3 Efectos de la luz sobre nuestro comportamiento
Quizás
nunca te has detenido a pensarlo pero la luz y el color desempeñan un
papel importantísimo en nuestro estado de ánimo. Los tonos rojos y
naranjas nos transmiten energía y entusiasmo mientras que colores como
el azul y el verde promueven la tranquilidad y el equilibrio. Tampoco
somos inmunes a la intensidad de la luz. De hecho, estos aspectos
aparentemente intrascendentes pueden llegar a determinar nuestras
decisiones e incidir sobre nuestra productividad, incluso mucho más de
lo que estaríamos dispuestos a aceptar.
La primera pista sobre la incidencia de la luz en nuestro comportamiento la encontré a través de la iniciativa Comparte Innovación.
Es una plataforma en la que diferentes colaboradores especialistas en
proyectos de innovación, sostenibilidad, salud y bienestar, escriben
artículos que pueden sernos muy útiles, tanto en nuestro día a día como
en el ámbito profesional.
Entonces, ¿cómo incide la luz en nuestros comportamientos?
1. Una luz brillante nos hace tomar decisiones más extremas y emocionales
Cuando vemos un filme donde hay un
detective que interroga a un sospechoso, casi siempre lo hace bajo luces
muy brillantes. Ahora un estudio desarrollado en las universidades de
Toronto y Northwestern nos explica por qué esta táctica funciona: cuando
nos exponemos a una luz muy brillante, vivimos con mayor intensidad
nuestras emociones, tanto las positivas como las negativas, y
reaccionamos en consecuencia.
Estos psicólogos les pidieron a
los participantes que evaluasen varios objetos y situaciones bajo
diferentes condiciones de iluminación. Así encontraron que cuando la luz
era más brillante, las personas experimentaban las emociones con mayor
intensidad por lo que podían calificar un sabor como mejor o peor,
podían indicar que un personaje era mucho más agresivo o que una persona
era más atractiva.
Lo interesante es que las luces no solo
inciden en las valoraciones que hacemos sino que también determinan
nuestro comportamiento. En este experimento se apreció que cuando las
personas estaban bajo una luz brillante bebían una mayor cantidad de
zumo cuando les gustaba o bebían mucho menos cuando les desagradaba.
Como la mayoría de
las decisiones cotidianas las solemos tomar bajo una luz brillante,
estos investigadores nos aconsejan que cuando debamos tomar
decisiones importantes, sería mejor moderar la intensidad de la luz. De
esta manera estaríamos acallando las emociones y podríamos encontrar una
solución más racional.
2. La escasez de luz nos incita a mentir
Imagina que te han reclutado para un
experimento y que te pagarán al final de este en relación con la
cantidad de respuestas acertadas que hayas dado. La tarea consiste
en resolver 20 problemas de matemáticas pero hay un límite de tiempo.
Cuando terminas, el investigador te dice
que no puede revisar todas las pruebas en ese momento pero que te dará
las respuestas para que tú mismo te califiques. Así podrás reclamar el
dinero que te corresponde. ¿Mentirías para obtener más dinero?
Este experimento, llevado a cabo en las
universidades de Toronto y de Carolina del Norte, descubrió que estamos
más dispuestos a mentir cuando el ambiente en el que nos encontramos
tiene poca iluminación. Los investigadores apreciaron que quienes
realizaron la tarea en una habitación adecuadamente iluminada, solo
añadieron una media de 0,83 preguntas adecuadas mientras que aquellos
que estuvieron en la habitación más oscura añadieron una media de 4,21
preguntas.
Además, el 60,5% de las personas
que estaban en la estancia más oscura mintieron sobre su desempeño con
el objetivo de llevarse una recompensa mayor que la que les
correspondía, mientras que este comportamiento solo se apreció en el
24,4% de las personas que se hallaban en la habitación bien iluminada.
En este punto, queda claro que si deseas
que una persona te cuente la verdad, es mejor preguntarle cuando hay
una luz adecuada ya que la penumbra genera la sensación de anonimato y
se convierte en una especie de “licencia moral” para mentir.
3. La luz azul mejora nuestra concentración y agiliza la toma de decisiones
Cuando necesitamos una dosis extra de
concentración normalmente recurrimos a una taza de café. Sin embargo, un
estudio realizado en la Mid Sweden University nos ofrece una
alternativa mucho más saludable: apostar por una luz azul, similar a la
que emiten las tabletas y los Smartphone.
Estos investigadores compararon el
desempeño de las personas sometidas a luces de onda corta de tono blanco
o azul, con aquellas que habían consumido dos tazas y media de café.
Así pudieron apreciar que tanto las personas que consumieron cafeína
como las que se expusieron a luz azul tomaban decisiones de manera más
rápida y podían concentrarse mejor. Sin embargo, cuando se introdujeron
elementos distractores, la cafeína dejaba de ser eficiente y solo las
personas expuestas a la luz azul lograban mantenerse concentradas y
responder con rapidez.
Esto se debe a que la luz azul activa el
hipocampo y la amígdala, inhibiendo a su vez la producción de
melatonina, lo cual incrementa nuestro nivel de alerta. No obstante,
este no es el único estudio que ha correlacionado la luz con nuestro
rendimiento y capacidad de atención. De hecho, investigadores del
Hospital Universitario de Hamburgo y la Universidad Nebrija (con la
colaboración de Philips), han demostrado que usando la iluminación
adecuada en las aulas se puede mejorar muchísimo la atención de los
estudiantes e incluso se logra disminuir un 76% de los casos de
hiperactividad.
Fuente: Maestro Viejo
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