Cuando TODO termina: El fin de una vieja etapa por María José Bayard


sol aries Cuando TODO termina: El fin de una vieja etapa por María José Bayard  

Cuando TODO termina: El fin de una vieja etapa

Cuando TODO termina es cuando TODO tiene la posibilidad de comenzar de nuevo.
Ciclos que se cierran, nuevos sueños que renacen, YOES que se disuelven dentro de la estructura energética e interdimensional… El macro sistema que colabora para que eso pase… Interiores que se disuelven para encontrar un nuevo sentido en la existencia. Caminos que siguen encontrándonos para mostrarnos la oportunidad de CAMBIAR.
Hoy abro un nuevo ciclo, el camino hacia la manifestación, el sendero que anhelo para poder llegar a casa. Todo tiene que terminar y desmoronarse para volver a construir la torre con nuevos cimientos, aquellos que habíamos olvidado establecer la primera vez que edificamos. Construir con miedo es anticipar la disolución del objetivo. Construir en base a los sueños, con pureza y desde el corazón supremo es anunciar la victoria, generar cimientos fuertes que nutren de amor a cada ladrillo edificado.
Hoy, nuevos caminos se abren, debo atravesarlos con pasión, algo viejo está muriendo. Debo construir una nueva torre basada en la esperanza, con paciencia, fe, en semejanza con el Dios, Creador. Hoy elijo edificar mi torre y despertar en ese proceso hacia una nueva luz que ilumine mis sentidos humanos. No puedo evitar sentirme triste y vacía, sabiendo que cuando TODO termina la incertidumbre toca mi puerta diciéndome suavemente al odio: “Ahora es momento de capitalizar el aprendizaje, regresar entera hacia la morada interna, recapitular el viaje y esperar a que la nueva ventana me brinde sus primeros destellos para anunciarme la llegada al nuevo hogar”
La vida se construye en base a los cambios, tocar fondo, llegar hacia lo más profundo para emerger hacia la nueva casa.
Renovarnos en medio del sendero es el camino del mago, es en gran parte la dimensión de dios a la cual no estamos acostumbrados. El universo entero está cambiando ahora. La energía que murió en un estado está permitiendo que una nueva renazca. Los sistemas solares siguen el rumbo de la transformación. El recorrido de los planetas alrededor del sol siguen su curso y cada cuerpo celeste está dispuesto a cambiar de posición para continuar ampliando su propia esfera dentro de la evolución global. ¿Por qué nos cuesta tanto como humanidad comprender que nunca nada permanecerá estático?
La energía está en constante movimiento. Nos despedimos de las horas, viejos YOES que mueren, recibimos el día, vemos brillar el sol pero también observamos cuando ese ciclo acaba. En el cielo podemos ser testigos de las estrellas gracias a que la tierra ha rotado para traernos la noche, la tierra se ha movilizado sobre su propio eje para CAMBIAR. Un nuevo amanecer tocará nuestras puertas, no seremos los mismos que hace algunos años. La conciencia de este observador de la realidad habrá mutado.
Cuando TODO termina es una señal de alarma que nos dice: “En esa pequeña o gran muerte habrá un ciclo de resurrección” Tocaremos fibras sensibles en nuestra esencia que jamás podríamos vivenciar sin la capacidad de desapego. Nos sentiremos incómodos estando en medio de la transición. Nos sentiremos vacíos sin la vieja estructura que nos acompañaba que, a pesar de ser destructiva, era algo conocido a lo cual aferrarse y la conciencia se había habituado a sentir. Sentiremos miedo a reconocernos dentro de una nueva estructura energética que desconocemos. Habrá paz en medio de la tormenta si reconocemos que nada es permanente. “Eso también pasará” Lo que llegue a tu vida será ni más ni menos que lo que has co-creado con el flujo de tu intención. Por eso debemos disfrutar los tiempos de victorias, los tiempos en los que permanecemos anclados en una realidad porque la vida nuevamente volverá a impulsarnos a buscar más. No podemos permanecer para siempre en una misma sintonía, los astros allá afuera se movilizarán y moverán nuestras piezas internas.
