¿Qué importancia tiene la Música, la Alta Música, en el desarrollo personal y el crecimiento espiritual?
La música está relacionada con, y evoca permanentemente, sentimientos y
emociones. La buena música, la música de una vibración energética
elevada, como por ejemplo la sinfónica y la melódica, permite conectar
con el corazón y, al hacerlo, os conecta también con lo más elevado de
las emociones y, especialmente, con el Amor Divino Infinito. La música
de las esferas, la música divina, está continuamente sonando por todas
partes, para que así el Amor se mantenga fuerte y vivo, extendiéndose y
desarrollándose por todas partes. La música que llegue a vosotr@s a
través de todos los compositores habidos y por haber, es una muestra de
las melodías celestes y divinas que se escuchan eternamente en los
planos y reinos superiores. Lo que buscamos y queremos con la música que
inspiramos a vuestros compositores más excelsos es, precisamente que
estéis conectados con esas melodías a cada instante. Así no sólo entráis
en lo más hermoso y profundo de vuestro corazón, sino que también os
conectáis con el Amor y con el Espíritu Universal, con el Amor y el
Espíritu Uno. Las emociones puras, al partir del corazón, llevan
directamente al espíritu y por eso la música, la alta música, eleva
vuestro corazón y vuestra alma hacia estados vibratorios más elevados y
sublimes.
La música es también sanadora, armonizadora, transmutadora y
tranquiliza a las fieras, porque es capaz de activar la sensibilidad y
la pureza en todo. La música es igualmente cómo se dicen las cosas, cómo
se hacen, a veces marcando una diferencia abismal con unas mismas
palabras y actos. En este sentido, la música es una metáfora de la
actitud y el modo de hacer que acompaña todos vuestros actos. Es lo que
le da dinamismo, movimiento, acción y la manera de interpretar los
acontecimientos.
Todo en la Creación tiene su propia música, su propio sonido único y
particular, aquél que le identifica y diferencia de los demás sonidos y
que, al mismo tiempo, los mantiene unidos en una estrecha e inseparable
relación.
Sí, toda la música clásica y espiritual, los cánticos de conexión con
la Divinidad de todas las culturas y tradiciones, los mantras
acompañados de melodías…, buscan llevaros de vuelta a ese contacto con
el Amor y el Espíritu, a la unidad de todo, porque la música no conoce
fronteras, razas, credos, culturas o clases sociales. La música, por sí
sola, mueve interiormente a todos los que se sienten atraídos por ella.
La palabra emoción significa movimiento hacia y la música os mueve hacia
algo como ninguna otra cosa. Todos los tipos de música hacen eso. La
diferencia está en que unas músicas crean y favorecen ese contacto con
lo elevado y la salud en todos los ámbitos del Ser, mientras que otras,
en cambio, con lo que conectan a quienes las escuchan es con las
energías más bajas y densas y, por consiguiente, con los más bajos y
burdos emociones e instintos, como ocurre, por ejemplo, con el rock duro
y todas esas músicas estridentes que alteran y llevan a la baja
vibración, siendo también, casi siempre, muy agresivas en sus letras.
La música también es una manera fácil y al alcance de todos para
activar y modificar los patrones genéticos inscritos en el A. D. N.,
específicamente en el A. D. N. mitocondrial y, por extensión, en todas
las células y órganos de vuestro ser físico. Masaru Emoto lo entendió
muy bien y lo mostró en sus estudios y experimentos con el agua, el
elemento de la naturaleza relacionado con las emociones. Todo el sonido
puede sanar o puede alterar la salud, las relaciones, la paz de los
lugares, etc. Lo mismo pasa con la danza y el baile, tan
inseparablemente unidos a la música. De hecho, la música siempre sugiere
y lleva al movimiento, así que también existe para eso, para induciros a
moveros y desperezar vuestro cuerpo, vuestra mente, vuestro corazón y
vuestra alma entera. Cuando os movéis, los esquemas anquilosados también
se mueven, las células se despiertan y activan y todo cambia cada vez
un poco más.
La música, al armonizar y tranquilizar con sus acordes y ritmos, os
ayuda a entrar en un estado de paz gracias al cual podéis ver las cosas
de otro modo, y os conecta también con vuestra parte creativa y
artística, que tod@s tenéis. Favorece la relajación, el vacío y la
claridad mental. Puede usarse como un ejercicio meditativo importante,
dedicándose entonces a escucharla e impregnaros de todo lo que os
transmita y os lleve a sentir. También es útil usar distintos tipos de
música mientras realizáis distintas actividades y tareas, porque cada
una os ayudará a sintonizar con la energía, inteligencia, conciencia y
función necesarias en cada situación y circunstancia. La música
igualmente favorece la concentración, la atención plena y el pensamiento
positivo, de nuevo por esa conexión con lo alto que produce. La música,
¡cómo no! es asimismo un medio maravilloso para la alegría, el
disfrute, el sentimiento de felicidad y por eso está presente en todas
las fiestas y celebraciones de todos los tipos, en todos los actos
conmemorativos de algo, en la apertura y cierre de acontecimientos de
toda índole.
Todos los países, por ejemplo, tienen su propio himno, que los
identifica y a la vez distingue entre todos los demás, dándoles también
la oportunidad de comunicarse con ellos sin necesidad de palabras, otra
importante contribución de la música: la comunicación humana en ausencia
de lenguaje hablado, de lenguaje de la mente, para que pueda salir y
brillar el lenguaje del alma, que se expresa a través del corazón y las
emociones de más alta vibración energética. Igualmente, todas las
personas tenéis vuestra propia música, vuestro propio sonido primordial,
vuestra armonía, y así ocurre con todo lo creado.
