Conociendo los estratos del subconsciente
Siguiendo con el mismo tema que empezamos con el artículo anterior sobre la mente, vamos a adentrarnos a indagar un poco más en la esfera subconsciente, y en su correspondiente capa del cuerpo mental.
Como habíamos dicho, la esfera subconsciente recoge
de la esfera pre-consciente toda la información que entra por nuestros
sentidos, seamos conscientes de ella o no, y la almacena para toda la
vida en una de las diferentes capas o sustratos que posee en el cuerpo
mental, de acuerdo al uso que se le pueda dar por parte de nuestro “Yo” o
personalidad dominante.
Decía Jane Roberts, en uno de sus primeros libros,
que, posiblemente, la mejor analogía para explicar el subconsciente, es a
través de la comparación con los estratos arqueológicos, donde cada
capa contiene una serie de características e información almacenada, con
sus propias reglas y procesos, como sedimentos que van quedando
depositados con el paso de las vidas, las experiencias y las vivencias
de cada persona. Si queremos entender un poco mejor como funciona
nuestra mente, y en particular donde se guarda todo aquello que vivimos,
hemos de estudiar y comprender principalmente entonces estos diferentes
estratos de la capa subconsciente.
Estratos vida actual
Tanto el cuerpo mental, como las esferas mentales, se
insertan en el cuerpo físico tras cada encarnación, por lo que, de
alguna forma, son siempre “nuevas” para cada nuevo cuerpo que usamos,
sin embargo, la información de los mismos, siendo un campo cuántico,
energético, no se pierde, sino que va siendo acumulada e incorporada
existencia tras existencia a la nueva mente del nuevo avatar que usamos
para cada nueva vida.
Desde el momento de nuestro nacimiento, se van
formando nuevas capas en nuestro subconsciente, que corresponden a
nuestra vida actual, relegando, como veremos luego, la información sobre
otras vidas anteriores a estratos más profundos, fuera del alcance de
la esfera mental consciente de la encarnación en curso, de ahí que solo
con técnicas concretas como la hipnosis o la terapia regresiva podamos
recuperar las memorias de encarnaciones anteriores (simultáneas).
Así, la capa superior de nuestro subconsciente, la
más superficial, está formada por aquellos patrones, deseos y
necesidades de la personalidad que subyacen justo en el umbral de lo
consciente, e, inmediatamente debajo de ella, encontraríamos el mismo
tipo de cosas, pero remontándose en el tiempo, y retrocediendo hacia
nuestro nacimiento, es decir, que, en cada etapa de la vida, se irían
superponiendo aquellos programas instalados, patrones de comportamiento,
sistemas de creencias, necesidades emocionales, deseos, memorias,
experiencias, etc., que no fueron procesados por el consciente y se
fueron quedando depositadas en diferentes niveles de este subconsciente.
Nuestras memorias de esta vida, nuestros programas y
patrones de comportamiento, nuestros deseos y necesidades, se mantienen
en esta capa superior que se remonta hacia atrás en el tiempo, teniendo
en la parte inferior del primer estrato aquello que adquirimos al nacer,
y en la parte más alta del mismo, aquello que justo acabamos de
adquirir.
Miedos, temores, fobias
Justo después de esta primera acumulación de
memorias, experiencias y recuerdos, si miramos un poco lo que hay en el
siguiente nivel, en el segundo estrato de la capa subconsciente del
cuerpo mental, nos encontramos con aquellos elementos a los que la
persona tiene más miedo, pánico y terror, por sus propias razones y
composición psicológica. Aquí subyacen aquellos temores, fobias,
oscuridades y pesadillas que, como un terremoto, pueden, de repente,
cualquier día, salir a la superficie sin control alguno por parte del
ego o personalidad consciente, detonados por alguna reacción o
catalizador externo, que, por resonancia, nos rompe en pedazos los topes
de seguridad y membranas que los mantenían guardados, y no pueden
impedir que salgan manifestados sin control. Estás reacciones de pánico
incontrolado, que algunas personas experimentan, suceden cuando algo que
está aquí enterrado encuentra vía libre a la superficie y no hay forma
de pararlo. Cuando se hace de forma controlada, como en alguna terapia,
esto produce una liberación o sanación, y aquello que estaba ahí
enterrado desaparece por completo.