Hoy me sucede algo que jamás, jamás, jamás hacía sentido. Hoy puedo decir que TODO acaba de terminar. De un momento a otro mis guías, ser superior y Kryon desaparecieron, retiraron sus sabias presencias por unos minutos para que mi parte humana hiciera el proceso de resurrección. En ese espacio entre lo viejo y lo nuevo siento vacío… “¿Dónde están?”, les pregunto. “¿Por qué se fueron?”, grita mi alma desesperada. “¡Me dejaron sola!”, expresan mis cinco sentidos. Entiendo que por algo debe ser… desaparecieron en un instante y, por más que trato de hablarles e invocarlos, ya no están más. Poco a poco comienzo a comprender lo que debo soltar, la claridad llega a mi mente. Siento desesperación por unos momentos, angustia, tristeza, mi alma se siente perdida, no sabe quién es y qué está haciendo acá. Pero de un momento a otro hay un velo que se corre, viene la claridad, mis sistemas vuelven a centrarse, el alma regresa a mi cuerpo, veo todo claro, transparente… Entiendo que han regresado nuevamente y que tuvieron que dejarme por unos momentos para que fuera yo quien hiciera el proceso de trasformación. Me levanto de la cama, todo se vuelve más claro y me dicen: “Hubo alguien en esta tierra que mostró ése mismo proceso que acabas de vivir. Él fue Jesús. Minutos antes de su muerte sintió el abandono de su padre (ser superior) y los guías que lo acompañaban porque debía realizar el proceso de iluminación y trasformación solo” Fue entonces cuando dijo: “Dios mío ¿por qué me has abandonado?” En realidad quiso decir: “¿Dónde está esa porción de divinidad que estaba conmigo en todo este proceso?” La porción de divinidad que había en él la mayor parte del tiempo, se retiró. Debía atravesar ese proceso solo. Despegar su conciencia angelical con la humana para que el cuerpo pudiera asimilar dicha transformación. El alma se fue por unos instantes en la búsqueda de nuevos cambios al plano energético e interdimensional. En medio de ese camino él sintió el vacío. Cuando la muerte se produjo esa parte de la conciencia superior regresó a su cuerpo, pero esta vez materializando el CAMBIO definitivo hacia la nueva dimensión, y fue ahí cuando finalmente murió.
Exactamente lo mismo me sucedió a mi ese día… pude vivenciar lo que es morir y resucitar estando encarnada en la materia. A eso se refiere Kryon cuando nos dice lo siguiente:
Morir y resucitar en una misma vida Este es uno de los atributos de esta nueva era. En la vieja humanidad ustedes debían consumar la energía de renacimiento y regeneración profundos con la muerte física y partida terrenal para luego tener un nuevo nacimiento. Ahora ustedes pueden regenerarse, cambiar y re-nacer en una misma vida varias veces. De hecho este es uno de los atributos más importantes que presenta la energía de GAIA en este momento. Este proceso de transformación requiere una “muerte real” de un antiguo “ustedes” para dejar renacer uno nuevo. Esta regeneración generalmente se produce luego de haber consumado el tránsito por una energía determinada. Es el mismo proceso que pueden ver en el ave que vuela a niveles muy elevados y que representa al proceso de regeneración más profundo en la humanidad (el águila). Ahora ustedes, los humanos, también pueden lograr ése proceso de transformación profunda. Si tuviéramos que decirles que la nueva era tiene una bandera, así como ustedes tienen a modo de símbolo para cada nación, les diría que la bandera de esta nueva era es de “color celeste y blanca” y lleva al águila como símbolo: la visión y la regeneración. Esta bandera es de toda la humanidad, no es solo para algunas culturas y para otras no, es para todos por igual. (Celeste por el velo celestial y blanco por la simpleza y purificación) Cuando el antiguo plumaje del águila muere, la misma pasa por un período de desprotección: aquella coraza de plumas ya no está más y a cambio de ello hay un vacío, lo cual produce que todo quede expuesto al exterior. Lo mismo sucede en su experiencia de transformación humana. En la medida que van sanando y se van sacando las corazas que hasta ahora los había protegido de alguna manera del exterior, se quedan sin defensas y es ahí donde pueden sacar verdaderamente su propia naturaleza pura y de luz. Muchos de ustedes experimentan esto en sus procesos de transmutación. Muchos dicen: “me siento blanda/o, vulnerable y yo no era así, yo era una mujer/hombre fuerte”… “¿Qué sucedió Kryon?” Se salieron las plumas, es decir, la coraza, y ése interior que permanecía tapado y protegido por las corazas ahora se expone hacia el exterior. Es la forma que tienen que hacerlo, si no se sacan lo antiguo y anterior ¿cómo pueden lograr ponerse un revestimiento nuevo? Lo importante es que la próxima vestimenta de plumas ya no serán más corazas de protección, sino que será un fiel reflejo del cálido SER dulce y angelical que AHORA vive en su interior. Y así es.
