"CREAR MILAGROS"




Stuart Wilde. "Milagros" Traducido por Yarisa.

PROLOGO


"CREAR MILAGROS"


Crear milagros es nuestras vidas no es más complicado que entender la metafísica de la Ley Universal. Y dado que esta ley es indestructible y por consiguiente infinita, sabemos que el poder que usaron los “hacedores de milagros” en el pasado está aún accesible hoy. Sin embargo, en nuestra sociedad moderna se nos ha educado para creer solamente en aquellas cosas que podemos entender de manera lógica. Tampoco se nos ha enseñado que la Ley Universal tiene un poder ilimitado, ni que este poder está a nuestra disposición y puede ser utilizado para hacer milagros en nuestras propias vidas.


PASO UNO
"ENTENDER LA LEY UNIVERSAL"
Para entender los milagros tenemos que fijarnos en dos aspectos de la Ley Universal. Primero: en la profundidad interior de toda la Humanidad reside un inmenso poder; y segundo: este poder es imparcial y no-emocional.
Llámale la Mente universal, la conciencia Crística o como desees, pero este es el poder que permite a los seres humanos el reconocimiento de al fuerza universal de la Vida que llamamos “Dios”.
La fuerza de la Vida es eterna y universal y debido a su capacidad ilimitada, es parte de todas las cosas. Aún más, es parte principal de cada uno de nosotros. En consecuencia todos tenemos dentro de nosotros un poder ilimitado. Crear milagros en nuestra vida se convierte en un asunto de identificarnos con el poder, comprender sus características y aprender a usarlo de modo efectivo. Esta identificació n se alcanza sabiendo que este poder está en nuestro interior y reconociendo este hecho diciendo: “Yo soy eterno, inmortal, universal e infinito; y lo que yo soy es hermoso”. De este modo nos encerramos dentro de la fuente del poder y nos posicionamos para el siguiente paso que conlleva observar sus características.
La Ley Universal es imparcial y no-emocional. No tiene manera de saber qué es lo que quieres ni discrimina entre tus esperanzas y aspiraciones, gustos y disgustos – es pura energía. Acepta cualesquiera pensamientos, sentimientos y acciones que proyectes y los refleja de vuelta a ti impasiblemente en forma de los eventos que experimentas día a día.
De modo parecido a como la electricidad ilumina tanto un burdel como la reunión en casa del párroco para tomar el té, la Ley Universal no distingue entre los diferentes tipos de energía en tu vida. Te dará cualquier cosa en la que creas, ni más, ni menos. En consecuencia, la clave para entender los milagros es mirar las creencias que estás expresando como sentimientos y pensamientos.
Cuando naciste, tus pensamientos y sentimientos eran ilimitados porque tu mente era una página en blanco. Lo que un niño pequeño proyecta a la Ley Universal es una vasta pureza natural no constreñida por las creencias. Los niños, a menudo intentan algo aparentemente imposible: desconociendo tener cualquier limitación física, conducen el coche familiar o caminan sobre una cornisa elevada. Es solamente con posterioridad, mediante la educación, que ellos aprender los confines de las expectativas humanas.
Pero esos confines o fronteras son ilusiones. Están formados de patrones de creencias, la mayoría de ellos nacidos de la ignorancia, que se heredan de generación en generación.
Esta colección de patrones de creencias, o “inconsciente colectivo" como le llamó Carl Jung, gana validez conforme avanza el tiempo y, finalmente los conceptos que generaciones futuras experimentan como realidad física se hacen rígidos y dominantes. Es como si los miles de millones de personas que te precedieron hubieran determinado lo que vas a experimentar en el plano terrestre, y que eso es lo que va a suceder.
Esta rigidez no tiene en cuenta el genio o la comprensión de que estamos en una era de rápido esclarecimiento. Las estructuras fundamentales están siendo borradas en una avalancha de consciencia y nosotros ya no estamos preparados sólo para leer acerca de los grandes hacedores de milagros; queremos tener la misma experiencia. Para la mayoría de la gente esto no es posible porque están encerrados en las limitaciones del cuerpo y la mente; su educación es tan prevaleciente que encapsula su evolución entera, y ellos experimentan poco crecimiento espiritual.

