La tercera fuerza y la colaboración de los opuestos - David Topí
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Alguna
vez hemos dicho que más allá de las fuerzas duales y del baile de los
opuestos que gobiernan la realidad, una tercera fuerza, la que completa
la tríada que forma toda energía de la Creación, tenía el control final
de todo. Todo elemento está formado por tres componentes que responden a
una parte activa- otra pasiva- y otra neutra. La lucha de fuerzas entre
lo activo y positivo, y lo pasivo y negativo, se manifiesta en la
realidad como el mundo bidireccional, bipartidista y dual que todo lo
rige, y el tercer observador se queda equidistante, como bien le
corresponde, observando, y procurando que ninguno de sus dos extremos se
vayan demasiado hacia un lado u otro.
En el artículo sobre esta tercera invisible fuerza decía:
Imagino que muchos conocéis que el símbolo para representar “la Fuente”, aquello de donde “todo” emana es un triangulo. Se lo asocia con tres fuerzas, energías y cualidades, y aunque entendamos y percibamos la existencia como un juego de opuestos, una realidad donde vivimos dentro y bajo el concepto de la dualidad, en realidad, el juego tiene siempre tres partes. No importa que sistema filosófico, religioso, cultural, esotérico o metafísico leáis, todos los fenómenos que existen surgen de la interacción de tres fuerzas. Una se describe como de naturaleza activa, creadora; la segunda como pasiva, receptora; y la tercera como mediadora y neutra.
Esta tercera mano
que mueve la cuna es la que está dejando que muchos eventos de una u
otra polaridad tengan su reflejo en esta realidad en estos momentos,
pues las fuerzas de uno u otro signo son los que detonan con cada vez
más fuerza e insistencia la sanación y transmutación de aquello que ya
no concuerda con la realidad macro que se está formando a nivel global y
colectivo, para el trabajo que se ha de hacer de cara a seguir
avanzando en la transformación planetaria. Así como el agua es
antagónica al fuego, al menos a nivel de fuerzas arquetípicas, también
pueden colaborar cuando una tercera fuerza interviene para ello. Ni el
agua se acercaría al fuego por si sola porque se evaporaría, ni el fuego
permitiría que el agua cayese sobre ella porque lo apagaría, pero si
mediante otro sistema intermedio el fuego es usado forzadamente para
calentar el agua, obtenemos una energía mezcla y producto de la
cooperación entre las dos fuerzas opuestas que sirve a un tercero para
un bien mayor (en este caso, un humano en la ducha, por decir algo, o
tomar una taza de té).
Aquello que mueve que
fuerzas opuestas voluntaria o involuntariamente se unan para acometer un
bien mayor está fuera de control de ambas polaridades, que se ven
involucradas en acciones o eventos que no saben que están sirviendo para
un propósito más amplio que el preparado inicialmente por ellas. Como
ejemplo, cuando hubo el anuncio que comentamos de la posible tormenta solar o evento espacial por parte de Obama
para sembrar miedo, se hizo con esa intención, y esto como consecuencia
formó el egregor que ya comentamos. Pese a nuestros intentos de
transmutar el egregor y eliminarlo con las fuerzas de la polaridad
contraria, la tercera fuerza, por decirlo así, no nos dejó hacerlo, ya
que suponía una oportunidad de crecimiento para otros como también
dijimos en el artículo hace unas semanas.
¿Quien
es esta tercera fuerza a nivel planetario? Es la que rige, posiblemente,
el propio crecimiento del planeta. No es ninguna raza de las que están
ahí fuera, estas pertenecen a una de las dos polaridades que luchan
entre si, unas por el sometimiento y el status quo de dejar
todo como está, y las otras por ayudar a la liberación del ser humano y
por un cambio a nivel global, pero, algo, “más arriba”, trabaja por que
todos y cada uno de nosotros tengamos las oportunidades de acercarnos
más a nuestro verdadero origen y ser interior, usando los
acontecimientos que la dualidad y las fuerzas que las representan siguen
poniendo en marcha en el tablero de juego que es nuestro planeta.
Estar
alineado con la tercera fuerza no se antoja factible en el plano
físico: o se está trabajando para el cambio o se está trabajando para
mantener el sistema existente de esclavitud no declarada y de ser
recursos para otros, ya que mantenerse neutro en esta situación actual
(no hacer nada) suma al status quo actual, pues la inacción de no
trabajar en uno mismo (siendo la única forma de cambio) favorece a una
de las dos polaridades por estar así diseñada esta realidad.
Es
correcto que hay personas que trabajan bajo la energía de la
neutralidad, y mantenerse alineado con ella en algunos aspectos supone
permanecer como “guerreros independientes”, en una batalla que, aunque
tiene claro vencedor, pues desde un futuro que ya existe ya se decanta
hacia una polaridad de cambio positivo y evolución de consciencia, tiene
los tiempos lineales de cambios marcados por el esfuerzo de la
polaridad contraria y la ofensiva llevada a cabo por esta para recuperar
continuamente el terreno perdido.
A este
respecto, cuando el mundo entra en un estado de semicaos energético como
en estos momentos, la vida de todos los seres humanos se ve alterada.
No hay realidad individual que no sufra los vaivenes y las consecuencias
de las modificaciones en las líneas temporales, campos mórficos y demás
niveles y ajustes planetarios, pero es complicado y difícil que se haga
llegar esta información a la masa de la humanidad sin suscitar miedos,
distorsiones o causar más confusión en nosotros. Estas repercusiones son
necesarias y forman parte de los proyectos y reajustes a gran escala
que hay que realizar para que la línea 42 pueda afianzarse con total
seguridad. En breve, en un lapso de tiempo no determinado, este tipo de
desbarajuste vibracional para muchos se sentirá menos y será más fácil
de llevar. Nuestro trabajo sigue siendo con la gente y el trabajo con el
planeta sigue siendo cosa de esas otras fuerzas que siguen sus propias
agendas a otros niveles mientras nos facilitan oportunidades de cambio
interior.
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