¡Qué gran bendición el poder cambiar en una misma vida! Nuestros ancestros lo hubieran querido hacer. Quizá en un nivel muy profundo de sus conciencias lo anhelaban y ese anhelo terminó por abrir la puerta a que tiempo más adelante suceda y hoy somos nosotros quienes estamos cosechando el fruto de sus co-creaciones. Bendigo a mis ancestros, bendigo a los ancestros de esta tierra ya que ellos generaron la plataforma energética apropiada para que hoy nos podamos transformar. Nos dejaron una hermosa carga energética para elevar hacia la luz.
A mayores desafíos mayores cargas luminosas que nos dieron para resolver esos obstáculos que sabíamos iban a ser muy grandes. Las almas guerreras nacidas en estos tiempos son espíritus luminosos muy potentes, que han nacido, por ley de simetría, con una carga de oscuridad importante ya que mayor poder lumínico, mayor contraste oscuro para poder disolver y elevar hacia el nuevo estado. En medio de ese camino nuestra alma se convierte en guerrera, adquiere un nuevo sentido dentro de la espiritualidad y canaliza la sabiduría necesaria para plasmar el bendito desenlace al cual arribar cuando TODO haya terminado.
“Estuve en crisis, toque fondo y me sentí muy mal”, expresan las voces del ser humano. En ese momento experimenté lo que era sentir el abandono de los guías y ser superior. Debían dejarme hacer mi proceso humano. Anterior a ello ya me habían dotado de las herramientas espirituales que serían necesarias utilizar cuando ese proceso llegara. Todo se acaba hoy y un nuevo camino despliega sus alas. Anhelo que todo termine de desmoronarse, porque mi deseo encendido es construir todo de nuevo, pero esta vez, con el impulso del amor de Dios consciente en mí. Suelto todo, todo lo suelto. En este acto de consagración dejo a mi destino y mi mejor futuro que abra el telón para iniciar este nuevo acto. Estoy vencida. Dejo que mi parte de luz me llame nuevamente para escuchar su voz y encender mi alma.
Aunque esa parte de luz jamás se apartó de mí; esa parte jamás puede cansarse porque siempre buscó llevarme hacia el escenario de mayor pureza y libertad. Es la personalidad victimizada quien se cree y siente vencida, ella es la que opaca nuestra felicidad.
Enfrenté a mi mayor gigante, el que vivía dentro de mí y el que formé durante tantos años. Ya no puedes convivir con mi esencia bendita, aquella que ahora se quiere manifestar.
Luna negra que ardía frente a mis ojos ya no está más. Atravesé la noche, vivencié stu ciclo, movilicé el agua de mi cuerpo y finalmente decidí SOLTAR.
Hoy veo a la Virgen de Guadalupe cargando en sus brazos a un hijo. En la antigua imagen ella se encontraba encinta, pero hoy, para mi conciencia interdimensional ya dio a luz. En ese hijo se encuentra sellada su bendita esencia, aquella que portó dentro de su vientre por miles de años.
Luna blanca que alumbra mis sentidos, ahora me haces saber que he llegado a casa.
Alma viviente que da el último suspiro sabiendo que ahora ya puedes descansar.
Narraré a las próximas generaciones que un día grite: ¡Volví! ¡Volví! ¡Volví! Después de tanto tiempo de haberme desencontrado. Dios me dijo: “Te perderás a ti misma en medio el camino, para que cuando sientas el impulso de regresar hayas materializado la lección durante el viaje” Me dijo: “La dimensión de luz que llevarás será la misma dimensión de oscuridad que deberás atravesar, para que se esa manera seas consciente de la capacidad que tienes de alumbrar tu propia vida”
Un día regresé a mi centro y dije: “Gracias Dios porque cuando TODO termina es cuando TODO tiene la posibilidad de empezar de nuevo. Comenzar desde una nueva dimensión”
La vida se manifiesta dentro de una misma espiral evolutiva que nos va a acercando cada vez más al reconocimiento de la dimensión de Dios dentro de nosotros. Hoy tengo la oportunidad de comenzar de nuevo. Hoy sé que cada desafío, cada paso transitado, tuvo una razón de ser. Finalmente todo me condujo al encuentro con mí ser divino.
Honro la vida de cada trabajador de la luz que ha caminado. Porque en ese caminar sus almas se elevaron, conocieron la dimensión de su propia luz para iluminar a aquellas almas que apenas dan sus primeros pasos.
Y así es.
María José Bayard

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