PASO DOS
"COMPRENDER LA MISIÓN DE LA VIDA"
No somos nuestros cuerpos, ni nuestras emociones, ni nuestras mentes ni ninguna de las estructuras y restricciones que vivenciamos a nuestro alrededor. Somos una parte infinita de la Fuerza-Dios usando la forma física para experimentar un desarrollo espiritual a través de una enseñanza especial llamada “vida diaria”.
Cuando entraste en el plano de la tierra, la energía que es tu yo real dejó su domicilio en las altas dimensiones de pura luz y entró, por elección, en el cuerpo en el que estás ahora. Elegiste las circunstancias de esta vida porque era el paso siguiente en tu evolución infinita y porque esta vida te permitiría expandir lo que eres espiritualmente de modo que podrías llegar a ser una expresión incluso mayor de la infinita fuerza de la vida o Espíritu viviente.
Ahora puede que digas: “¡Es de locos!, ¿por qué iba yo a elegir estas circunstancias de mi vida, esta familia, esta sociedad y esta vecindad? ¿Por qué no elegí un entorno de más riqueza o un cuerpo más bonito o más capacidad intelectual?” La respuesta yace en una dimensión más allá del plano físico. Al entrar en esta dimensión al nacer, tenías dentro de tu consciencia una misión heroica, una meta. La naturaleza de esta meta está escrita firmemente en lo más profundo y secreto de tu yo interior; y lo que eres hoy, sin importar lo que sientes acerca de ti mismo, es realmente una parte de esa meta en varios estados de consecución.
Tu mente empezó a grabar sucesos, pensamientos y sentimientos nada más nacer. No conoce tu heroica misión ni entiende la Ley Universal que interacciona con tu potencial ilimitado. ¿Por qué?. Dos razones: La primera, si tu mente, sentimientos y emociones supieran de la naturaleza de tu meta heroica en la vida, no habría desafío ni búsqueda, y tu evolución se resentiría. Segunda, la mayor parte de la comprensión de la metafísica está basada en creencias tribales o religiosas que no reflejan totalmente una percepción aguda de la delicadeza de la energía y el modo en que su flujo y reflujo afecta la vida cotidiana; ningún entendimiento real de la Ley Universal ha sido jamás incorporado en los variados patrones de creencias del inconsciente colectivo del mundo.
Por ejemplo, digamos que tu meta heroica en la vida es aprender a amarte y a aceptar la completa responsabilidad cósmica por lo que eres. Y, digamos que has tenido un número de experiencias previas en el plano terrestre en las que fuiste débil e indulgente contigo mismo metafísicamente apoyándote en otros antes que contribuir a tu propia energía o soporte. Si supieras esto por adelantado, empezarías a favorecer un tipo de acción sobre el otro. Reflexionarías hacia posiciones o sentimientos que quieres conseguir y tu mente dominaría cada movimiento tuyo.
La evolución no funciona así. No puedes superar la debilidad luchando contra ella o pensando el modo de salir de ella. Superas la debilidad dejándola detrás de ti. Esto significa que llegas a ser consciente de las tendencias interiores que te derriban, que no apoyan la creencia en ti mismo ni el amor a tu ser, y dices “No quiero ser eso nunca más”. Entonces te sales de los caminos sucios y desordenados del inconsciente colectivo hacia una disciplina de poder. De vez en cuando puede que recules, pero una vez que te decides por el lado de la fuerza el poder de la Ley Universal siempre estará contigo en diferentes grados.
Puede que sea una batalla al principio porque tu mente no entiende estas leyes ni la naturaleza de tu misión en la Tierra; tampoco comprende las leyes que gobiernan tu potencial. Tendrá tendencia a aconsejarte de modo lógico desde su propia experiencia y la lógica es la muerte para esa parte de ti que es el “hacedor de milagros”.

