Pensamientos Inspiradores de Ramana Maharsi Separador

Ramiro Calle comparte esta selección de pensamientos del gran sabio indio, y maestro del vedanta advaíta, una de las figuras más admiradas del siglo XX.
La gracia está dentro de
ti. Si estuviera fuera, sería inútil. La gracia es el Sí-mismo. No es
algo que deba ser tomado de otros. Lo único necesario es que sepas de su
existencia dentro de ti. Nunca estás fuera de su funcionamiento. La gracia siempre está aquí, pero no se manifiesta al estar oculta por la ignorancia”.
“La
mente vuelta hacia el interior es el Sí-mismo; proyectada hacia el
exterior se convierte en el ego y todos los fenómenos del mundo. El
Sí-mismo existe sin la mente, pero jamás la mente existe sin el
Sí-mismo”.
“En todas partes está la soledad. El individuo siempre está solo. Su trabajo consiste en buscar en el interior y no en el exterior. No dejes lugar a las distracciones. Lo que viene no puede ser verdadero; lo que Es es lo verdadero”.
“El
estado que trasciende la palabra y el pensamiento es el Silencio. Es
meditación sin actividad mental. Someter la mente es meditación. La
meditación profunda es la palabra eterna. El silencio es siempre
elocuente; es el fluir perenne del lenguaje. El silencio es elocuencia
permanente; es el mejor idioma”.
Pensamientos Inspiradores de Ramana Maharsi
Ramana Maharshi
Ramana Maharshi (30 de diciembre de 1879 – 14 de abril de 1950) fue un importante maestro espiritual hinduista indio.
Ramana Maharshi (fotografía de 1940 aproximadamente).
Pertenecía
a la doctrina vedanta adwaita (‘no dual’, no hay almas y Dios, sino que
las almas son Dios). Fue uno de los religiosos hinduistas más conocidos
del siglo XX, junto a Paramahansa Yogananda y Sri Aurobindo. Vivió en
la sagrada colina de Arunachala en Tiruvannamalai (a 170 km de Madrás)
en el estado de Tamil Nadu (India). El núcleo de sus enseñanzas fue la
práctica de atma-vichara (la indagación del alma).
Juventud
Ramana
Maharshi nació con el nombre de Venkata Ramana (‘la que da placer a
Venkata’, la diosa Lakshm?, consorte del dios Vishnú. Ve?ka?a es un
nombre del dios Vishnú. Desde su juventud, se le empezó a llamar
maharshi, ‘gran sabio’ (siendo mah?: ‘grande’; y rishí: ‘sabio’).
También se le otorgó la denominación Bhagaván (Señor, ‘el que aporta
prosperidad’).
Había
nacido en una aldea llamada Tiruchuzhi, cerca de Madurai, en el sur de
la India. Cuando tenía doce años falleció su padre, policía de
profesión, y se fue a vivir con su tío a Madurai, donde asistió
brevemente al instituto American Mission (misión estadounidense). A los
dieciséis años, oyó a alguien mencionar la colina Arunachala. Aunque él
no sabía el significado de la palabra (es el nombre de una colina
sagrada asociada a la divinidad hindú Shivá) sólo oir este nombre causó
un impacto en él. Por aquel entonces se hizo con una copia del
Periyapuranam de Sekkilar, un libro que describe las vidas de los santos
shivaístas (adoradores del dios Shivá). Ramana decía que hasta ese
momento esa fue la única obra religiosa que había leído; despertó en él
cierta curiosidad por el fenómeno religioso, que desconocía
completamente.
A
mediados de 1896 (a los 17 años), tuvo su primera experiencia
sobrenatural: fue súbitamente abordado por el sentimiento de que iba a
morir. Se acostó en el suelo, convencido de su muerte, retuvo la
respiración y se dijo: «Mi cuerpo está muerto, pero yo aún vivo». Así
alcanzó un espontáneo atma gñana (‘conocimiento del alma’): se dio
cuenta de que él no era el cuerpo, sino el ser. Algunos autores[cita
requerida] dicen que alcanzó el samadhi tras severas penitencias, pero
Ramana negó siempre este extremo: «No tuve período preparatorio o
purgativo de ningún tipo [...] no tenía idea de lo que era la
meditación. [...] El ser no es realizado por la acción de nadie, sino
precisamente cuando contenemos nuestro deseo de actuar, nos quedamos
quietos y silenciosos y somos lo que realmente somos».
