LOS 10 MANDAMIENTOS DEL SIGLO XXI
¿PODRÍAN REVISARSE LOS DIEZ MANDAMIENTOS DE MOISÉS A LA LUZ DEL SOL QUE ALUMBRA HOY? MÁS QUE PODERSE, ES NECESARIO HACERLO.
Toda moral consiste en
un conjunto de leyes o preceptos de obligado cumplimiento bajo sanción,
sea del tipo que sea, que garantiza la cohesión del grupo y la
tranquilidad de quienes lo componen. Pero lejos de ser un elemento
petrificado, el grupo cambia según pasa el tiempo, SE INTEGRAN VIVENCIAS COLECTIVAS NUEVAS Y SE ENFRENTA AL RETO DE PERMANECER UNIDO, como enjambre de abejas que asegura el funcionamiento de la colmena porque cada cual sabe de antemano cual es su lugar.
Es responsabilidad del
individuo, en tanto que ladrillo que junto con otros igual que él
sostiene un encofrado, no dejarse tragar por el rebaño y funcionar a la
vez como un ser sano, íntegro, acorde con su naturaleza. Como nota
musical que sirve para afinar toda la orquesta antes del concierto, los
cambios, sean buscados, necesitados o fortuitos, parten siempre de la
unidad.
Las grandes
personalidades fueron quienes movieron colectivos enteros: Sócrates hizo
temblar los cimientos del pensamiento occidental hace más de dos
milenios, Galileo cambió para siempre la visión del universo o Gandhi,
que doblegó al imperio más poderoso de su época. No menos hizo Moisés
quien, con más de ochenta años y tartamudo, dirigió a su pueblo hacia la
libertad, según nos cuenta el mito bíblico. De este personaje parte el
decálogo fundamental que ha guiado a más de la mitad del planeta. Fue
válido para su pueblo, en el momento en el que se produjo, PERO ¿PODRÍAN REVISARSE ESOS DIEZ MANDAMIENTOS A LA LUZ DEL SOL QUE ALUMBRA HOY? MÁS QUE PODERSE, ES NECESARIO HACERLO.
Propondremos un nuevo
decálogo que permita integrarnos en tanto que individuos que, como
teselas perfectas de un mosaico, sirvan para sanar al colectivo entero.
1. NO DARÁS A NADA NI A NADIE EL PODER DE SER QUIEN ERES,
no revestirás de poder ningún símbolo ni te postrarás ante él: el mayor
don de cada cual es el de la responsabilidad sobre sí mismo. Nada fuera
de ti te salvará, y si lo hace, es porque te recordó tu propia potestad
natural.
2. NO TE PONDRÁS A PRUEBA SI SABES DE ANTEMANO QUE NO VAS A CUMPLIR LO QUE TE PROMETISTE. No prostituyas ni tu nombre ni tu palabra. No te desprecies por ser quien eres y cultiva aquello que amas en ti.
3. SANTIFICARÁS CADA DÍA DE TU VIDA,
atesorarás cada momento del día, bendecirás cada latido de tu corazón
que hace que tu sangre fluya, es decir, que vivas. La vida es pura
fiesta, continua e inconmensurable. A pesar de que haya momentos
desagradables, siempre merece la alegría, que no la pena, vivirla.
4. HONRA TU CAPACIDAD DE SEGUIR ADELANTE Y DE SUPERARTE ANTE LA ADVERSIDAD.
Santifica tu pecho, lugar al que regresarás cada vez que estés dolido.
Ama tu capacidad de acción y también tu habilidad para acogerte a ti
mismo.
5. NO MATARÁS EL ESPÍRITU GENUINO QUE HAY EN TI,
tu capacidad de entusiasmarte, tu niño interior. Tampoco aniquilarás el
de cada cual, más bien procurarás vivir dejando que cada cual viva lo
suyo, sin interceder ni modificar nada, y menos aún si no fuiste
invitado a hacerlo.
6. NO TE TRAICIONARÁS A TI MISMO queriendo
seguir el camino que otros trillaron por pensar que es mejor que el que
tú recorres. La vía hacia la autenticidad transita sendas solitarias.
Ya te encontrarás con otros compañeros de viaje. De momento persevera en
lo que eres, en lo que haces.
7. NADA PARA TI QUE NO SEA TUYO.
Nada para los otros que no venga de ti. Exige lo que te mereces pero
respeta lo que no te pertenece. No hay nada más triste que apropiarte de
los logros de otros. Busca los tuyos, brillan más que el oro.
8. NO MENTIRÁS,
porque eso te divide a ti mismo entre lo que vives y tu ficción insana
por vivir otra cosa. Sé auténtico y amarás lo que te rodea. Donde campa
el amor, no hay lugar para la patraña. En lugar de calumniar, busca
materializar esa mentira en una verdad.
9. NO HARÁS ESPACIO EN TU MENTE, EN TU PECHO, EN TU SEXO NI EN TU CUERPO QUE TE DIVIDA Y TE HAGA DUDAR DE QUIEN ERES: escúchate
antes de actuar, siente después de cada acción. Si no te acerca un paso
más al centro de ti mismo, abandona. Que tus acciones se parezcan cada
vez más a quien realmente eres.
10. NO CONSENTIRÁS QUE LA ENVIDIA SE DESTILE EN TU HÍGADO.
No hay mayor desprecio hacia lo que uno es que despreciar lo que se
tiene. Cuida de tu parcela siendo siempre ejemplo de ti mismo, así el
mundo se convertirá en un inmenso jardín.
Alguien dijo aquello
de “amarás al prójimo como a ti mismo”. Se escucha hasta la saciedad
pero no se ejemplifica. No porque sea difícil, si no porque no se cumple
la premisa básica: para amar al otro como a uno, antes hemos de amarnos
en tanto individuos. Los oídos sucios en realidad entienden “odiar al
otro como yo me odio” y lo materializan sin mayor dificultad.
SI SOMOS INDIVIDUOS SANOS,
EL DOLOR DEL OTRO, ES MI DOLOR.
LA DERROTA DEL OTRO, ES LA MÍA.
LA VIRTUD DEL OTRO, ES MI VIRTUD.
LA PROSPERIDAD DEL OTRO, ES MI RIQUEZA.
SI QUIERO CAMBIAR EL MUNDO, ANTES TENGO QUE CAMBIAR MI VIDA.
POR RESPETO Y AMOR HACIA MÍ MISMO Y HACIA LOS QUE VENDRÁN.
Autor del articulo: Luis Miguel Andrés es profesor de filosofía y consultor personal
Twitter: @_LuuisMigueel_
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