PASO TRES
COMPRENDER LA NATURALEZA DE LAS CREENCIAS"
Codigo EQUILIBRIO
El siguiente paso para crear tus propios milagros es observar la naturaleza de tus creencias. Revisando creencias y sentimientos comienzas a entender cómo usar la Ley Universal de modo efectivo.
Es natural anhelar lo imposible pero, al hacerlo, estableces fuertes creencias acerca de lo que puede ser hecho y lo que no. Puedes saltar cierta altura y no más alto, correr a cierta velocidad y no más rápido, aceptar una cierta posición y no otra mejor.
Dado que la mayoría de los aviones comerciales vuelan a 600 millas por hora, el tiempo más corto en el que puedes llegar a Nueva York es de unas seis horas. Esos son hechos en el inconsciente colectivo. Pero ¿que pensarías si te contara de un hombre que pudiera mover su cuerpo muchas miles de millas es pocos segundos? Tu mente escanearía sus bancos de memoria y se quedaría en blanco, e inmediatamente después tu podrías pensar: ¡Imposible! Entonces quizás revisarías todos los datos científicos disponibles y concluirías que este hecho es inalcanzable.
Todo el conocimiento científico y el pensamiento corriente son productos del mismo “inconsciente colectivo” y justo el hecho de que mil millones de personas no tienen el concepto de un hombre moviéndose 3000 millas en unos segundos lo hace imposible. Pero los miles de millones de personas están equivocadas.
Hay una dimensión, aquí mismo, sobre el plano terrenal en la cual un hecho así es posible, y hay unas pocas personas vivas hoy en día que saben de esta dimensión y la usan. Es un asunto de percepción y creencia.
Tu habilidad para hacer milagros depende enteramente de lo fácil y rápidamente que puedas darle la espalda al inconsciente colectivo. Es tu atadura al inconsciente colectivo, o patrones de creencias del mundo lo que te mantiene atrapado.
Esta atadura, que aceptas al nacer es tu principal desafío en la vida, y tu meta espiritual es sobrepasarla. Finalmente te das cuenta de que, para llegar a ser una parte de una consciencia más alta, has de dejar el sitio donde estás ahora y entrar en lo desconocido.
Esa es la razón por la cual todos los relatos del camino del iniciado hablan de absoluta soledad porque al moverte fuera de la vieja energía hay una sensación de pérdida.
Cuando emprender ese camino tus percepciones se expanden gradualmente para aceptar una vibración más alta de ti mismo y comprender que lo que los demás creen es parte de su evolución, pero no es el total de los hechos. Experimentamos la vida a través de los cinco sentidos, “las ventanas del alma”, y se nos enseña la capacidad que tienen. Sin embargo, cada uno de ellos tiene una dimensión que es muchas veces más profunda de lo que es percibido normalmente y esas dimensiones se abrirán para ti cuando te dirijas hacia ellas.
Observemos los sentimientos. A través de los sentimientos puedes penetrar en otros mundos y ser “clarisintiente” (un elevado sentido de los sentimientos) ; es una capacidad que puedes aprender a desarrollar bastante rápido. No es tan aguda como la visión extrasensorial, pero es profunda y a través de ella accedes a áreas de percepción que poca gente ha experimentado jamás.
Todo a tu alrededor es energía- tu cuerpo, sus diferentes órganos, tus pensamientos, el lugar físico donde habitas, y los eventos de tu vida, todo expresa una energía.
Una parte de esa energía es perceptible a través de los cinco sentidos, pero la mayoría está más allá de la percepción normal. Abriéndose al poder de la Ley Universal y controlando la mente mediante el centramiento y la disciplina, te haces consciente de la sutilidad de las energías a tu alrededor. Te darás cuenta de que puedes usar tus sentimientos para guiarte a través de la vida.
Al entrar en una situación lleva tu sentimiento hacia lo que está delante. ¿Cómo se siente? ¿Qué te está diciendo la Ley Universal? ¿Qué área fluye y cuál no? Después de un tiempo este ejercicio se hace simple y muy exacto. Tal vez no seas capaz de ver todas las energías sutiles a tu alrededor, pero puedes aprender a sentirlas y pronto hallarás que la información de la Ley Universal tiene un modo de saltar a la vista inesperadamente.
Los sucesos de tu vida reúnen energía al venir hacia ti y puedes sentirla semanas e incluso años antes de que ocurran. La ciencia te dirá que no es posible ver el futuro y eso es cierto para aquellos que creen que esto es así, pero al salir de la “percepción de grupo” del mundo, sentir a incluso ver el futuro será tu segunda naturaleza.
Para controlar la Ley Universal de modo efectivo, debes vigilar su manifestación, que es, básicamente, cada evento de tu vida. Entonces enlaza cada suceso con tus sentimientos y actitudes subyacentes. Percátate de que, cuando las cosas van bien, es solamente porque tú introdujiste esa imagen dentro de la Ley Universal y ella respondió. Imagina la Ley universal como un oficinista de ventas en una gran compañía de envíos por correo. Él tiene tu pedido pero no tiene ni idea de quien eres. Si el pedido dice: “talla 8”, él envía la talla 8. No es su problema si esa talla te queda bien o no. Él sólo da cumplimiento a tu solicitud.
En la vida diaria tus sentimientos, pensamientos, y actitudes son tu formulario de pedido; por lo tanto antes de que decidas cambiar tus condiciones actuales, tendrás que estar muy seguro de lo que quieres de la vida. La Ley Universal reacciona espasmódicamente a los mensajes dudosos o inciertos. Tienes que escribir claramente y tienes que estar dispuesto a aceptar aquello que estás buscando.
