¡Viva la Re-Evolución!
Estamos
en un pequeño himpas transitorio en el que el Ser humano tiene una oportunidad
histórica sin precedentes. Sé que hay mucha literatura sobre nuestro próximo
paso evolutivo y que la incredulidad se acentúa según pasa el tiempo y los
acontecimientos esperados no acontecen. Quizás ese sea el problema, una actitud
pasiva, en el que esperar supone que otro haga tu trabajo, ya sea el universo
que traiga olas cósmicas, abra portales o se aproxime al sol galáctico, o
simplemente esperas que alguien saque el conejo de la chistera y nos de una
técnica milagrosa para abrir los chakras, despertar la Kundalini o proyectarnos
astralmente. No soy amigo de los milagros, ni de las prisas, nadie te va a dar
nada, porque todo es trabajo personal, si esperas que una federación galáctica
te saque las castañas del fuego estas aviado amigo.
La
revolución pasa por la evolución personal, un paso silencioso y progresivo en
el que nuestros programas mentales, nuestra educación, nuestras emociones
encastradas, nuestras creencias y nuestra historia, son expurgadas una a una, en
un proceso lento y doloroso a veces, en el que nos costara reconocer nuestros
errores y nos costara deshacernos del legado y la tradición que heredamos de
nuestras familias. Tendremos que ser nosotros los que empecemos a derribar todo
eso y nadie puede arrimar el hombro, porque es algo tan íntimo y aferrado a
nosotros, que solo nosotros podemos cortar de raíz con eso que nos conecta al
sistema, que nos mantiene enchufados a la matriz que nos controla, tendremos
que cortar ese cordón umbilical que nos unía a ella para siempre.
Al
margen, de que se den unos eventos que propicien que ese proceso sea menos traumático,
al margen de que el universo realmente nos de un empujoncito, al final todos y
cada uno de nosotros tendrá que apechugar y sacarse aquello que lo mantiene
conectado e impide su libertad. Nuestra evolución natural fue cortada y
manipulada, los eventos que le siguieron a este hecho están llenos de historias
confusas, dioses, mitos y leyendas. Toda la historia humana ancestral es una
alegoría llena de símbolos difíciles de desentrañar, un laberinto lleno de
interpretaciones que provoca que vayamos de la confusión a la desorientación,
alimentando en nosotros el escepticismo y la desconfianza. Nos educaron para
creer y nos cuesta afrontar el ejercicio crítico que aporta el conocimiento.
Nos dejamos llevar por resonancias, que no aportan certeza, sino que lo que
resuena en nosotros, son los fragmentos dispersos de memoria que son tocados
brevemente por ciertas partes de la información, pero esta al ser exógena, jamás
llega a ligar con la esencia que vive aletargada en nosotros, tan personal e
individual, que nada de lo que resuene tendrá el tono exacto de nuestra afinación.
La
información llega cuando estamos preparados para recibirla, pero solo resuena
aquellos fragmentos que tu inconsciente reconoce como auténticos, pero nuestra
mente toma el total como verdad y ahí es cuando caemos en el error. Todo texto
para que sea creíble tiene que tener un porcentaje de verdad, por mínimo que
sea, para que tu memoria dormida vibre en consonancia con lo que recibe, esta
vibración nos da la sensación de estar ante una porción de conocimiento veraz,
pero en verdad puede existir un alto porcentaje de falsedad y no ser
descubierta.
Esta
técnica la uso la religión, la filosofía y posteriormente la nueva era y toda
esa progenie de canalizadores y gurús. Da igual que sean cristianos,
luciferinos, budistas, hiperboreos... todos te van a dar fragmentos de verdad,
simples migajas, trozos insignificantes, para lograr tu control y evitar el
libre pensamiento y el acto de libre elección. Dándote fragmentos de verdad
camuflaban los códigos de control mental que ya llevas impresos en tu psique a
consecuencia de la alta exposición a la que diariamente te sometes a través de
las tecnología de frecuencias que llenan nuestros hogares y nuestros bolsillos.