Es aquí, en este segundo estrato, donde acumulamos
todo aquello con lo que no queremos lidiar, porque nos asusta o nos
asustó en su momento, y aquí se van depositando, con más o menos
esperanza por parte de la mente consciente, de que no salgan jamás a la
luz. Es la típica sensación de que nos “tragamos” algo y lo enterramos
en lo más profundo de nuestra psique para no pensar en ello, pues eso
que nos “tragamos” y enterramos, viene a depositarse en esta segunda
capa del subconsciente y pueden, con el tiempo, convertirse en traumas,
fobias, temores y miedos varios que se han quedado sin procesar. El
éxito de terapias que te hacen “comprender” estos problemas, bloqueos y
miedos, subyace precisamente en que, al procesarlos por la esfera mental
consciente, los remueves de este estrato y los puedes transmutar y
disipar más fácilmente.
Todo un cúmulo de posibilidades y potenciales latentes
Siguiendo nuestro recorrido, por debajo de esta
segunda capa, en el tercer estrato del subconsciente, se encuentran
todas aquellas posibilidades de desarrollo innato que tiene una persona,
pero que no han tenido la fuerza suficiente como para manifestarse en
ella. Aquí aparecen todas las habilidades en potencia, todas las
semillas de algo que, trabajado, podría desarrollarse y convertirse en
una faceta consciente de la personalidad, pero que se mantiene en estado
desactivado o latente, a la espera de la ocasión de hacerlo, en esta, o
posteriores encarnaciones. También se mantienen aquí latentes
habilidades de anteriores encarnaciones que el espíritu-alma de la
persona ha decidido no usar para esta partida del juego en el que
estamos en concreto, y yacen “dormidas” a la espera de que sea
necesario, o no, su activación, despertar y uso. A veces nos preguntamos
porque, si en una vida anterior, por ejemplo, hemos tenido una cualidad
o habilidad X, ahora en esta vida pareciera que la hemos perdido. La
respuesta no es que hayamos perdido esa habilidad o talento, sino que
subyace latente en este tercer estrato subconsciente, a la espera del
momento para ser despertada, o tomándose un descanso por no ser
necesitada por la programación y plan de “estudios” requerido para esta
encarnación.
Por otro lado, es de esta tercera capa también de
donde pueden emerger personalidades secundarias de una persona, cuando
algún otro terremoto o shock psíquico pueda ocurrirle, estando compuesta
por aquellos componentes de la personalidad enterrados y procedentes
tanto de pasadas encarnaciones, como de facetas reprimidas por la
persona, que, si encuentran su camino hacia el exterior, y hacia el
control de la personalidad dominante de la misma, entonces pueden llegar
a producir, por ejemplo, un trastorno de personalidad múltiple (aunque
esta no sea solo la única causa para ello, solo es un ejemplo).
Información de otras encarnaciones
Siguiendo con los estratos psíquicos, justo debajo de
esta capa nos encontramos el siguiente sedimento donde se encuentra
almacenada la información del periodo “entre vidas” justo anterior a la
encarnación presente, y, justo debajo de este, se encuentra la capa con
la información de la vida inmediatamente anterior a la actual, donde,
puesto que, desde el punto de vista de nuestro Yo Superior y de nuestro
SER, son todas simultáneas, de forma que existen conexiones permanentes
con otras partes de nosotros mismos, encarnados en otros cuerpos y vidas
que pudieran estar sucediendo al mismo tiempo. Es por ello, que, aunque
digamos que son como capas de información unas encima de otra, son
energías interpenetradas, que forman parte de un eterno presente, y
están, de alguna forma, todas al mismo nivel, más bien en paralelo unas
con otras, pero esto es algo que nuestra mente consciente no puede
comprender y, por ende, debe situarlas de forma lineal, como creadas una
detrás de otra, en una sucesión de vidas secuenciales, que es como
nosotros percibimos nuestra historia personal desde nuestra primera
encarnación.