Digamos que quieres ganar una gran suma de dinero, dejar tu trabajo y pasar el resto de tu vida tumbado al sol. Sueñas con el dinero, suspiras y dices: “Sería maravilloso”. Pero, ¿es eso realmente lo que quieres? Puede que muy pronto te aburrieras y, aunque a tu mente le gustaría vaguear al sol, tu yo interior tal vez diga: “Debería haberme quedado donde estaba; había más potencial allí”.
Crear energía para ti a través de la Ley universal no es tan sólo un asunto de desear cosas, de cualquier manera. Has de darte cuenta de que el poder está en tu interior y, una vez que tomas el primer paso hacia él, cualquiera que sea lo que crees será para tu más alto bien. Puede que no sea exactamente lo que pensabas que querías pero sería mejor que te prepararas para las consecuencias.
Antes de embarcarte en un “plan de acción milagroso”, debes dedicar algún tiempo a meditar sobre las condiciones u objetos materiales que deseas. La Ley Universal es el empleado del departamento de envíos que espera tu pedido claro y conciso. La moneda con la que vas a pagar por él es la fe.
Para crear algo con absoluta certeza, has de establecer en tu interior el sentimiento de que ya ha sucedido y la condición que deseas es ya parte de tu vida. Esto puede ser difícil porque tu mente, que no sabe nada del funcionamiento de la Ley, se defiende.
Afirmas “Soy rico”, y tu mente te contradice, “No, no lo eres”. El conflicto que se desarrolla confunde a la Ley Universal, que está a punto de enviarte el deseo de tu corazón. Este choque de energías opuestas ha sido el desafío del aspirante a iniciado desde el principio de los tiempos. Es la búsqueda del Grial, o la lucha con el dragón. Dice que nadie entra en el reino del cielo interior hasta que hayan domado el dragón de la negatividad que heredado del inconsciente colectivo. En modo figurado, tendrás que abandonar el plano de la tierra aunque puede que sigas formando parte de la realidad física. Las dimensiones no están ahí fuera, en algún lugar entre tú y las estrellas; están en los mundos internos o viajes interiores.
Estos viajes tienen una realidad interna y una manifestación externa en lo físico, así que todo lo que puedes concebir es realmente parte de ti ahora mismo. El hecho de que no lo tengas en tus manos no importa. Sea lo que sea lo que concibes, está en estado de realizarse gradualmente. Si afirmas “Soy rico”, tienes que empezar a sentirte rico, pensar como rico, y tener una actitud de rico. Paséate por almacenes caros, toma café en el mejor hotel de la ciudad, y empieza a actuar y sentir como si ya tuvieras la vasta fortuna que la Ley Universal está a punto de enviarte. De este modo creas una realidad concreta de riqueza en tu viaje interior y se hará manifiesta en tu viaje exterior en el mundo físico. Si puedes mantener ese sentimiento y fuerza y vivir como si tu deseo ya hubiese sido satisfecho por la Ley Universal, tu deseo será enviado, garantizado.
Pero no puedes tener el corazón a medias o disiparás tu poder personal y no sucederá nada. Has de tomar el camino como un guerrero. Vas a conseguir tu meta. No importa lo que te confronte, no importa donde estés ahora mismo, no importa a qué adversidad te enfrentes, alcanzarás tu objetivo. A la Ley Universal no le importa si tú tienes el deseo de tu corazón o no. Por eso, controla tu mente para recibir.
Puedes tener todo lo que quieras y cuando lo creas, se hace tuyo. A veces sentimos que no merecemos el éxito o la riqueza o la salud completa o cualquier cosa que anhelemos. Se nos enseña en la infancia que no valíamos la pena, o que de algún modo le debemos algo a la sociedad o al plano físico, o que tenemos alguna clase de pecado especial que debemos expiar antes de que podamos disfrutar de lo que queremos en la vida.
Este no es el caso. La Ley no discrimina. Recibe tu energía y envía diamantes o piedras dependiendo de lo que tú hayas enviado. Es muy importante examinar los sentimientos negativos que tienes acerca de ti mismo. Es fácil decir “oh, nunca gano nada” o “soy demasiado viejo; ellos nunca me contratarán”, o “nunca podré estar con esa persona, no soy lo suficientemente guapo”. Esa clase de pensamientos es un indicativo de la mente y sus consejos lógicos.
Los milagros no son lógicos, por lo tanto, la última cosa que necesitas son los consejos lógicos de la mente. Cuando tales consejos te son dados, reconócelos en la mente, da las gracias y di “No acepto ninguna energía que sea contraria al poder ilimitado que reside en mí”, entonces continúa así.
El poder infinito es tan magnánimo, tan poderoso, muchísimo más que la mente, que existe en una dimensión separada y eso es por lo que la mente tiene dificultad en percibir incluso que exista. Tendrás una intuición o un sentimiento, o un arrebato de excitación, pero eso es todo. No puedes realmente oírlo, tocarlo o saborearlo, pero pasará por la mente como una brisa; y cuando comienza a funcionar en tu vida, lo sabrás por la calidad de la gente y sucesos que te rodeen.
Antes de ir al Paso Cuatro, el “Plan de acción de Milagros”, revisemos brevemente algunos puntos importantes:
• La Ley Universal, o Espíritu de Vida, es ilimitada. La fuerza está en tu interior. Por tanto, lo que eres es también ilimitado.
• La Ley Universal es imparcial e impasible. No puede discriminar. Estará encantada de darte todo aquello en lo que creas.
• No eres tu cuerpo ni tus emociones ni tu mente. Eres una parte del Espíritu Viviente, en aprendizaje. No importan tus circunstancias. La Ley Universal puede ser requerida en cualquier momento porque es tu yo real.
• Sea lo que sea lo que crees por ti mismo mediante la comprensión de los aspectos metafísicos y místicos de la Ley Universal, es tuyo, porque tú lo creaste, tú lo mereces.
• Los milagros no son regalos de Dios; son una parte de lo que eres, que es Dios.

