Como es el juego de vivir.






La mayor parte de la población no tiene una convicción muy definida sobre cual es su cometido en esta vida. Generalmente ni la ciencia ni la religión están preparadas para responder a según que preguntas existenciales y esta muy extendida la creencia de que “venimos al mundo para sufrir”, algo del todo incorrecto. El común de los mortales se pasea por el mundo sin platearse demasiadas cosas y cuando llega la hora de hacerse preguntas, las conclusiones a las que llegan suelen estar bastante alejadas de lo que en realidad es su vida. Respuestas simplistas y erróneas, conclusiones que provocan mas daño de lo que en un principio creerían y si de verdad supiesen, no lo harían. Pensar que venimos a este mundo a pasarlo mal, a purgar una culpa o que vivimos directamente en el infierno, provoca que atraigan más sufrimiento y caos a sus vidas.
Antes de nacer y perder nuestro propio conocimiento, diseñamos un plan, un pequeño croquis de lo que queremos conseguir al encarnar en este mundo. En este plan, elegimos quien serán nuestros padres, puede que lo acordemos con ellos incluso antes de que nazcan. Elegiremos el momento idóneo, las personas que vivirán en nuestro entorno, quien se cruzara en nuestro camino con el fin de ayudarnos en nuestro progreso y quien se beneficiara de nuestra ayuda, quienes serán los que formen tu familia, pareja e hijos, que tarea se adecuara a tu crecimiento y unos posibles finales para esa existencia, según vayas logrando tus objetivos.



Tu cuerpo y tu identidad son el vehículo para vivir la experiencia en el juego.

Una vez tengas todo lo necesario diseñado y pensado, nacerás e iniciaras tu viaje en este mundo. La gracia de este juego es, que no recordaras nada, ni quien eres, ni para que vienes y mucho menos como conseguirás tus metas. Estarás completamente a la deriva y serás tú y tu intuición natural, tus únicas herramientas para solventar los escollos que surjan en tu travesía. No me quiero olvidar de un detalle importante, este viaje no lo hacemos solos. Se suele cometer el error al pensar que en esta vida nacemos y morimos solos, y no es así. Nosotros siempre estamos permanentemente acompañados y en continua comunicación. Esta compañía se la suele conocer como ángel de la guarda, guía o maestro superior, Yo superior, etc. Es una conexión que hará que tu intuición y tu conciencia este recibiendo respuestas a tus diatribas, es importante hacer caso a esas corazonadas, escuchar atento la voz de tu conciencia y estar pendiente a todas las posibles señales que nos envíen, para encauzarnos hacia aquello que mas nos conviene.
Una vez iniciada tu andadura tu misión será vivir, como primer punto básico de tu plan. Vivir es experimentar, probar y errar, para volver a probar y aprender. Este será el sistema básico por el cual irás dando bandazos en tu vida. Aprender de los errores para no volver a cometerlos o repetirlos una y otra vez hasta tomar conciencia de ellos. Superar todos los obstáculos y sacar una lectura positiva de ellos. Aprender y crecer, para lograr nuestra evolución. Tendremos el poder de elección, el libre albedrío será el medio que utilicemos en nuestro aprendizaje y ante la duda, nuestra voz interior siempre hará que tomes la mejor opción para ti.
Durante el juego deberás usar tu intuición para tomar las decisiones correctas.


Tendrás un tope de tiempo para cumplir estos cometidos, este tope será lo que dure tu vida. Si eres listo y resuelves todo aquello para lo que viniste, pronto finalizaras tu existencia aquí, habrás acabado el juego con éxito y recogerás las recompensas de haber tenido tus sentidos despiertos. Si por el contrario has elegido, no escuchar a tu conciencia y hacer caso omiso a tu intuición, también es probable que en algún momento tu existencia se halle en un callejón sin salida y finalices el juego, con más pena que gloria.
Una vez finalizado el juego, te desharás del personaje que asumiste y te quedaras tu memoria, todas las lecciones que aprendiste, todas las que no, aquello importante que omitiste y aquello otro a lo que diste la importancia que no merecía. Repasaras toda esa existencia, cotejaras minuciosamente lo positivo y lo negativo de tu vida y juzgaras severamente tus decisiones. Juez de tu propio juicio, serás todo lo severo que creías, incluso más. Si terminas con un balance positivo, habrás crecido y habrás evolucionado espiritualmente y en tu próxima encarnación elegirás nuevas experiencias si las necesitas, reencarnar o no depende de ti. Por el contrario si el balance es negativo, te tocara repetir, pero esta vez no te espera una existencia cómoda, tú mismo diseñaras un plan en el que escapar de aquello tan importante que eludiste una vez sea aun mas difícil, tendrás que aprender esa lección si o si, y puede que de la forma menos suave.
Una vez se acabe el juego, abandona tu personaje y recopila lo aprendido.


La mejor forma de acabar el juego de vivir con éxito, es agudizando nuestros sentidos, escuchar nuestra conciencia y guiarnos a través de nuestro corazón. Tener una actitud positiva y darle una relativa importancia a los dramas que nos surjan, vivir el hoy y no en el ayer o el mañana. Anticiparnos o mirar atrás demasiado, hará que tropecemos de forma repetida y sistemática. Es fácil nublarnos y adueñarnos del personaje que encarnamos, él es solo el medio por el que desarrollar tu experiencia, ese rol y los personajes que entran y salen en tu juego, son los maestros que impartirán las lecciones que debes aprender. Amigos y enemigos harán que la experiencia de vida sea rica y solo si eres consciente, tomaras esos dramas como lecciones. Tómalas, enriquécete de la experiencia y crece con ellas, piensa que eso tan malo que te sucede quizás lo pusiste tu ahí para que espabilaras, no te dejes llevar por la negatividad, aprende la lección y pasa pagina.
Es fácil que no averigües nunca cual es tu propósito exacto de vida, pero si analizamos nuestro presente y utilizamos nuestra intuición podremos elegir el camino correcto y acabar con éxito el juego. 

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