Discípulos
El Aruna-chala (monte Aruna).
Abandonó
su hogar y se fue hasta Tiruvannamalai. En el templo de
Arunachaleshvara (Shivá, ‘el Señor de la colina Aruna’) permaneció
varios meses sin comer: «Dejaban alimentos a mi alrededor: leche,
frutas, pero ¿quién pensaba en comer?». Ramana creía firmemente que la
sagrada colina Arunachala era el centro espiritual del mundo. Poco a
poco se acercaron personas que deseaban ser sus discípulos, cautivados
por el «pequeño swami». A partir de 1912 casi se terminaron sus períodos
de absorción prolongada y llevó una vida completamente normal. Su madre
Alagammal se trasladó junto a su hijo, en 1916. Por aquel entonces
Ramana contaba con muchos devotos hindúes de diverso origen y condición,
y varios occidentales, como F. H. Humphreys, el mayor Chadwick, Paul
Brunton, S. Cohen y Arthur Osborne, entre otros.
El
19 de mayo de 1922 murió su madre. Ramana diría sobre este
importantísimo suceso en su vida: «Ella no murió, fue reabsorbida en la
fuente». Él explicaba que ella durante su muerte física, había
experimentado mah? sam?dhi (meditación máxima), y que seguramente se
había liberado del samsara (el ciclo de nacimientos y muertes),
alcanzando la liberación espiritual total.
Cualidades de Ramana
En
su vida él era un ejemplo de orden y puntualidad, además colaboraba en
cocinar, era un gran cocinero, nunca aceptó que se le diera un trato
especial de ninguna manera, siempre fue respetuoso de todas las
creencias. Maharshi conocía perfectamente el inglés, el hindi, el tamil y
otros idiomas de la India, y aunque no es muy conocida su faceta de
traductor, realizó varias traducciones de los clásicos a petición de sus
discípulos, como obras de Shankara Acharia, etc.
Cabe
destacar que, como la mayoría de los maestros hinduistas, fue un
vegetariano vegano, es decir tenía como condición para el desarrollo
espiritual de alto nivel, la necesidad de consumir alimentos sáttwicos
(puros) es decir no consumir alimentos basados en la matanza de
animales, ni sus derivados. Al igual que san Francisco de Asís, fue un
gran amante de los animales, siempre los cuidó y protegió, de manera
maternal, él decía: «No sabemos qué almas pueden habitar esos cuerpos y
para completar qué parte de su karma buscan nuestra compañía». Su
discípula más devota fue su vaca Lakshmí. También había varios perros en
el áshram (en la India los perros son muy despreciados y maltratados),
que incluso no comían hasta que Ramana comía, también varios pavos
reales, monos, mangostas, ardillas y hasta serpientes.
En
1938 recibió la visita de quien sería más tarde el primer presidente de
la India, Rajendra Prasad, quién declaró que había ido a recibir el
darshan (presencia, ‘visión’) de Ramana por consejo del propio Mahatma
Gandhi, que le había dicho literalmente: «Si quieres tener paz, ve al
Ramana áshram (el monasterio de Ramana) y permanece unos días en
presencia de Sri Ramana Maharshi. No hace falta que hables ni que le
hagas preguntas».
Muerte
En
1947 se temía por su salud y en 1949 se le detectó un tumor canceroso
en el brazo izquierdo. Se sometió a varios tratamientos, pero ninguno
dio resultado. Se le veía indiferente frente a su final. A sus
discípulos que se lamentaban les decía: «Se desaniman porque dicen que
me voy, pero ¿a dónde podría ir, y cómo?». Falleció el 14 de abril de
1950, a los 70 años de edad.
