Libérate y deshazte de todo el lastre que impide tu crecimiento.
A menudo nos acostumbramos
a vivir sin asumir ningún riesgo, nos construimos una burbuja y nos esforzamos
por que esta, nunca explote. Vivimos acomodados en las programaciones que nos
instalaron de pequeños y nos cuesta asumir la responsabilidad de desprendernos
de ellas. Las asumimos, las reconocemos, sabemos que están ahí y cuanto nos
limitan, pero tememos arrancarlas totalmente de nuestras vidas, por temor a lo
desconocido, el miedo irracional al no tener nada al que asirnos, cuando las
zancadillas que nos de la vida nos hagan caer. Vivir con la necesidad
permanente de esas muletas ideológicas es una forma mas de esclavitud, no nos
podemos definir como seres humanos libres y responsables, si no nos desprendemos
de todo aquello que nos dijeron que era cierto y que nosotros en nuestro camino
hemos averiguado que no.
Debemos aprender a vivir
sin creer, sin dar algo por sentado, sin inseguridad y sin miedo. Debemos
asumir que para ser seres conscientes y responsables tenemos que formarnos
también mentalmente, crearnos un carácter y una personalidad propia, olvidarnos
de los modelos del pasado y atrevernos a crear el nuestro, perder el temor al
error, perder el pudor y la vergüenza, mostrarnos tal cual somos y no
arrepentirnos jamás de nuestras decisiones, solo así, empezaras a forjar una
personalidad con una identidad y unas ideas propias basadas en su experiencia y sin
copias de modelos caducos e inexactos. Dejar de asumir como propias, ideas,
conductas y conceptos ajenos, limpiar nuestra mente y empezar a construir
nuestra propia estructura, desescombrar lo viejo e inútil y construir lo nuevo
y propio.
No podemos pretender ser
seres despiertos y concienciados, y seguir con creencias e ideales que está demostrado que no sirvieron. No basta con afirmar nuestra condición, debemos
practicarla también y ser consecuentes. Al humano se le ha separado, etiquetado
y clasificado como un animal de granja, se le ha acotado en un entorno
(frontera) y se le ha soltado para que produzca, en un sistema que esta
construido para penalizar a aquel que piensa por si mismo y que ve la
competencia como un reto al que no aspira en modo alguno. Si de verdad no nos
consideramos animales, debemos dejar de pensar como tales, debemos tirar esos
pilares que nos sujetan a una realidad que no nos identifica y no nos sostiene,
que el apoyo y el suelo firme que creemos pisar no es mas que una ilusión, que
esas muletas que nos ayudan a levantarnos en realidad son anclas que nos
mantienen amarrados y sujetos a una estructura que nos encapsula y nos limita.
La verdadera celda esta en
nuestra mente y debemos ir quitando uno a uno esos barrotes que nos impiden
salir y ser libres, esos barrotes que son los que crees que forman parte de ti,
tu identidad, tu cultura, tu fe, tu ideología, tu clase, tu raza, son los que
debes ir tirando abajo. Para poder avanzar, no necesitas agarrarte a nada
porque desde ese instante nada te hará caer, caminaras con paso firme y seguro
por la vida, sin pensar en que piensen el resto, su opinión o su critica, ya no
te afectan por que eres libre y la libertad, te aporta esa seguridad, la ausencia
de temor al rechazo y al abandono, te forjara una personalidad férrea. Perderás el miedo a ser señalado, veras cualquier intento de sabotear tu libertad como un acto infantil e inútil, una rabieta de aquel que se sabe preso pero no es lo suficientemente valiente para desprenderse de toda esas cadenas que lo amarran e impiden su libertad de pensamiento y obra, sin condicionamientos, ni remordimientos inútiles.
