EL APOCALIPSIS ES REVELACION NO DESTRUCCION.
¡¡Pero nos lo han hecho creer asi para rechazarlo!!
¿Qué es el Apocalipsis?
El Apocalipsis es el último libro de
toda la Biblia. Y siempre ha sido un misterio para los seres humanos. Y
como es un libro misterioso, ha sido motivo de muchas malas
interpretaciones. También ha sido motivo de preocupaciones en todas las
épocas, pues muchos han visto en él sólo destrucción y castigo.
Apocalipsis significa “revelación”. El
Apocalipsis es la revelación de Jesucristo a San Juan acerca de los
acontecimientos futuros. ¿Qué se nos revela en este libro?
Primero, que existe un mundo invisible para nosotros (Quinta Dimension y los reinos astrales).
En segundo lugar, que ese mundo
invisible está -podríamos decir- separado de nosotros como por un vidrio
(la mente-matrix), que es opaco de nuestro lado (nosotros no podemos
verlos), pero transparente del lado invisible (pero ellos si pueden
vernos).
Pero lo más importante es que Dios
(Dios-Amor-Universo-Omniconciencia), que conoce todo y ve todo aquí en
la tierra, se ocupa de cada uno de nosotros y está pendiente de nuestra
lucha contra el Mal.
Adicionalmente, Dios se revela como el
Señor de todo. El es “Rey de reyes y Señor de los señores” (El Cristo
Interno-Cosmico-Universal)(Ap. 19, 16). Por eso no tenemos que temer
nada. Porque al final triunfarán Dios y los suyos.
El Apocalipsis tiene un especial género
literario: su género es apocalíptico. Es un género usado en tiempos de
persecuciones. Es una literatura de resistencia que busca proporcionar
esperanza a los perseguidos. En el momento que se escribió el
Apocalipsis (90 a.d.), el pueblo cristiano sufría tremendas
persecuciones. De allí que esté lleno de muchos simbolismos, imágenes,
números, utilizados para mantener a los perseguidores en la ignorancia.
En el Apocalipsis los números son usados
como símbolos. El siete, por ejemplo, denota la perfección (porque la
cabeza perfecta tiene siete orificios). Pero el seis significa la
imperfección, pues le falta uno de siete, como la ceguera, por ejemplo,
que es falta de vista, es una imperfección. Y la máxima imperfección es
el seis triplicado (666) que es el número del Mal, el número de la
Bestia (Ap. 13, 18).
Otro número mencionado en este libro es
el doce. El doce es un número santo. Simboliza las doce tribus de Israel
y los doce Apóstoles. Doce al cuadrado es 144 (plenitud), multiplicado
por 1000 (gran cantidad) es 144.000. Esta cifra no significa, como
predican algunas sectas, que sólo irán al Cielo 144.000 personas. La
cifra es un número simbólico que indica una gran muchedumbre, como dice
también el Apocalipsis: “luego vi un gentío inmenso, imposible de
contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua …” (Ap. 7, 9).
Contrario al Milenarismo (condenado por
la Iglesia Católica en 1944) que tomando Ap. 20, 3-4 en forma literal,
proponía que Cristo reinaría en esta tierra por un período de mil años,
el mil años significa un tiempo muy, muy largo y tiene una connotación
de triunfo.
El Apocalipsis es también un libro
profético, de anuncios futuros. Anuncios inmediatos para los que vivían
en el tiempo en que fue escrito, siempre en la línea de que los malos
serían castigados y los buenos resultarían victoriosos y premiados si
perseveraban en ser testigos de Cristo.
El Apocalipsis también anuncia que lo
que sucedía a los cristianos y a la Iglesia en el Siglo I, seguiría
ocurriendo a lo largo de los siglos hasta el fin de la historia humana.
En otras palabras, siempre habrá un “dragón rojo” y “dos bestias”
persiguiendo a la Iglesia y a sus hijos. Pero, a pesar de los esfuerzos
del dragón y sus secuaces, el Cordero (Cristo) y sus seguidores siempre
triunfarán.
