Meditación Zen – Las 13 vías de la meditación
Dentro de los 13 caminos de la meditación, el Zen es parte esencial al adentrarnos en el mundo de la meditación.
En este mismo instante que estás leyendo
este artículo tu atención está focalizada en las líneas que estás
leyendo, tu atención esta dirigida a comprender el significado de lo que
estás leyendo, aunque suele ocurrir con mucha frecuencia que esto no
sea así y tu atención este dispersa en varios pensamientos al mismo
tiempo, con la añadidura de cierta prisa por acabar el articulo y pasar a
otra cosa. Una técnica cercana al Zen sería la de hacer lo que estás
haciendo la de hacer tan solo lo que estás haciendo incorporando la
atención completa al instante presente, de esta forma estarás atendiendo
con calma a la lectura además de ampliar el foco de atención a todo lo
que ocurre en ti en este instante presente. Si estamos limpiando el
polvo de los muebles de nuestra casa sentiremos como el plumero se
desliza por la madera y sus diferentes texturas, captaremos cualquier
sensación abiertos a cualquier cambio que se pueda producir mientras
solo limpiamos el polvo y solo importa lo que estamos haciendo en este
instante.
Cuando nos sentamos a meditar en Zen
sería como invertir el proceso anterior, en vez de focalizar
desfocalizaremos para no hacer nada, solo sentarse, solo la respiración
en el vientre, solo ser. Por tanto todo lo que ocurra dentro y fuera de
mi sucede y por tanto lo acepto sin más.
Una práctica para comenzar con la
meditación Zen o ZaZen, una vez nos sentamos en postura (loto, medio
loto u otras variantes de posturas en las cuales la espalda esté lo más
erguida posible y el mentón metido hacia adentro) sería la de alargar la
respiración al espirar, apoyando la inspiración en el plexo solar o
boca del estómago y la expulsión en el bajo vientre, lugar en donde se
haya nuestro almacén de energía (dan tien). Al sentarse implica mirar
con los ojos entreabiertos, donde solo se entrevera lo que está a unos
45 grados delante nuestro, de esa forma ayudara a estar presente en el
instante sin hacer nada, solo respirar en el vientre de forma tranquila y
sin esfuerzos.
- POSTURA: loto, medio loto u otras variantes de posturas en las cuales la espalda esté lo más erguida posible y el mentón metido hacia adentro.
- MIRADA: al frente y a 45 grados, con los ojos entreabiertos vislumbrando sin prestar especial atención a ningún objeto. Esto ayudará a estar presente en el instante sin hacer nada.
- RESPIRACIÓN: alargar la respiración al espirar, apoyando la inspiración en el plexo solar o boca del estómago y la expulsión en el bajo vientre, lugar en donde se haya nuestro almacén de energía (dan tien).
- MENTE: hay que diferenciar entre pensamientos y mente, los pensamientos vienen y van y no haremos nada para retenerlos tan solo dejar ser, esto permite disolver emociones y mantener la focalización en el eterno ahora.
Hay multitud de variantes par trabajar este tipo de meditación:
1- Una buena respiración para aliviar la ansiedad ante cualquier situación o antes
de comenzar nuestra meditación diaria sería la de realizar una docena
de respiraciones en donde modificamos la naturaleza de la espiración. O
sea, que si de normal el abdomen se contrae al exhalar ahora
voluntariamente lo hincharé y empujaré, sobre todo el bajo vientre,
hacia abajo y hacia fuera. Esta respiración ayuda a liberar las
angustias que se producen en el plexo y transformarlas en una fuente de
energía pura en “dan tien” por lo que esta respiración está
especialmente indicada para personas en crisis emocional.
Un método práctico de emergencia para
salir de un ataque de ansiedad en un momento de apuro es el de hinchar
un globo pequeño, de los de agua, ya que nos obliga a realizar el
ejercicio ya explicado. En la acción de intentar hinchar el globo el
abdomen recibe un sobre esfuerzo tras el cual se haya la distensión y
relajación de la musculatura abdominal.
2- Mantener una pregunta o Koan sin
esperar respuesta alguna, intentando que la mente se diluya ante una
pregunta no racionalizable y de difícil comprensión. La más clásica para
empezar es “¿QUIÉN SOY YO?” o un koan clásico:”MUESTRAME EL SONIDO DE
UNA SOLA MANO AL APLAUDIR” “El universo entero es MU, ¿QUÉ ES MU?”.
3- Contar las Respiraciones. Se
cuentan las respiraciones de 1 a 10, bien en la espiración (mejor para
los principiantes) o en la inspiración (más difícil). Si pierdes la
cuenta o llegas a diez comienza de nuevo. Para veteranos podemos contar
108.
4- Meditación de la Mente Clara
Esta forma de meditación consiste en simplemente sentarse y ser consciente de lo que ocurre justo en el instante. En este ahora eterno, es un instante donde se oyen los pájaros cantando, voces de niños jugando, un portazo y como no, mi propia ansiedad si la hubiera junto a mis nervios y cualquier movimiento interno o externo. Todo pertenece al presente y debe de ser aceptado sin condiciones. En la mente clara no existe nada que sea considerado molesto, todo es como es. Este tipo de meditación entra en un nivel donde se ha pasado por las anteriores prácticas.
Esta forma de meditación consiste en simplemente sentarse y ser consciente de lo que ocurre justo en el instante. En este ahora eterno, es un instante donde se oyen los pájaros cantando, voces de niños jugando, un portazo y como no, mi propia ansiedad si la hubiera junto a mis nervios y cualquier movimiento interno o externo. Todo pertenece al presente y debe de ser aceptado sin condiciones. En la mente clara no existe nada que sea considerado molesto, todo es como es. Este tipo de meditación entra en un nivel donde se ha pasado por las anteriores prácticas.
En conclusión podríamos decir que el
Zen es una herramienta muy útil y una forma de vida para mantenerte en
tu centro, desarrollar el poder personal de realización, presencia y
enraizamiento.
Fuente: Meditarte
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