Sus enseñanzas
Lo
que encontramos en la vida y las enseñanzas de Sri Ramana es la más
pura esencia de la India; su aliento de una humanidad liberada del
mundo, y que libera del mundo, es un canto de milenios…para el hindú
está claro que el sí-mismo, en cuanto fuente espiritual, no es diferente
de Dios; y en la medida de que el hombre permanece en su sí-mismo, no
sólo está contenido en Dios, sino que es Dios mismo. Respecto de esto,
Sri Ramana es clarísimo. La sabiduría y misticismo de Oriente tienen,
por lo tanto, mucho que decirnos. Están ahí para recordarnos las cosas
similares que tenemos en nuestra propia cultura y que hemos olvidado…
Nada menos que el destino de nuestro hombre interior. La vida y las
enseñanzas de Sri Ramana no sólo son importantes para el hindú, sino
también para el occidental. No sólo configuran un documento de gran
interés humano, sino también un mensaje de advertencia, dirigido a la
humanidad que corre el riesgo de perderse en el caos de su inconsciencia
y de su falta de control.
Carl Gustav Jung (psicólogo suizo).1
Ramana
enseñó un método llamado atma vichara (autoindagación del alma), en el
que el buscador focaliza su atención continuamente en el «pensamiento
yo» (la base de la actividad mental), con el fin de encontrar su origen.
Al principio esto requiere esfuerzo, pero finalmente surge algo más
profundo que el ego, y el pensamiento se disuelve en el atman-Brahman
(alma-Dios). Ramana creía en las palabras del Mandukia upanishad dice:
«Aiam atma brahma» (‘el alma es Dios’).2
Ramana
es reconocido como un maestro hindú de la corriente de pensamiento
védico ved?nta (‘final de los Vedás’) aduaita (‘no dual’, no hay almas y
Dios, sino que las almas son Dios), y tuvo muchos seguidores en India y
en el exterior.
El pensamiento de Ramana se basa completamente en la doctrina adwaita que se desprende de los textos Upanishad.
Obra
Poemas devocionales (bhakti)
Sri arunachala atchra-mana-malai (guirnalda de letras para Sri Arunachala).
Sri arunachala nava-mani-malai (collar de gemas para Sri Arunachala).
Sri arunachala pathigam (once estrofas a Sri Arunachala).
Sri arunachala ashtakam (ocho estrofas a Sri Arunachala).
Poemas doctrinales (gñ?na)
Upadesha ulladu (la esencia de la instrucción).
Ulladu narpadu (cuarenta [versos] sobre lo real), en tamil.
Anubandham (suplemento del anterior).
Eka atma panchakam (cinco estrofas sobre el alma única).
Poemas menores
El canto de popadum.
El conocimiento de atman.
A propósito de su aniversario.
Reproches al estómago.
Excusas a las avispas.
Respuestas a su madre.
Por la curación de su madre.
Arunachala ramana (‘Ramana, el de la colina Arunachala’).
El ser en el interior del corazón.
Soñar despierto.
Nueve estrofas sueltas.
Traducciones
Realizó varias traducciones de los clásicos, siendo muy destacadas las de las obras de Shankará Acharia:
Viveka chudamani.
Drig drisia viveka.
Dakshina murti stotra.
Atma bodha.
Bibliografía
Anónimo: Pláticas con Sri Ramana Maharshi. Buenos Aires: Kier, 1993.
Anónimo: Sri Ramana Gita. Málaga: Sirio, 1987.
Anónimo: Sat Darshanam. Málaga: Sirio, 1988.
Ballesteros, Ernesto (traductor): Día a día con Bhagav?n. Madrid: Etnos, 1995. Traducción al español de sus conversaciones.
Ballesteros, Ernesto: Las enseñanzas de Ramana Maharshi. Barcelona: Kairós, 1998.
Ballesteros,
Ernesto (traductor y comentarista): Sat darshanam (‘seis conferencias’,
obra acerca de la doctrina adwaita). Madrid: Bhisma, 1990.
Muruganar, Sri (1893-1973): Gurú vachaka kovai (‘serie de palabras del maestro’).3
Ramana: Upadesha undiyar (‘la esencia del autoconocimiento’, en tamil, 30 frases doctrinales). México: Yug, 1992.
traducido al sánscrito como «Upadesha saar».
. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años