La profecía básica y constante del
Apocalipsis es que siempre habrá persecuciones de los buenos por parte
del Mal. Pero el Mal será castigado y los buenos triunfarán al final.
Dios vencerá el Mal.
Vendrá el Cielo nuevo y la tierra nueva.
El mundo anterior en el que Dios ha sido rechazado, ya no será más.
Dios vendrá a establecer su morada entre nosotros. Será un Reino de
justicia y de gracia, un Reino de amor y de paz.
(Estas ideas han sido tomadas del libro “Apocalipsis, el libro de nuestros tiempos” escrito por el Padre Albert Shamon en 1991).
Todo lo que viene de la luz será
pauta de iluminación, el mundo teme y continúa temiendo a un
“Apocalipsis”, a una Destrucción Planetaria, sin embargo debemos
entender que la meta del Cosmos para la Tierra es la Evolución y no su
Destrucción. Hoy día abunda la paranoia, ese estado mental que si bien
aparentemente en ciertos casos tiene buenas intenciones, podría servir a
los planes que estos mismos dicen estar en contra.
La Nueva Era no habla de destrucción,
sino de transmutación, los miedos, los temores, las paranoias sirven a
los propósitos de la oscuridad; en cambio el Alba Dorada, la Luz del Día
cuando llega llega y llegará, y aquellos que siguen vibrando en la
Oscuridad se resisten a cambiar, a evolucionar. El mundo de la Edad
Dorada buscará la Unidad, la Evolución, la Perfección, no es posible que
un agente de luz arrastre el lodo de la mentalidad separatista, del
nacionalismo, del racismo, del odio y el miedo, estas cosas ni siquiera
se mencionen, ya que la energía mental es muy poderosa, y los
pensamientos existen y son cosas, cuando se crea el sentimiento de
víctima, entonces es cuando se expone el individuo o la colectividad a
un poder.
Esto se explica muy bien como por
ejemplo las supersticiones, por ejemplo cuando una persona se encuentra
en su camino a un gato negro, si la persona es supersticiosa pensará que
es un mal agüero y que algo malo le sucederá, en este caso esto es su
mente la que cree eso y crea las condiciones para que suceda como lo ha
creído, entonces se sintoniza con el miedo y las bajas frecuencias que
su mente misma atrae, otro ejemplo es cuando una persona pasa debajo de
una escalera o bien rompe un espejo, las supersticiones son mecanismos
de autoprogramación hacia el subsconsciente que cuando al creer en ellas
el individuo se sintoniza y autosugestiona correspondiendo a la idea
que cree, pero bien esto es mental mas que nada, es una creación mental
en realidad pero para mal.
Todo el tiempo la mente crea formas, sea
negativas o positivas, pero son el sentido que les demos lo que puede
ayudar o perjudicar, si pensamos si nos sintonizamos con el mal, con las
paranoias aunque estas fueran muy bien fundamentadas, caemos en el
juego de esa energía, le damos poder de robar la paz interna, y
cooperamos además por cierto en que esa energía se haga fuerte.
El hombre tiene que comprender que el
mundo material visible no es lo único que existe y que la mente es
creadora, todo aquello que imaginemos o pensemos para el mundo se puede
materializar, y de hecho así siempre ha sido, más aún en este tiempo de
transformación, en donde la mente tendrá un poder mayor, cuando el
conocimiento se hace cada vez mayor, es en este tiempo de cambio hacia
la Luz de la Nueva Era de Acuario que debemos sintonizarnos con los
rayos luminosos de ese Nuevo Mundo.
ALBA DORADA.
CUESTA TRABAJO DESHACERNOS DE MUCHOS MALOS PENSAMIENTOS QUE NOS ACECHAN POR LA FORMA Y EL ENTORNO EN QUE HEMOS CRECIDO PERO DEBEMOS APRENDER A ENFOCARNOS EN LO POSITIVO. NAMASTE
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