4 tips para desbloquear la creatividad
harmonia.la
Contacto Interactivo
Resulta
realmente común encontrar en cualquier lugar a muchas personas
utilizando el celular. Ya sea en una cafetería, en el aeropuerto,
caminando por la calle e incluso al conducir, son pocos los minutos que
algunos pasan despegados de la pantalla.
El problema de
este hábito, cuya adquisición es relativamente nueva, es que al pasar
tanto tiempo con la mirada fija en los celulares o computadoras nos
perdemos de muchos sucesos que ocurren a nuestro alrededor (incluyendo
algunos momentos de riesgo, como cruzar la calle). Por ejemplo, ¿por qué
desaprovechar un hermoso amanecer para pasarnos el rato tomando fotos
de nuestros amigos?
Aunque respetamos a quienes
disfrutan de pasar el tiempo en sus teléfonos, también sabemos que hay
muchas personas interesadas en moderar el uso que hacen de la
tecnología. Para ellos hemos preparado estos tips para utilizar con moderación los celulares.
Primer paso: tratarlo como una adicción
Al
igual que en el caso de las adicciones, el primer paso es reconocer que
tienes un problema con el uso de la tecnología. ¿Te causa ansiedad
no tener tu celular cerca? ¿Si recibes un mensaje debes responder de
inmediato? ¿No soportas dejar que el celular vibre sin revisar de qué se
trata? Entonces podrías tener una adicción.
Segundo paso: alejar la tentación
Si
tener el celular cerca sin utilizarlo te hace sentir nervioso, mejor
déjalo en casa. Al principio será muy extraño, es cierto, pero pronto te
sentirás liberado. También puedes activar el modo avión y decirle adiós
por un rato a las interminables notificaciones.
Tercer paso: desapego de las redes sociales
Si
sientes que no puedes dejar el celular en casa, prueba borrando del
teléfono las aplicaciones que más te distraen. Así cuando quieras entrar
no será tan sencillo y tendrás tiempo para modificar esta costumbre.
También puedes cerrar tus cuentas de redes sociales si crees que es
necesario. Puedes volver en cualquier momento y verás que, salvo algunos
detalles de diseño, las cosas seguirán bastante igual.
Te recomendamos: Esta es la razón por la cual las redes sociales nos pueden deprimir
¿Y ahora qué hago? Una vez que encuentres la forma para despegarte de tu celular, prueba lo siguiente:
Observa
Una
costumbre en desuso. Observar a nuestro alrededor es realmente
estimulante. ¿Quiénes te rodean? ¿Cómo se visten? ¿Qué colores dominan
el paisaje? ¿Qué estará pensando la persona junto a ti? Verás que es
divertido simplemente observar.
Escucha tu mente
En
tu mente residen una serie de pensamientos mucho más interesantes que
la fotografía de tu amiga en el gimnasio. ¿Te has dado el tiempo de
escucharlos?
Escribe
Lleva
contigo un cuaderno y una pluma y cada vez que sientas esa ansiedad por
publicar un pensamiento o por registrar una idea, escríbela. Luego
puedes releerlas y decidir si quieres compartirlas o no.
Platica
¿Cuándo
fue la última vez que platicaste con tu mejor amigo de la preparatoria?
¿No te gustaría saber qué hay de nuevo en su vida? ¿O qué tal si te
animas a invitar a esa persona a salir? ¿O si platicas con tus amigos de
siempre, pero sin los celulares cerca? Volver al contacto humano es
saludable. Si te cuesta trabajo, considera estos consejos de un introvertido para iniciar y mantener una conversación.
Lee
La
lectura es la mejor herramienta para despertar la imaginación y la
curiosidad. Recupera estas sensaciones con un buen libro; hay mucho de
dónde elegir, pero mientras descubres tus propios gustos literarios te
recomendamos 8 libros para meditar, 5 libros para trascender el miedo a la muerte, 5 libros para aprender a ser feliz o estos 12 libros para el bienestar integral.
Traza nuevas metas
Cuando
vemos miles de videos al día llenos de inspiración e información es
común que queremos realizar cientos de cambios en nuestra vida. No tan
rápido. Es mejor trazar nuevas metas plausibles y concretas e ir tras
ellas en vez de imaginarnos salvando los osos polares al mismo tiempo
que paramos la guerra en Siria.
Adquiere nuevos hábitos
Se
sabe que pasamos mínimo 1 hora al día frente al celular, sumado a todo
el tiempo que dedicamos a la computadora y otras pantallas. ¿Y si usas
ese tiempo para hacer ejercicio, aprender otro idioma o ir al teatro?
Quizá sea mucho más productivo.
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