El Arte de Sanarse
Para sanarte y permanecer san@:
Habla de tus sentimientos. Las emociones y
los sentimientos negados, escondidos y reprimidos, suelen llevar a
enfermedades y dolores diversos: gastritis, úlcera, dolores lumbares,
dolor en la espalda, tensión alta…con el tiempo, la represión de los
sentimientos puede degenerar incluso en un cáncer. Entonces, para
cuidarnos, vamos a sincerarnos, confiar, compartir nuestra intimidad,
nuestros secretos, nuestros errores, hagamos confidencias… El diálogo,
la palabra, el lenguaje, es un poderoso remedio y una excelente terapia.
Para sanarte y permanecer san@: Asume
la responsabilidad y la libertad de tomar decisiones. Una persona
indecisa permanece en la duda, en la ansiedad, en la angustia, en el
miedo. La indecisión acumula los problemas, las preocupaciones, las
agresiones… La historia humana está hecha de decisiones. Para decidir es
preciso saber renunciar, saber dejar algunas ventajas y valores para
coger otros, así como también asumir algunos inconvenientes. Las
personas indecisas son víctimas de dolencias nerviosas, gástricas y
problemas de la piel.
Para sanarte y permanecer san@: Busca
soluciones y llévalas a cabo para saber si son válidas o no. No te
quedes en la duda porque ésta nada resuelve y sólo sirve para crear más
duda. Recuerda siempre que es mejor equivocarse por activa que hacerlo
por pasiva. En el primer caso podemos tomar nota de nuestros errores,
aprender de ellos y rectificarlos para futuras ocasiones, en el segundo
nos quedamos sin saber si nuestra idea era buena o no. Las personas que
se centran en los problemas no consiguen soluciones y además aumentan y
multiplican las dificultades. Prefieren las lamentaciones, la
murmuración, el pesimismo y no tienen en cuenta que, estén como estén
las cosas a nuestro alrededor, siempre es más sano, inteligente y
práctico encender una vela que quejarse de la oscuridad. Una abeja es
pequeña, pero produce lo más dulce que hay: la miel. Somos lo que
pensamos. El pensamiento genera energía negativa que se va transformando
en enfermedad o bien energía positiva y amorosa que nos conduce a la
salud.
Para sanarte y permanecer san@: No
vivas de las apariencias sino de realidades. Quien esconde la realidad
finge, hace poses, quiere siempre dar la impresión de estar bien, quiere
mostrarse perfect@, bondados@…, acumulando de esta forma sobre sí
toneladas inútiles de peso. La persona que obra así es una estatua de
bronce con pies de barro. Nada hay peor para la salud que vivir de
apariencias y fachadas. De nada sirve que mostremos al mundo la mejor de
nuestras imágenes si por dentro estamos en ruinas y llen@s de
telarañas. Éstas son personas de mucho barniz y de poca raíz. Su destino
es la farmacia, el hospital, el dolor.
Para sanarte y permanecer san@:
Acéptate, valórate y ámate tal como eres. El rechazo hacia un@ mism@, la
carencia de autoestima, hace que nos volvamos ajenos de nosotr@s
mism@s. Ser un@ mism@ es el núcleo de una vida saludable. Quienes no se
aceptan suelen ser personas envidiosas, celosas, imitadoras,
competitivas, destructivas, más pendientes de lo que hacen o dejan de
hacer quienes les rodean que de sí mismas y de sus propios actos.
Aceptarse, aceptar y ser aceptad@, aceptar las críticas y las alabanzas
es sabiduría, inteligencia y sentido común, así como también la base
sobre la que podemos apoyar y edificar las necesarias mejoras internas.
Para sanarte y permanecer san@: Confía
plenamente en la Vida y en la humanidad, incluso aunque en alguna
ocasión te traicionen. Quien no confía no se comunica, no se abre, no se
relaciona, no crea vínculos estables y profundos, no sabe hacer
amistades verdaderas, gasta una gran cantidad de energía pensando en
todos los engaños que puede padecer y lo que es aún peor, se comporta
con tal desconfianza hacia sus semejantes que acaba encontrándose con su
propia medicina, lamentablemente sin darse cuenta de que la ha sembrado
y cuidado durante tanto tiempo que al final obtiene el fruto que
esperaba. Sin confianza no puede haber una sana relación con nadie ni en
ningún ámbito. La desconfianza, en realidad, es falta de fe en un@
mism@, en l@s demás y en el Universo.
Para sanarte y permanecer san@:No
vivas siempre triste ni te dejes dominar por el pesimismo, ni siquiera
en los peores momentos porque todo, temprano o tarde, pasa y acaba. No
hay mal ni bien que cien años dure, todo cambia, oscila y da un giro. El
buen humor, la risa, la alegría, el optimismo… recuperan la salud,
alargan la vida y además ayudan a encontrar la luz dentro de la
oscuridad, a ver un horizonte más amplio y una perspectiva más adecuada,
favoreciendo todo ello los cambios necesarios para llegar adonde
queremos. Las personas alegres, aun sin pretenderlo, alegran el ambiente
donde viven, trabajan y se relacionan, alejando con su presencia las
nubes de la aflicción, de la angustia, del derrotismo, del dolor . El
buen humor nos salva de las manos del doctor. La alegría es salud para
el cuerpo, la mente, las emociones, el espíritu y las relaciones.
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