El aquí y ahora.

En algún momento tu vida es posible que te hayas preguntado cómo puedo hacer para que mi vida esté mejor en las áreas clave para sentirme bien como lo son:  la salud, el amor y la prosperidad y a lo mejor pensaste que era necesario hacer un cambio para que esto ocurriese.

En este sentido tengo dos buenas noticias para ti, la primera es que tu vida puede mejorar significativamente en este mismo instante y la segunda es que puedes llegar a convertirte en tu propio terapeuta, aunque a mí me gusta más la frase “tu maestro interno”.

La forma de conseguir esto es viviendo aquí y ahora.



Para expresar el presente, el pasado y el futuro, emplearé el símbolo de la espada como metáfora del tiempo, ésta nos facilitará la comprensión del misterio de la vivencia del presente y de cómo el pasado puede condicionar nuestro presente y futuro.
El filo de la espada simboliza el presente, uno de los lados, el pasado y el otro lado, el futuro. Los tres tiempos cronológicos están contenidos en la espada. Tanto el pasado como el futuro están bien determinados en la hoja de la espada, pero, ¿dónde acaba el lado del sable para dar comienzo al filo sin que se llegue al otro lado? ¿Dónde está el límite del pasado y donde comienza el futuro? En realidad, ni el pasado ni el futuro están sucediendo en el presente, porque no son el presente, lo único real es el instante del ahora; como lo único que corta de la espada es el filo. El pasado lo fue y el futuro aún no está aconteciendo; por tanto, el pasado y el futuro no están existiendo.
La espada es símbolo de libertad, de justicia y de valentía, entre otros significados. Empuñar la espada precisa coraje (“corazón” viene del latín cor ‘corazón, núcleo, centro’; “coraje” es atreverse a actuar con valentía desde el corazón). Necesitamos coraje para vivir el presente y limpiar el pasado, necesitamos coraje para enfrentarnos –desde lo que realmente somos– al futuro; a un futuro recolector de una cosecha fructífera. También debemos preparar el terreno para el último destino después de la muerte, ya que hay que vivir como si fuésemos a morir hoy mismo y aprender a morir como si fuésemos a vivir eternamente. Somos seres de paso, sí, pero de paso para vivir el Aquí y el Ahora, disfrutando de la vida, mirando a un futuro prometedor. ¿Cómo quiero vivir?

Vivir el momento, el eterno presente; es retornar a uno mismo, a la esencia 
Vivir el presente es estar en una dimensión fuera del pasado y del futuro, vivir el instante es puro conocimiento y sabiduría.
Nuestra forma de estar en el mundo es vivir el Aquí y Ahora, porque es donde llueven las señales desde el cielo, es lo único que podemos hacer en esta vida, vivir el presente decodificando las señales que descienden. Todas las señales descienden acorde a las circunstancias, todas ellas dependen de un plan perfecto. Nuestra misión es decodificar las señales, pues son indicaciones para el hacer, según las circunstancias del momento.

Leer las señales es leer la verdad que está pasando en estos momentos; cuando pierdo la capacidad de leer las señales, aparece el egoísmo y me encierro en el habitáculo de mi ego.
El órgano que interpreta las señales que descienden del cielo a la tierra es el corazón, el cual actúa como un decodificador de señales, algo similar al circuito decodificador de un televisor que traduce las señales que le llegan del aire en señales visuales en la pantalla. Este circuito decodificador del televisor tiene esa propiedad de leer las señales y de interpretarlas. El corazón del ser humano tiene la facultad para interpretar las señales que le llegan del cielo, no es la mente mecánica con sus programas la que decodifica estas señales.

Viviendo el instante, es cuando adquirimos conocimiento; no lo adquirimos viviendo el pasado, porque el pasado ya sucedió, ni tampoco adquirimos conocimiento en el futuro, porque el futuro aún no se ha dado.
Si te preguntas, ¿qué hago en este momento? Nada en especial, simplemente hacer lo que ha sido decretado para ti en ese mismo momento. Aceptar lo que viene en cada momento es aceptar el destino; aceptación es amor. Si aceptamos, las cosas se facilitan y nuestras capacidades se despiertan. Nuestra actitud en el momento es un estado de alerta, sin juzgar, simplemente observando desde la consciencia. Viviendo el momento, la armonía se manifiesta y se dispersa el sufrimiento.

Al leer esto puede que te preguntes ¿y cómo hago eso? y la respuesta es más sencilla de lo que crees, en realidad es tan sencilla que no vas a creer que algo tan sencillo pueda tener un efecto tan poderoso en tu vida.

Se trata de la primera técnica para vivir en el aquí y el ahora que consiste en poner atención o tomar conciencia de tu RESPIRACIÓN.
¿Ves lo fácil que es?, entonces hazlo en este momento, comienza a conectarte con la vida que está presente aquí y ahora, practica esto y los cambios se darán por si solos.
Si después de hacer esto sientes alguna diferencia en tu momento presente entonces ya has dado con una forma de sentirte bien que es la clave para obtener todo lo demás.

La visión del futuro
“Soy un ejecutor de acontecimientos que suceden en el presente, ejecuto eslabones, engramas de un plan futuro. Me adentro en el futuro interpretando los signos que aparecen en mi vida cotidiana, especialmente los imprevistos, es decir, todo aquello que no entra en mis expectativas. En la planificación del futuro tengo que descubrir cuáles son mis potencialidades y mis límites reales. Tengo que considerar cuáles son mis prioridades y ver el condicionamiento que hay en mi Inconsciente.
Se te ha dado la felicidad en lo más profundo de tu corazón. Si no eres feliz, bucea en el Mar de los Sargazos de tu interior, sin temor a los monstruos marinos que habitan en las profundidades de esa oscuridad. Despójate de tus formas artificiales de pensar y de sentir y rescata la forma original que mora en ti.”

¡Feliz presente, feliz hoy!

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