RESTAURANDO EL DIVINO FLUJO CIRCULATORIO


FUENTE http://lospasosdelalma.blogspot.com/
El Divino Flujo Circulatorio; es nosotros y nosotros lo somos. Ningún ser humano, animal, árbol, roca o Chohan puede estar fuera del divino flujo y todos están en relación, conectados y unidos, por medio del espíritu y la materia, la vida y el aliento. Todas las formas, no importa lo pequeñas que sean, son parte del cuerpo de manifestación del Logos Planetario; estamos entrelazados en el flujo de esta Gran Vida y en cierto modo Ella es afectada por nuestras acciones y pensamientos, en cooperación o en oposición con la divina intención o propósito.

La visión de la totalidad está emergiendo rápidamente hoy en día, y las energías del 7º rayo están estimulando un nuevo sentido de síntesis y un reconocimiento más claro de las relaciones dentro del todo. Se puede ver la revelación de la nueva visión en cada campo de la actividad humana. La gente está demostrando la comprensión de que si envenenamos las aguas, el aire y la tierra, literalmente estamos envenenándonos a nosotros mismos y a nuestro hogar, una verdad que los pueblos indígenas han sabido y practicado por milenios. “Todas mis relaciones”: los pájaros y animales, las aguas y la tierra, el cielo; todo. De la misma forma, los pensamientos que afirman el amor y la armonía de la vida tienen un comprobado efecto positivo sobre el medio ambiente. La ciencia ha verificado que los sentimientos de amor cambian el campo electromagnético del cerebro y que esto puede ser registrado por otros cerebros. El campo planetario, el campo etérico, es un campo, un “depósito de pensamiento” completamente interconectado, que afecta a todos y a disposición de todos.

Uno de los principios fundamentales de la recién revelada Yoga de Síntesis es esta idea de relación, “el gran tema subyacente de nuestro Logos Planetario”. En formas nuevas la humanidad está experimentando sus diferentes relaciones y llegando a ser consiente de sí misma como un todo sintético. Tu crisis económica es mi crisis económica. Los acontecimientos en una parte del planeta, tales como volcanes, terremotos, o los vertidos de petróleo afectan a la gente que vive a miles de kilómetros y cualquiera puede comunicarse instantáneamente por todo el planeta por medio de Internet. Se puede ver esta interrelación especialmente a través de la lente de la crisis financiera global, los desastrosos efectos del largo período de nuestra errónea forma de pensar sobre el dinero.

Pero ¿qué es el dinero? El dinero es sólido, es las gemas y metales y preciosos, el oro y la plata. El petróleo, el ganado y la tierra son monedas. El dinero nos proporciona los aspectos materiales de la vida; la comida, el refugio, la ropa, etc… y nos es más fácil considerarlo en términos materiales, como algo de lo que dependemos, algo con lo que compramos cosas. Pero también es papel, no mucho más ahora. El papel utilizado para representar el oro almacenado en un lugar que nunca podríamos ver. Se nos ha dicho que está ahí y lo hemos creído. Ahora, todos estamos de acuerdo en que un trozo de papel especial tiene valor. Ustedes están de acuerdo con esto porque he escrito cierta cifra sobre un cheque que es el valor de ese importe de dinero para ustedes, y todos estamos pasándonos pequeños trozos de papel con números escritos sobre ellos. Ahora, con las tarjetas de crédito, todos estamos de acuerdo en que una señal electrónica en la pantalla de un ordenador podría representar miles de dólares o euros, y ser movilizado a través de medio mundo en un segundo. El dinero está moviéndose más rápido, y ha llegado a ser menos denso y más eléctrico, más pránico y etérico. Parece que estamos más cerca de una comprensión del dinero como energía.

Esencialmente, el dinero es un acuerdo mutuo y un acuerdo supone relación. El dinero es un medio que nos sitúa en muchas clases de relaciones y acuerdos y todos tenemos algún tipo de relación especial con el dinero. En un sentido muy real, el dinero nos fuerza a tratar con las cosas en el nivel más físico y proporciona la oportunidad de tener adecuadas relaciones con la materia y la sustancia física. El dinero posee una habilidad única para traer a la superficie las cualidades internas que necesitan ser examinadas y transformadas, a la luz del alma, en el plano de la unidad y de la totalidad. Habitualmente lo utilizamos diariamente de alguna manera y cuando lo hacemos, ¿lo utilizamos o lo consideramos como energía, como prana o como lo ve la Jerarquía, “la consolidación de la amorosa y viviente energía de la divinidad”? ¿Lo manejamos como lo haría un discípulo de los Maestros? ¿Estamos preparados para ver el dinero como divino?

Cuando sentimos la corriente de la nueva vida barriendo, fluyendo divinamente a través nuestro, estamos encargados de trabajar con esfuerzo renovado y sostenido para satisfacer la necesidad humana con amor, comenzar a pensar en forma nueva y manejar las nuevas energías más hábilmente, especialmente la energía del dinero. La Fuerza Unificadora está empujándonos hacia un reconocimiento más claro del dinero como energía divina y amorosa y como una herramienta vital en el trabajo de restauración y redención. Todos podemos ser filántropos en el sentido más auténtico, que es el de amantes de la humanidad, y usar nuestro dinero para traer belleza y orden al mundo y construir una nueva y unificada humanidad.

Sri Aurobindo dijo, “El dinero es el signo visible de una fuerza universal, y esta fuerza en su manifestación sobre la tierra…es indispensable para la plenitud de la vida externa. En su origen y su verdadera acción pertenece al Divino”. La fuerza unificadora del amor mantiene todas las cosas juntas y en última instancia, no se trata del dinero, se trata del amor.

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