La música, por su capacidad para instaurar la calma, es también
extraordinaria para mantener los espacios y lugares perfectamente libres
de energías de desarmonía y discordia. Tendría que estar presente
incluso en las calles, para equilibrar así todos los ruidos de vuestras
ciudades modernas, unos ruidos que, para mucha gente, son causa de
desequilibrio, malestar e incluso lo que ahí llamáis enfermedad. No es
que los ruidos provoquen esto directamente, no tienen ese poder, el
problema está en la baja conexión energética que muchas personas tienen,
que atrae la vibración más densa de todo y, como consecuencia,
desemboca en algún tipo de dificultad física, mental, emocional,
energética/espiritual y, por extensión, en las relaciones.
Gran parte del estrés presente en vuestra vida, podría aliviarse, e
incluso eliminarse, escuchando música de vibración energética elevada,
música que os conecte con lo más alto y desarrollado de vosotr@s mism@s.
La música crea unidad y favorece enormemente el crecimiento y el
desarrollo positivo de todo. Los animales y las plantas que escuchan
música clásica, crecen de otro modo, precisamente porque la música
activa en ellos el patrón semilla más elevado que hay en su ser, que su
ser mismo es, dando una carne más sabrosa o unos frutos mucho más
dulces, sanos y ricos en nutrientes.
La terapia musical es muy adecuada para todas aquellas personas a las
que les cuesta abrir su corazón, ya que les ayuda a hacerlo sin que se
den cuenta, poco a poco y, por lo tanto, sin resistencia o negación por
su parte. A medida que esto ocurre, van haciéndose más conscientes de la
importancia de mantener el corazón abierto ante todas las personas,
acontecimientos, cosas y extendiendo el amor sin condiciones
permanentemente. Abrir el corazón también favorece que su mente se vaya
haciendo más abierta y flexible, cambiando patrones de pensamiento
obsoleto y de baja vibración.
Aprender y cantar canciones, mucho más crearlas, mantiene la mente y el
corazón unidos, une el intelecto con las emociones y los sentimientos,
liberando del estado de ánimo bajo o depresivo. Cuando cantáis, estáis
dejando a un lado la tristeza, el desánimo, la desesperanza, el hastío…,
entrando en un estado de paz interior muy beneficioso para vosotr@s,
para todo lo que hacéis y para todo cuanto os rodea, además de conectar
con vuestras emociones más sublimes y con vuestra frecuencia energética
más elevada. Con la música, Dios os canta y os habla al corazón y al
alma, os recuerda que está ahí, permanentemente, esperando que volváis a
uniros a Él/Ella y, si ya lo estáis, confiando en que aumentéis cada
día un poco más, y un poco más profundamente, esa conexión.
Una manera de averiguar cuál es ese sonido que más os resuena y
remueve, interior y exteriormente, esa melodía y ritmo que más tiene que
ver con vosotr@s es escuchar las llaves tonales de las Jerarquías
Espirituales. Las llaves tonales son la esencia y la vibración en sonido
de todos los Seres de Luz, Amor, Sabiduría, Sanación y demás cualidades
divinas que forman parte de las Esferas Superiores. Estas claves se
encuentran en las obras musicales sinfónicas y melódicas que vuestros
compositores escribieron y siguen escribiendo, inspirados precisamente
por esos Seres de elevadísima vibración energética. Muchas de esas
llaves tonales están en las obras de los grandes músicos de todas las
épocas y seguro que, cuando las escuchéis, os daréis cuenta de que
muchas de ellas figuran entre vuestras melodías preferidas, esas que
escucháis y tarareáis más a menudo y que también suenan para vosotr@s en
el momento en que menos lo esperáis: en la radio del coche, en algún
lugar al que váis, etc. En esos sonidos está la radiación del Ser al que
corresponde y la obra sinfónica o melódica donde está incluida esa
llave tonal, cuenta con su misma energía y, por lo tanto, al escucharla
os llenáis con la vibración, las virtudes y la esencia de ese Ser, que
también se trasladará al lugar en que esa música sea escuchada. Por
consiguiente, si queréis conectar con un Ser de Luz determinado para que
os ayude en algún sentido, una manera sencilla y magnífica de hacerlo
es escuchando su llave tonal. Se llaman llaves precisamente porque
ofrecen la posibilidad de abrir la puerta de acceso a la Entidad
Superior con la que queráis o necesitéis contactar en vuestra vida
cotidiana. Las llaves tonales están clasificadas en función del rayo de
Luz Divina y Fuego Cósmico al que pertenece dicha Entidad Superior. Hay
siete rayos, cada uno con sus propias tareas, cualidades, virtudes,
Maestr@s, demás Seres Elevados y llaves tonales.
María Dolores Sánchez-Villacañas de Toro
Directora y Psicoterapeuta de
Alcántara Psicología y Espiritualidad
Directora y Psicoterapeuta de
Alcántara Psicología y Espiritualidad
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dehttps://metamorfosisyvida.wordpress.com
e incluye también este comentario. De este modo, contribuimos a
establecer los valores de la nueva humanidad, libres de competitividad y
centrados en la colaboración mutua y el bien común. El conocimiento,
como la Vida misma, proviene de la Fuente Creadora y, por consiguiente,
es para tod@s. Sin embargo, el trabajo de quienes se dedican a extender
ese conocimiento para el despertar de la conciencia colectiva, ha de ser
honrado, y por eso te pido que cites la fuente de la que tomaste este
escrito. Gracias y que Dios te bendiga. (5-VIII-2014)
porque cuando escucho las llaves tonales siento malestar en el estomago?
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