¿Buscas pareja? Primero, enamórate de ti
Si uno de los objetivos que tienes en la
vida es atraer y mantener una relación de pareja significativa, además
de trabajar por esa relación, vas a tener que trabajar también todos los
días para enamorarte de ti mismo.
Ser y creer que eres una persona de la
que sería difícil no estar locamente enamorado, es la mejor forma de
conseguir una relación de pareja duradera, saludable y emocionante.
Enamorarse de uno mismo comienza por conocerse a uno mismo, así como por el goce de la vida diaria, de disfrutar con aquello en lo que se ocupa el tiempo. Por
otra parte, enamorarse de uno mismo implica tener claras las propias
creencias, sentirse capaz de vivir y hacer respetar los propios valores y
ser consciente de la importancia de defender la propia integridad.
Enamorarse de uno mismo requiere también sentirse orgulloso de lo que se es, admitir y respetar los propios defectos y ser auténtico.
Si tú no te sientes atraído por ti mismo/a, ¿por qué iba tu pareja a hacerlo?
Aclarado esto, tendremos que dar respuesta a la pregunta: ¿cómo me enamoro de mi mismo/a?
Cómo enamorarse de uno mismo
Antes de continuar, hagamos una aclaración: enamorarse de uno mismo es una cuestión de autoestima, y no tiene nada que ver con el narcisismo. Para enamorarte de ti mismo y mostrar lo mejor a tu pareja, sigue estos pasos:
# 1 – Mírate a ti mismo desde fuera
Obsérvate a ti mismo/a. Mírate en el espejo. Lo que tú ves, es lo que ven los demás.
¿Te gusta lo que ves? ¿qué podrías hacer
para mejorar tu aspecto? No se trata de ser más guapo/a o tener mejor
figura o mejor piel. Se trata de la apariencia que das. Hay que sacarse
partido, vestir de manera que te sientas a gusto, peinarse, darse un
toque de color o afeitarse adecuadamente. Se trata de dar una imagen
acorde con tu personalidad.
Una persona que no se cuida, de mala
manera va a cuidar de los demás, ni va a valorar los esfuerzos que el
otro hace por cuidarse (o, al menos, eso es lo que parece).
Ofrecer un aspecto positivo, en
tu línea, te ayudará a mantener alta tu autoestima, a ser auténtico y
aumentar el respecto que sientes hacia ti mismo/a. Y respetarse a uno mismo, es el primer paso para que los demás te respeten y valorar ese respeto que los demás tienen hacia ti.
#2 – Cuida tus modales
Cómo hablas y cómo te comportas con los demás dice todo sobre ti.
Cómo saludas, cómo te desenvuelves
hablando con la gente, cómo te diriges a ellos cuando tienes que decir o
pedir algo o cómo reaccionas ante las diferentes situaciones, incluso
cómo te ríes, todo ello es una carta de presentación.
Tus modales hablan también de la
confianza que tienes en ti mismo, el respeto que sientes hacia tu
persona y hacia los demás, lo agradable o no que eres, incluso lo
divertido/a.
No olvides que el atractivo y la sensualidad de muchas personas está en su forma de ser, mucho más que en su físico. Pero no solo en su forma de ser en la intimidad, sino en la vida diaria.
#3 – Supera las apariencias
Lo anterior, no tiene posibilidades de tener éxito si lo que muestras no forma realmente parte de ti. Debes
de ser auténtico/a, superar el juego de las apariencias y hacer que tu
presencia y tu forma de interactuar formen realmente parte de ti. Lo que eres y lo que muestras, deben estar en sintonía.
Si aspiras a encontrar pareja en un
ambiente que no es el tuyo, tendrás que absorber primero aquello en lo
que te quieres convertir para sintonizar con esa persona de verdad.
#4 – No olvides a tus amigos
Tus amigos forman parte de tu vida, y si
tienes que renunciar a ellos por tu vida de pareja es que no te
respetas lo suficiente. Si te quieres, debes saber que la vida no
empieza y acaba en tu pareja. Además, tus amistades te permitirán
obtener otro tipo de experiencias complementarias, que bien puedes
compartir con tu pareja. Además, una persona con amigos es una persona
confiable.
#5 – Desarrollar tus propios proyectos
Una persona que desarrolla y
lucha por sus propios proyectos es una persona muy valorable, que tiene
ideas, intereses, que se esfuerza, que se compromete. Es una
persona con la que se pueden hacer planes, con la que se puede aspirar a
mejorar, a crecer y ser mejor, una persona que agrega valor a la vida y
a su entorno. Además, participar en proyectos de grupo te muestra como
una persona social, colaboradora, con ganas de vivir y con ganas de
divertirse.
Fuente: La Mente es Maravillosa
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