Si crees que puedes, tienes razón.

Vibro en la más alta frecuencia; mantengo siempre ese ritmo; convierto el poder en un hábito; atraigo a mi vida lo que deseo.
El secreto de la vibración alta o estable, radica en manejar la frecuencia como si estuvieras sintonizando una estación de radio, así como de pronto se escuchan ruidos extraños y das vuelta a la perilla hasta encontrar el sonido nítido y fino, o en una sinfónica si algún instrumento entra a mal tiempo todo se desarmoniza.
Es más fácil aceptar nuestros defectos que nuestros logros, después de conseguir algo que habíamos buscado, comenzamos un nuevo camino hacia otros objetivos, olvidamos el proceso que nos llevó al éxito anterior, esto hacemos comúnmente, sin siquiera saborear el haber sido capaces de llegar donde estamos.
La memoria es corta y típica del ser humano. ¿Cuántas veces olvidamos lo mucho que hemos avanzado y enfocamos nuestra energía en los errores cometidos, como si observáramos un punto negro en un pizarrón blanco?
El secreto de mantener la frecuencia es un arte que requiere de hacer pausas continuas, evaluar logros intermedios; precisa retomar las experiencias constructivas y exitosas en vez de olvidarlas, se acompaña de la fuerza interna, de la importancia por lograr el fin.
Debido a que las vibraciones de tu energía atraen energías de la misma frecuencia, debes emitir energías, pensamientos y sentimientos de un alto calibre que estén en consonancia con lo que quieres ser, hacer y experimentar.
Enfocarse significa dirigir tus pensamientos y tus acciones hacia los propósitos que hayas elegido, habilidad que requiere de práctica. Conforme desarrollas tus poderes de enfoque notarás que la claridad mental y el binomio comprensión-entendimiento aumentan día a día.
Uno de mis grandes maestros me enseñó la diferencia entre los patrones de alta y baja energía.
El fracaso, el sufrimiento y eventualmente las enfermedades, surgen de la energía baja. El éxito, la salud y la felicidad, surgen de la energía alta. El secreto consiste en mantener el poder en lugar de mantener la fuerza.
Es de grandes magos mantener el equilibrio y vibrar alto, como si tuvieras alas y pudieras volar.
Fuerza es imposición, para mantenerla es necesario luchar constantemente. Poder, en cambio, atrae todo lo que lo rodea. El poder tiene la seguridad de ser y estar, su fuente es inagotable, su presencia brinda paz, confianza y esperanza. En contraste, la fuerza consume demasiada energía, se alimenta de enemistades y desconfianza.
Debes elegir el poder sobre la fuerza, es mediante éste y la alta frecuencia vibracional que enfocarás tus pensamientos y tus acciones hacia cualquier meta que te hayas propuesto. Mantener la frecuencia es vivir en conciencia.
El tamaño de la meta es irrelevante, incluso haber llegado sólo a metas intermedias. El esfuerzo y el camino son nuestro propio secreto, retomarlo como hilo conductor es nuestra obligación. Es un proceso de confianza y valoración real de nuestras características y posibilidades, es recuperar nuestra autoestima y la seguridad en la consecución de los logros que nos hemos propuesto.
Y tú, ¿vibras alto y de manera constante?
¿Tu alta vibración nace de tu centro o te llega de fuera?
¿Las circunstancias te son favorables por casualidad?
¿Has aprendido a manejar y concentrar tu energía, o permites que se disipe ante tus sentimientos limitantes?


**Autor: Terry Guindi



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