En resumen, la Ley Universal está en equilibrio y armonía debido a su naturaleza. Por ello, cuando elabores tu “plan de acción” no podrás. Sea lo que sea lo que crees tendrá que ser para ti mismo. No puedes infligir la Ley Universal sobre otros diciendo: “Quiero que esto le suceda a mi amigo”. Esto sería interferir, porque, al no conocer la naturaleza del heroico plan de vida de tu amigo, no estás capacitado para cambiarlo o alterar en modo alguno lo que él está pasando en esos momentos. Él tiene que experimentar la vida por sí mismo, porque también tiene el poder ilimitado en su interior, y una parte de su patrón de crecimiento es descubrir este hecho.
En la Ley Universal no hay energía dual, bueno y malo, santos y pecadores. Sólo hay energía, un poder que permea todas las cosas y todo es parte del poder. Diferenciar entre bueno y malo es sólo tu percepción, porque dentro de la energía real no hay juicio. Hay energía alta y energía no tan alta, y al final de esta vida, tendrás la oportunidad de revisar lo que hayas alcanzado, que dependerá de cuánto éxito hayas tenido en centrar tu vida en la disciplina de percibir el Espíritu Viviente y usarlo.
Pero tu revisión no será emocional. Estarás mirando la calidad (o velocidad, si prefieres) de la energía que creaste. Si has dañado a otros has impedido tu evolución decelerando la fuerza de la vida dentro de ti. Esa es tu energía kármica, y algún día tendrás que comprender que ese no era tu camino más elevado. Pero no puedes juzgar a los demás porque, como la energía que tu mente percibe no incorpora la naturaleza de sus metas heroicas, no tienes modo de saber que lo que van a atravesar no es exactamente lo que necesitan kármicamente para su crecimiento en el punto infinito de su evolución.
No hay víctimas ni accidentes. Cada persona es responsable de su propia evolución. Cada cual atrae hacia sí las circunstancias que experimenta en su vida.
Este tiempo de vida es tuyo. Puedes estar envuelto en relaciones y amar a otros, pero, básicamente, lo que haces de tu vida y cómo pasas por ella es tu propia evolución. Aprendemos a hacernos responsables de todas nuestras circunstancias y, dentro de la Ley Universal, no se espera que nos responsabilicemos de la evolución de otros. Puede sonar un poco rudo, pero en la Ley hay una claridad y justicia increíbles.
Es por eso que la adversidad es tan útil. Permite a la gente buscar algo más allá de la realidad del día a día, y esto les pone en contacto con sus verdaderos seres interiores. En la desesperación, empiezan a atraer su ilimitado poder; y se dan cuenta de que todo puede ser cambiado, que el sufrimiento es un producto del ser interior y que, observando sus seres internos, pueden transformarlos.
Se ha dicho que no hay enfermedades incurables, sino sólo gente incurable. Y esto es verdad para cualquier energía dentro de la Ley Universal. Tratar de arreglar tus circunstancias sólo física o mentalmente, no funcionará a largo plazo porque las inconsistencias profundamente enraizadas continuarán saliendo a la superficie en tu vida con otros disfraces. Superar algo de una vez por todas significa entrar en tu interior para descubrir la causa real de esa perturbación.
Este proceso o descubrimiento te proporcionará más energía, que podrás usar para crear las cosas que quieres en tu vida.


