclo de manifestación para luego empezar, con uno nuevo. Nosotros, estamos finalizando el ciclo de Piscis y entrando de lleno, al ciclo de Acuario con 2160 años de duración aproximada.

Las formas de vida mineral, vegetal, animal y humana integrantes de la vida planetaria; y las formas de materia inorgánica, orgánica, biológica y humana constituyentes de la materia planetaria, se están acomodando a la nueva escala de vibración acuariana en la que nunca antes, estuvieron formando un planeta. Debido a este cambio cíclico y vibratorio, nuestras células, se están acomodando a las nuevas vibraciones de nuestro organismo como un todo. Nuestro organismo en mutación a su vez, se está adaptando a las nuevas vibraciones del planeta mutante; y ésta a la vez, se esta acomodando al sistema solar también en mutación.

La mutación de la vida estelar que encierra al sistema solar compuesta por doce vidas planetarias auto girando sobre doce planetas que giran en torno al sol, incitará tormentas solares de alta intensidad. El propósito de esta alza de vibraciones, es transmutar a nuestro organismo y planeta densos y opacos, en materia etérica o traslúcidos. Este nuevo estado cristalino al que estamos mutando lentamente, está provocando sin causa aparente, dolores de las extremidades, espalda, cabeza, estreñimientos, diarreas, hormigueos (parestesia), sofocaciones, cansancio, stress, ansiedad y cambios repentinos de euforia a depresión y viceversa.

Debido al ascenso planetario entonces, las tormentas solares, provocarán también, distorsiones en la percepción del tiempo y de nuestra realidad. Y dependiendo del grado de evolución mental alcanzada, se producirán, cambios en el estado de nuestra consciencia y quizá, algunas alucinaciones y acaso, algunos poderes mentales inusitados. Durante el tiempo de las tormentas solares de alta intensidad, no todos reaccionaremos de la misma manera. Algunas personas, escucharan dentro de sí, voces extrañas y fuera de sí, sentirán presencias extrañas. Mientras que otras, experimentarán paz y euforia y otros todavía, tendrán momentos de agresividad seguida de una fuerte depresión, melancolía y lloriqueo.

En épocas prehistóricas de la humanidad evolucionante, cada ADN de las células, tenía doce ondas psíquicas genéticas sobre doce filamentos físicos. Las doce ondas mentales conectadas a los doce centros psíquicos (chakras) de nuestro organismo y también, conectados a los doce planetas que nos circundan, contiene información básica de las experiencias que adquirimos en los mundos de la vida mineral, vegetal y animal. En aquellas épocas remotas, los doce filamentos portadores de doce ondas mentales, mantenía casi perfecta o completa, la función física y psíquica de la vida humana
reencarnada en materia humana u organismo.

La antigua función total o completa de la vida humana reencarnada, lo hemos perdido, por la excesiva creación en el hemisferio izquierdo del cerebro (lado racional, frio y calculadora), de pensamientos negativos con amplitud y frecuencia moduladas. Desde entonces, de los doce filamentos, diez se han adormecido y pasaron al estado latente. Por eso ahora quedan activos, sólo dos hélices en cada ADN. Debido a este letargo de los diez filamentos y de su paso al estado latente, tenemos hoy, una sociedad dividida en clases sociales antagónicas; es decir, con explotación del hombre por el hombre a través de la plusvalía. Por eso, la estructura espiritual, fraternal y moral de la sociedad, es deficiente y con habilidades intuitivas y de sanación, reducidas a su mínima manifestación.

Ahora bien, debido al ascenso planetario, la Tierra está cargándose de altas vibraciones electromagnéticas desprendidas de las tormentas solares y también, está recibiendo vibraciones de fase femenina (polo negativo) de la energía psicobiotrónica antes referida. Por este hecho la vida planetaria, está elevando las vibraciones de consciencia y mente de la Tierra. Esta nueva y elevada escala de consciencia y mente irradiada por la Tierra, despertará en nuestras células, a los diez filamentos genéticos adormecidos; con la cual en un futuro próximo, tendremos doce filamentos activos en cada ADN. Con estos doce ondas mentales sobre doce fibras de memoria activos, nuestro cerebro, funcionará en doce dimensiones; por lo que, tendremos acceso al uso completo de nuestra masa encefálica hoy restringida de 5 a 10%. Fin del escrito por límite de espacio.

Robert Salas Falconi
Ensayista Peruano

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