SUEÑOS DE LIBERTAD...
LA
LIBERTAD ES AQUELLA CONDICIÓN Y DERECHO NATURAL DEL SER HUMANO QUE LE
POSIBILITA REALIZAR DISTINTOS TIPOS DE ELECCIONES EN SU VIDA. VIVIR ES
ELEGIR. ELEGIR ACORDE A UNA JERARQUÍA DE VALORES QUE A VECES NOS HACE
RENUNCIAR A DETERMINADAS COSAS.
Porque el ser, en su
libre albedrío elige, escoge lo que cree mejor para sí o para otros,
desplazando a un segundo término aquello que más le complace porque que
no siempre conforma el bien común o no favorece a su crecimiento
espiritual.
NOS
REFERIMOS DE ESTA MANERA, AL SENTIDO TRASCENDENTE DE LA LIBERTAD,
ENTENDIDA COMO POSIBILIDAD, DERECHO Y FACULTAD INHERENTE DEL SER HUMANO
CAPAZ DE UTILIZARLA EN BENEFICIO PROPIO Y DE LOS DEMÁS.
Actuar de esta forma
implica una conciencia moral que sintoniza con un valor, una acción y un
fin superior que consiste en hacer lo que es adecuado, dentro de una
planificación de vida, de compromisos, de proyectos y posibilidades de
cambios.
La verdadera libertad,
aquella que permite al ser humano actuar, comprometerse, soñar y luchar
por las transformaciones necesarias, se encuentra en la conciencia de
cada uno de nosotros, se crea desde los pensamientos y se lleva a la
práctica en la acción.
La vida condiciona
muchas veces nuestros actos, nos pone vallas, obstáculos que nos desvían
de nuestro autentico camino, pero cuando el ser humano responde a los
dictados de su conciencia y a sus sentimientos de bien, está siendo
libre, porque allí, nadie lo detiene, allí él elige y en virtud de ello,
actúa.
Así lo entendieron
algunos de aquellos hombres que forjaron nuestros destinos y
vislumbraron un futuro de libertad e igualdad en los derechos humanos.
PROYECTOS Y ACCIONES
Los sueños por un ser
humano libre impulsaron a aquellos hombres que nos precedieron a crear
proyectos y acciones tendientes al logro de ese objetivo superior, que
todos seamos iguales y tengamos los mismos derechos, a pesar de los
contratiempos y las dificultades que encontraron.
Hoy, con la mirada y
la perspectiva que brinda el paso del tiempo, la reflexión descansa
seguramente, en la necesidad imperiosa de revitalizar ese espíritu de
compromiso, de responsabilidad compartida y de sueños teñidos por los
valores éticos como el respeto, el trabajo y la dignidad.
LA
LIBERTAD POR LA QUE TANTO LUCHARON MUCHOS SERES HUMANOS DEBERÍA SER UNA
REFERENCIA PARA NUESTRA PROPIA CAPACIDAD DE LUCHA, DE SACRIFICIO Y DE
ENTREGA DESINTERESADA, SIN ESPECULACIONES.
Sólo así, unidos en un
proyecto común que nos identifique como luchadores por los derechos
humanos, nos muestre como seres que trabajan por su progreso material y
sobre todo moral, podremos controlar los estados de egoísmos y
ambiciones personales que limitan nuestra personalidad.
Los sentimientos y los
pensamientos que no se orientan hacia el progreso necesario para uno
mismo y para el entorno social, sólo nos debilitan física y
espiritualmente, nos sumergen en la apatía, en la indiferencia por los
problemas sociales, coartando así, nuestra fuerza creadora.
ANHELAR
LA LIBERTAD EN TODAS SUS FORMAS, IMPLICA ENTONCES, BUSCAR EL
CONOCIMIENTO SUPERIOR, EL COMPROMISO RESPONSABLE Y LA ÉTICA COMO GUÍA DE
NUESTRA VIDA, PORQUE SÓLO SEREMOS VERDADERAMENTE LIBRES CUANDO NO
SEAMOS PRISIONEROS DE NUESTROS ERRORES, DE NUESTROS INSTINTOS, DE
NUESTRAS LIMITACIONES Y TRABAJEMOS SOLIDARIAMENTE POR EL BIEN Y EL
PROGRESO DE TODOS LOS SERES HUMANOS QUE COMPARTEN CON NOSOTROS TODOS LOS
DÍAS LA MARAVILLOSA AVENTURA DE VIVIR, PARA ENTRE TODOS LOGRAR ESA
SOCIEDAD LLENA DE ARMONÍA Y PAZ.
E.P. L.
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