Toca trabajar, y perder la
idea de clase, ese concepto que te dice que eres mas que otro, solo por tu condición
económica o sanguínea, una trampa para que no veas al prójimo como lo que es,
un igual. La sangre o la materia que poseas no te da categoría, mas bien te
resta. Desprenderte de este concepto pasa por palpar otras realidades distintas
a la que vives, restar valor a la materia y darle valor a los sentimientos. Las
personas son algo mas que esas cosas que consiguen acumular, son mas que esos
trapos que tapan sus vergüenzas, son mas que esos patrones que lo clasifican,
en definitiva, son mas que las circunstancias que arrastran.
Sobre la corteza terrestre
solo existe una raza, la humana. El racismo es otro programa que nos instalan
para evitar que descubramos nuestra verdadera identidad. Nos inculcan que el
tono de piel es lo que nos hace diferentes y no nos fijamos en que la
diferencia realmente no existe. Nadie nace siendo racista, ningún niño que no
haya sido previamente adoctrinado lo es, solo conocemos una raza y es la
humana, lo único que nos diferencia es la ignorancia y eso ha llegado el
momento de erradicarlo. La ignorancia es un agujero negro que devora nuestra
inteligencia y nuestra capacidad de discernir correctamente, la ignorancia es
un vacío que solo se llena con experiencia y conocimiento, solo debes perderle
el respeto a saber mas y todo concepto racista se desmonta por si solo.
Tu ideología por regla
general es heredada de tus progenitores, salvo breves periodos de rebeldía
adolescente, finalmente terminamos acogiendo la opción mas cómoda que es
aquella que de pequeños nos inculcaron, ser de izquierdas o de derechas, no es
mas que un componente diferenciador que no necesitas. Esas ideologías se
diseñaron para crear enfrentamiento, detrás de una ideología no existe el
debate civilizado de ideas, si no el combate de las mismas. El enfrentamiento, la disputa, la diferencia y la fracción, dando como resultado una mentalidad
obtusa y confusa, por muy claro que parezca tener sus conceptos, un ideólogo no
es más que un adoctrinado, un ser programado para programar y sembrar en sus
semejantes esa semilla de odio. Una diferencia mas, donde no existen
diferencias, la política no es mas que un instrumento del sistema para poner
orden en la granja. El borrego necesita poner siglas y colores a las ideas para
poder asumirlas como propias, esos conceptos confusos y llenos de trampas, son
resumidas en un bando, con un color y unas letras, y así no identificar al lobo
que se esconde tras sus arengas, que no son mas que cantos de sirena.
Tu identidad y tu cultura
vienen unidas, por la zona en la que aterrizaste en este mundo, te dan una
bandera de colores y te dicen que eso eres tú y cualquier ofensa a ese trapo es
una ofensa a tu persona. Nos limitan y nos encajonan con esos conceptos, nos
hacen poseedores y herederos de un trozo de tierra cuando en realidad somos
dueños de un planeta. Ese concepto limitante es el que ha logrado que durante
miles de años el ser humano mate a su propio hermano con saña y sin
arrepentimiento. Nos han negado la idea de sentirnos dueños de La Tierra y nos
conformamos con las migas, nos dan una identidad y una cultura, potencian esas
diferencias, con una lengua, una escritura y una idiosincrasia distinta, un
modo distinto de llamar a las cosas y un modo distinto de entenderlas. Nos
negamos a creer que todo es de todos y que en esos trapos de colores solo están
las manchas de sangre de nuestros hermanos, a los cuales nos obligaron a matar
por hacernos creer en algo que no nos pertenecía, no nos identificaba y no nos definía
como seres humanos y como personas civilizadas. Nos programaron para la
diferencia, en lugar de la igualdad, nos inculcaron dogmas que no nos
identificaban ni como personas, ni como raza. Con esas líneas divisorias en esos mapas,
no solo delimitaron el terreno, si no que acotaron nuestra inteligencia.
