AMOR Y LUZ
TOMADO DE http://www.espaciohumano.com
Vivimos una época de grandes
cambios que nos conduce a un proceso constante de sanación y liberación de
todas las trabas y bloqueos que nos impiden conectarnos con nuestra esencia. En
este camino de reencuentro y reconocimiento propio, seremos conscientes de que
todas las experiencias pasadas si tuvieron un sentido, el de ayudarnos a
recordar, a través de las experiencias físicas, que siempre hemos sido
conciencia y energía conectados con el amor.
En la actualidad estamos experimentando un salto cuántico a
nivel de la conciencia humana. Cada uno de nosotros debemos elegir si queremos
nadar con la marea cósmica del cambio o, en contra de ella, luchando
inútilmente por la preservación de modelos ya caducos. Estamos viviendo el despertar
cósmico de nuestro ADN, en el proceso de afinación al nuevo código de creación,
para poder cantar la canción de unidad con todo el universo. Cuando logremos
escuchar esta sinfonía, descubriremos que toda la materia está interconectada y
potencialmente entretejida con el cosmos a través de las ondas cuánticas, y que
no existe la nada o el espacio vacío. Se trata del extraordinario Campo Unificado que contiene el mapa o
diseño de nuestra existencia. Todo y todos estamos conectados unos con otros
mediante este campo, donde la información de todos los tiempos está archivada. La
existencia de este campo de energía sugiere que todas nuestras acciones y
pensamientos se pueden sentir y oír, en todas partes. Nos han enseñado tradicionalmente
que toda causa produce un efecto, que toda acción una reacción, que todo acto tiene
una consecuencia. Hoy sabemos que toda acción no genera una, sino miles de
reacciones, miles de consecuencias. Cada acción personal tiene consecuencias
para todo el planeta.
Comprender el universo como una unidad es fundamental para
aceptar que todo lo que existe y sucede, es perfecto. De manera que lo que
parece absurdo o injusto nos esta ayudando en nuestro proceso de transformación
y cambio constante. Eso es lo que ha elegido nuestra conciencia para
desarrollarse a través de una serie de experiencias que nos conducen en última
instancia a la sabiduría y a la compresión de que nuestro origen es el amor y
que todo existe por amor. Cuando hablamos de amor nos estamos refiriendo a todo
aquello que conecta con el sentido más puro de lo que somos realmente, seres de
luz, y la luz es amor. Nada se escapa a la magia del amor, a la energía
transformadora que nos ayuda a evolucionar reconociéndonos creadores de nuestra
realidad. El amor viene de otras dimensiones y se instala en nosotros como si
fuera una flor y se ancla, hecha raíces y florece en la medida en que nosotros
también florecemos.
Todo lo que nos rodea fue creado por y para el amor, fue creado
con amor. La búsqueda incansable e intrincada del ser humano siempre ha sido
este sentimiento fundamental, que modifica todo lo que toca y altera la materia
misma. Esta debajo de todas las cosas, todo rezuma amor, pero no sabemos verlo
porque nos ciega el ego, lo que no somos realmente, el personaje que nos habla
y nos confunde hasta perdernos.
Sin amor no hay
vida. El amor estructura la vida, le da su razón de ser, en definitiva, vivimos
para amar. Sin amor no vamos a ninguna parte. Estamos compuestos de esta
energía, de esta vibración, porque el amor nos abre, nos expande hacia la vida.
Los sentimientos contrarios al amor nos cierran a la vida, y lo más importante nos
cierran a nuestro propio conocimiento interior. Nuestra esencia vibra en esta
frecuencia y para conectar con ella debemos también vibrar alto. Dura prueba a
la que nos enfrentamos en la densidad de la materia. Hasta que no seamos capaces
de amar sin reservas, sin límites, sin medida, no descubriremos lo que es el
amor incondicional. El amor no tiene su origen fuera de nosotros, somos la
fuente del amor y desde nosotros se expande a todo.
No podemos realizar nada que no hayamos aprendido, ni expresar
algo que no hayamos interiorizado. No podemos ofrecer algo que no conozcamos o
que no hayamos experimentado personalmente, por eso debemos aprender primero a
amarnos a nosotros y después sabremos amar a los demás. Es sencillo, el
aprendizaje siempre es igual, practicamos y ponemos en acción. Esta es la
asignatura pendiente más importante que tenemos en la escuela de la vida. ¿Hasta
cuando vamos a posponer este aprendizaje? Dejemos de mirar hacia fuera, de
mirar a los otros y culparlos de nuestros problemas. Yo soy la causa del
problema porque nunca me he mirado, porque no sé quien soy y por supuesto no
puedo querer lo que no conozco. ¿Por qué les pedimos a los demás que nos
quieran cuando ni siquiera nosotros somos capaces de querernos? ¿Cómo es
posible que exijamos algo que no somos capaces de darnos? El amor a uno mismo,
ese amor que nos debemos y que no nos hemos dado durante toda la vida, es el
que nos llevará a crecer hasta el infinito y ayudarnos a conocernos y elevar
así nuestra vibración.
El origen de la enfermedad lo tenemos en esa falta profunda y
absoluta de amor a nosotros mismos. Esa ausencia de amor nos hace daño, nos
enferma, cuando no conseguimos encontrarlo tampoco en los otros. El amor posee la
información necesaria para la salud, equilibra todos los cuerpos y los chacras,
ayuda a fluir con la Tierra y el Universo, es la puerta a la inmensidad, al
infinito, a todo lo que somos y sentimos, y nos abre a la verdad que está
encerrada en lo más profundo de nuestro interior. Nuestra frecuencia vibratoria
cambia en función de las emociones que experimentamos. Nuestro campo
electromagnético se desequilibra porque estamos desconectados con nuestra esencia,
que es amor.
Encontramos la salud cuando elevamos nuestra vibración
consiguiendo que nada nos altere, queriéndonos y amándonos. De aquí parte el
autentico conocimiento de nosotros y del Cosmos. Responder a las preguntas
básicas: quien soy, de donde vengo y a donde voy, puede determinar
definitivamente mi camino en la vida, me puede situar en la posición correcta,
desde donde iniciar mi propio proceso de evolución. Conectar con el amor es
conectar con una frecuencia sanadora. Cuando conectas con esta alta frecuencia
vibratoria ya no hay vuelta a atrás, ya nada ni nadie puede deshacer esa conexión
porque el amor es impenetrable y sabio. Empiezas a reconocer todo lo que pasa a
tú alrededor y poco a poco vas siendo más intuitivo, dejas de preocupar porque haces las cosas y prestas más atención
a lo que sientes cuando las haces. Esta información es una verdadera ayuda para
tu crecimiento y autosanación.
Finalmente gracias al amor que brota de ti, empiezas a obtener
la información que siempre has necesitado para vivir y brillar. Esa información
posibilita la apertura de conciencia, que te permitirá evitar a las personas y
las situaciones que te perjudican. La información puede llegar de muchas formas,
a través de intuiciones, de sincronicidades, directamente de tus guías o de tu
yo superior. Conectar con tu esencia, con tu alma, con tu yo superior es el
camino más directo hacia el éxito de todo lo que emprendas. Conectar con el
amor es conectar con tu frecuencia vibratoria, con la energía Universal, con lo que estaba previsto para ti.
Yolanda Granados
Terapia regresiva
Lectura de Registros
Akáshicos
Sanergista Nivel 4
Licencia CIB nº568
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