PASO 4: EL PLAN DE ACCIÓN DEL MILAGRO

Es muy importante que escribas los deseos que formarán parte de tu plan de acción, porque es como si tu lista se convirtiera en el “formulario de pedidos” al poder universal. Y escribiéndolos de modo metódico entras en un sacramento sagrado (una comprensión) con el poder. Ahora él sabe lo que es importante para ti, ya que has presentado un documento formal diciéndoselo.

Intenta escribir desde tus sentimientos y tu intuición más que permitir que tu intelecto dirija tu lista. Porque las victorias que crean buenas sensaciones en ti son a menudo más valiosas que el simple deseo de cosas materiales o adquisiciones flipantes que tan sólo hacen refulgir el ego momentáneamente. En tu naturaleza más profundamente espiritual eres un sentimiento y ese sentimiento es tu identidad eterna, porque conforma la base de tu alma.

Puedes cambiar tu lista tantas veces como necesites hasta que te sientas contento con ella, pero sé claro acerca de lo que realmente quieres. Usa palabras precisas y exactas para describir las condiciones que quieres. Recuerda, el sistema funciona, así que debes definir claramente lo que quieres.

Esto es lo que has de hacer:

Pon la lista en un lugar especial como una cajita bonita, o bien llévatela contigo dondequiera que vayas. Léela de vez en cuando, cuando te levantes, a la mitad del día y al acostarte.

Medita sobre tus milagros cuando tengas tiempo, y reconoce que la Ley Universal ha recibido tu pedido y está a punto de enviártelo.

Guarda silencio. Hablar de tus milagros disipa la energía de modo drástico. Por lo tanto, no puedes compartir tus milagros con nadie más hasta que hayan sucedido. Mantenlo todo en privado.

Actúa y piensa siempre acerca de tus milagros como si ya tuvieras las condiciones que deseas. Siente esos milagros concedidos a tú alrededor, más que sólo pensar en ellos. Es el sentimiento lo que atrae el poder hacia ti.

Mantente abierto a los impulsos internos de la ilimitada fuente de poder ya que te instruyen acerca de los modos de conseguir aquello que quieres. Date cuenta de que la Ley Universal tiene que hacer sus envíos al plano físico, donde puedas utilizarlos. El deseo de tu corazón puede llegar desde cualquier lugar, así que no limites tu campo de expectación. Permanece abierto y flexible en todo momento. 

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