No se puede vivir sin fe,
pero la verdadera fe que debemos empezar a profesar, es la fe en nosotros mismos. No
basta con sacar la religión de nuestras vidas, no basta con saber que toda esa
mentira divina, nos contamina y nos limita, debemos desechar definitivamente
todo lo que ello engloba y no dejar absolutamente nada. Muchos de los que se
definen despiertos van asimilando el concepto real de Dios, entendiéndolo como
un todo desde donde mana todo lo que es y existe, esto esta muy bien, eliminar
los viejos conceptos de divinidad que las religiones nos inculcaron poco a poco
empieza a ser una realidad, pero no debemos convertirlo en una muleta, debemos
fortalecer la confianza en nosotros mismos y no pasarnos el día lloriqueándole
a Dios. También debemos deshacernos de esos mesías. Jesús fue un maestro que
aporto sus enseñanzas y dejo un legado para el que quiera tomarlo, pero no
podemos seguir repitiendo curso constantemente, los maestros están para
enseñarnos y una vez hemos aprendido, comenzar nuestro camino e iniciar nuestra
maestría, el fin de todo maestro es que el alumno aprenda y ande por si solo. Buda, Jesús,
Zoroastro, el que queráis, dieron unas pautas para que fueran tomadas, no para
que fueran adoradas y convertidas en ley. Ahora después de unos pocos miles de
años, debemos empezar a darnos cuenta que la lección esta aprendida y empezar a
ser nosotros los que demos clase. Hoy nosotros somos los maestros y debemos
empezar a dejar de mirar atrás y enfocar nuestra mirada en el presente, en lo
que hemos aprendido y lo que podemos enseñar. No podemos seguir con Jesús dijo
esto o Jesús hizo aquello, debemos soltar esa última muleta y empezar a caminar
libres enseñando al mundo nuestra propia lección, siendo unos maestros por
pleno derecho. Muchos esconden tras estos avatares su miedo y su inseguridad,
su falsa creencia en que están solos y que en esos tropiezos que a diario
tienen, necesitan implorar ayuda a esas "divinidades", temen que al desprenderse
de esos dogmas queden a la deriva en un mar espiritual, sin mapa y sin brújula.
Esto no es así, nunca estamos solos, nunca estaremos perdidos, nunca vendrá
nadie a levantarnos cuando caigamos, porque todo eso lo debemos aprender
nosotros mismos por nuestros medios, son nuestras lecciones y somos nuestros
propios maestros. Lo que otros maestros te puedan aportar solo es un
enriquecimiento, esa pizca de sal que te puede aportar una chispa mas de luz a
tu temario, pero no debe ser la columna vertebral de tu enseñanza.
Se que muchos ahora estarán
tocados u ofendidos, por que he tocado alguna de sus vacas sagradas, la
identidad nacional y la Fe, son las dos cosas mas inútiles y estúpidas, que mas
sangre ha hecho derramar y mas muertes injustas han causado. Si estas cosas que
crees intocables provocan en ti la diferencia o el odio, es momento de que las
revises seriamente y las deseches para siempre. Una raza humana unida y
hermanada debe caminar de la mano sin estos conceptos que la diferencia y la
separa. Si una idea enciende el odio y provoca que se derrame una sola gota de
sangre, no merece nuestra consideración y debería ser erradicada ipso facto. La
humanidad no necesita mas muertes en nombre de Dios, Jesús o Allah, no necesita
mas muertes en nombre de una nación o una bandera, nuestra nación es La Tierra
y nuestra bandera la humanidad, no hay mas fe que en la que depositemos en
nosotros mismos como raza y como civilización, hay que comenzar a desechar lo
que nos diferencia y nos separa y quedarnos con lo que nos une. Ninguna idea es
buena si precisa ser impuesta y ninguna fe es verdadera si derrama sangre.
Es momento de abandonar esa
zona de confort, y empezar a vivir libre de programas y libre de
convencionalismos que te limiten como persona, todos esos conceptos que instalo
en tu mente la educación, deberás irlos formateando poco a poco, para paso a
paso formar una nueva identidad, una nueva persona, segura de si misma y
confiada en sus posibilidades, sin miedo al fracaso, porque ese fracaso es solo
un ensayo y sin miedo al juicio porque tu eres el juez.
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