Por
fortuna vamos identificando todos los códigos y las tecnologías que nos dañan,
ahora la exposición a ellos es pasiva, algo que no puedes evitar, pero que
sabes reconocer. Ya no compramos más verdades a según quien nos la quiera
vender, ahora sabemos que existen alternativas, sabemos por qué enfermamos y
sabemos que el sufrimiento y el dolor no sirven para nada, sabemos que la
muerte no es el final, sabemos cómo manipulan nuestra voluntad, poco a poco
vamos recordando, dando pequeños pasos, quitando conexiones, desenchufándonos
del sistema, despertando de la ilusión. Ya no nos conformamos con las migas y
queremos la verdad en hogazas completas.
Nos
quitaron la posibilidad de errar, de elegir, de evolucionar. Nos apresaron y
nos manufacturaron, alimentamos los egos de otros a través de los nuestros,
transformamos nuestra capacidad de amar en mera fuentes energéticas pasivas,
dejamos de ser luz, para ser surtidores. Nuestra creación intervenida y
sembrada de odio, diferencia y mentira. Nos creímos la ficción que nos
contaron, pero esta opereta ya nos aburre y estamos deseando salir a respirar
aire limpio. Estos parásitos usaron nuestra capacidad de perdón, nuestra
compasión, nuestro amor, en nuestra contra, nos convencieron y nos hicieron
firmar un pacto diabólico con la esperanza de despedir al director de la obra,
pero caímos en la amnesia y nos creímos protagonistas de esta obra barata.
La
evolución será una re-evolución ya que tendremos que reactivar nuestro plan
evolutivo que quedo aparcado indefinidamente. Una evolución que no será, ni se
parecerá a ese “chas” instantáneo que nos vendieron en 2012. No va a ser por
arte de magia y seguramente necesite de un proceso incubatorio, es decir, que
generación tras generación se irán dando los pasos para que el nuevo ser humano
desprogramado, libre y completo, este totalmente operativo físicamente. Un
proceso que arranque hoy y que vea la luz en un futuro, en el que el
sufrimiento y el dolor no serán ya una parte importante de la experiencia que
elegimos al encarnar.
No
debemos caer nuevamente en trampas, ni atajos que nos cree la falsa percepción
de que el camino fácil o rápido es el idóneo. La re-evolución será un camino
corto pero lento, las cosas bien hechas requieren de un tiempo de cocción
necesario para que el resultado final sea el esperado. Como he dicho más de una
vez, no hay métodos, no hay técnicas, y cualquiera que trate de venderte una,
te estará estafando. Esto es un proceso de decapage, que solo puedes hacer tu
mismo. Una vez estemos listos internamente, con nuestra voluntad retomada y
nuestro libre albedrío operando en consonancia a nuestra intención, podremos
empezar a estrechar lazos galácticos en igualdad de condiciones, mientras no
tengamos soberanía, cualquier intervención es una zancadilla a nuestro plan
evolutivo.
Por
lo tanto, dejemos de mirar al cielo esperando que una nave nos salve, esto debe
quedar al margen de nuestra intención como raza soberana en este planeta.
Debemos retomar nuestro plan original, y llevarlo a cabo, no es otro que
desplegar nuestras capacidades y nuestra luz en este sector oscuro de la
galaxia, alejado y remoto. Desarrollarnos a través de la experiencia física y
emocional real, sin coartadas ni contratos, sin karmas artificiosos y
reencarnaciones obligatorias. Luz expresada a través de nuestro amor
incondicional a todo ser vivo, creado a través de la energía emanada de la
fuente a la que pertenecemos y somos parte. Nosotros somos los creadores del
universo y nuestro plan es manifestar nuestro amor en la creación. Es hora de
evolucionar como Dios manda…
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