Lo interesante de la capa que guarda o retiene la
información del llamado “periodo entre vidas” es que, al estar libre del
camuflaje de la realidad material, contiene y nos da mucha información
de quienes somos cuando no estamos confinados en un traje orgánico como
el cuerpo humano, y es de aquí, por ejemplo, de donde podemos obtener
información de lo que hacemos, o lo que hicimos, cuando dejamos atrás el
ultimo avatar, el cuerpo físico que usábamos, y cogimos uno nuevo, el
que tenemos ahora. Aquí es de donde la mayoría de personas que recuerdan
bajo hipnosis o terapia regresiva lo que son, hacían o percibían fuera
del plano físico, obtienen la información al respecto.
A partir de este estrato, la estructura anterior se
repite, ya que, a partir de aquí, encontramos entonces capas de memorias
que lidian, primero con el periodo entre vidas anterior a la última
encarnación, luego con las memorias de la ultima encarnación, luego con
el periodo entre vidas anterior a este, luego con la vida anterior,
etc., etc.
Antes de encarnar por primera vez
Finalmente, en la capa más profunda del
subconsciente, por debajo de la capa con información de nuestra primera
vida en este planeta como seres humanos, nos encontramos con la
información de nuestra conciencia genética, con datos pertenecientes a
la psique racial, nuestra psique común como miembros de la raza humana,
con información sobre nuestro origen y desde nuestra creación como raza.
Más abajo, es decir, en un nivel inferior a este, existe otro estrato
que lidia y retiene la información de lo que éramos antes de nuestra
primera entrada en el mundo material y denso, incluyendo la comprensión
de la realidad que poseemos fuera de este plano físico, antes de nuestra
primera incursión en este nivel evolutivo como seres humanos. Si
llegáis a destapar y conectar con la información de este sustrato del
subconsciente, podréis traer a la esfera mental consciente los recuerdos
o sensaciones de lo que erais antes de ser humanos, sea lo que sea, y
vinierais de donde vinierais antes de empezar a encarnar en este
planeta.
Dos formas de trabajar con el subconsciente
Imagino que hay por la red decenas de técnicas para
trabajar estos estratos del cuerpo mental, así que yo solo os voy a
comentar las dos herramientas que yo uso personalmente, no son ni buenas
ni malas, no son ni las mejores ni las peores, ni las mas eficaces ni
las menos. A mi me van bien y, por ende, las llevo usando ya hace
tiempo.
La primera, evidentemente, es la meditación. En este
caso, una meditación con la intención inicial y propósito de conectar
con tu subconsciente a partir de una visualización inicial. En mi caso,
me imagino bajando por unas escaleras, llegando a una puerta donde pone
“subconsciente”, y entrando en un enorme almacén donde cajas y cajas y
cajas de archivos, papeles, recuerdos, memorias, y demás se encuentran
almacenados. Mi peculiar configuración mental me hace percibir todo de
esta forma, no dudo que cada uno notara y lo vivirá de la suya propia.
La forma de trabajar aquí es pidiendo internamente que se te muestre
aquello que es mas importante sanar, liberar o hacer consciente, y a
partir de aquí empieza el movimiento de emociones, memorias, vivencias o
historias a trabajar.
La segunda forma, es la escritura automática. Abro un
fichero en Word y me pongo a escribir todo lo que salga, sin
analizarlo, sin pensarlo, sin procesarlo. Dejo a un lado el raciocinio,
la mente consciente, y escribo sin parar, escribo, escribo, escribo, y
vaya lo que sale de ahí cuando te pones a leerlo. Desde las tonterías
mas grandes y cosas sin sentido, hasta las verdades mas profundas
ocultas en uno mismo. Pero hay que escribir mucho, y sin pensar, lo cual
significa que tienes que teclear tan rápido como tu subconsciente vaya
soltando prenda, y te tiene que importar bien poco si es lógico,
coherente o no, de lo contrario, es la esfera consciente la que esta
tomando el mando y no sirve para nada.
Con ambas cosas de puede liberar datos, información,
miedos, vivencias o memorias subconscientes atrapadas que claman por
salir a la luz. Buscad otras por internet y probad a ver cual os va
mejor, y a partir de aquí ya tenéis herramientas de trabajo personal con
uno mismo que pueden daros grandes sorpresas y alegrías, liberarnos de
cosas enterradas o destapar aquello que nos puede ayudar a lidiar con
las vicisitudes del momento que estemos viviendo.
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