LAS PERSONAS ESPEJO….Cada juicio negativo sólo es un reflejo interior!!…/ La ÚNICA vía para el GRAN CAMBIO GLOBAL y COLECTIVO es el CAMBIO INDIVIDUAL e INTERIOR!!
FUENTE http://planetagea.wordpress.com/
Continuando en dónde terminamos el último post, con el AMOR INCONDICIONAL de los INDIOS HOPI, cuyo texto,
ahora que ya tenemos vídeo con las dos primeras fechas de la agenda
illuminati (que hemos situado en el lateral derecho de la página para
que esté más fácilmente accesible), pasará, para que lo tengamos lo más presente posible, a formar parte de la firma de éste y de los próximos post…
6 años después de iniciar todo este proceso de DESPERTAR, empezamos a intuir que el llegar al GRAN CAMBIO GLOBAL es como introducirse en un GRAN LABERINTO,
en el que vamos descubriendo que sólo hay una SALIDA del laberinto… y por lo tanto una ÚNICA SALIDA para llegar al GRAN CAMBIO GLOBAL y COLECTIVO..., y es que a medida que avanzamos y profundizamos hemos ido advirtiendo que cualquier aparente salida que dependa de FACTORES EXTERNOS está controlada o creada por los propios ILLUMINATI…por lo que realmente a dónde nos conducen esas aparentes SALIDAS es hacia un
callejón sin salida en dónde lo que prima es el GATOPARDISMO…es decir,
que huele, se ve y parece un CAMBIO o una SALIDA, pero que en realidad
es MÁS DE LO MISMO VARIANDO LA APARIENCIA…
Y es, llegados a este punto, el momento en el que sólo hay dos opciones…
O acabamos frustrados
y desesperados porque NADA de lo que hacemos a nivel EXTERNO sirve para
ese GRAN CAMBIO, y por lo tanto tiramos la toalla porque no llegamos a
encontrar la SALIDA o la META…
..o bien, nos mentalizamos e integramos que la ÚNICA SALIDA al laberinto es el CAMBIO INTERIOR…y que, de ese CAMBIO INTERIOR INDIVIDUAL y COLECTIVO, se
reflejarán NUEVOS y EVIDENTES CAMBIOS en el EXTERIOR que no serán, por
fin, controlables por los dueños de este sistema y por ende, del
planeta…
Y ese CAMBIO INTERIOR proviene de la AUTOOBSERVACIÓN CONSTANTE…por qué me pasan las cosas que me pasan?, por qué ante esas cosas reacciono de una u otra manera?, que puedo CAMBIAR para evitar que ocurran ciertas cosas en nuestras vidas?, etc….
Pero, gracias a este sistema capitalista en el que el “tiempo es oro” y en el que nuestro tiempo se lo regalamos al sistema, nos
falta tiempo y ganas para realizar esa AUTOOBSERVACIÓN por lo que el
UNIVERSO nos lo facilita…, proporcionándonos en nuestras vidas el poder
interactuar con terceras personas que ejercen de ESPEJO y nos muestran
ciertos aspectos desconocidos u ocultos de nuestro propio SER que nos
pueden ayudar en nuestro crecimiento…
LAS PERSONAS ESPEJO
Todas
las personas que están en tu vida y las que aparecen con el fluir de la
realidad, son un regalo de amor del universo. Las que no te parecen
agradables siempre vienen a enseñarte…
Mientras
pases el 99,99 % del tiempo enfocado en lo exterior, en los eventos y
situaciones que suceden en tu vida cotidiana, nunca dedicarás un tiempo
para auto observarte.
No podrás revisar que sucedió en las últimas 24 horas de tu vida, en la última semana o en el mes que terminó. Nunca
serás consciente de cuantas veces y porqué se te ¨chispotéo¨ el Ego, de
cuando fuiste reactivo, orgulloso, intolerante, inflexible o te
obsesionaste con pasión animal. Jamas te darás cuenta
que tanto tiempo dedicaste a experimentar estados de No-Ser, de
verguenza, culpa, apatía, tristeza, rabia, miedo, rencor u odio, ni
podrás asociarlos al mal manejo de tu mente, a tu descontrol emocional,
ni a las depresiones que viviste por haber auto destruido tu propia
energía vital. Nunca usarás tus reflexiones como espejo para mirarte a
ti mismo, para encontrar lo que necesitas corregir si quieres alcanzar
la felicidad, la abundancia, la buena compañía y la salud que tanto
anhelas…
Es por eso que la magia del universo viene a ayudarte, crea sincronicidades para que aparezcan en tu vida ¨personas espejo¨.
Personas con defectos evidentes en su carácter, con notorias tachas en
su personalidad o con oscuridades en su manera de ser. Personas
que te disgustan, que juzgas negativamente de manera inmediata, que
chocan con tu manera de ser y de ver la vida. Aparecen mágicamente para
reflejar aspectos de ti mismo que aún no has pulido, que no puedes ver
porque nunca te evalúas imparcialmente; portan ignorancias que tienes
que trascender; falsas creencias que deben hacerse evidentes para que
puedas reemplazarlas por verdades que verifiques personalmente;
conductas auto destructivas y apegos que te esclavizan sin que lo
percibas y que su presencia hace resaltar, oscuridades que debes
iluminar en tu propio interior para evolucionar y perfeccionarte…
Las ¨personas espejo¨ siempre te desagradan, reflejan actitudes tuyas que aún no has visto ni corregido, porque nunca miras hacia tu interior. Es conveniente
que las observes de ahora en adelante con otros ojos, que busques que
quieren decirte en silencio, que te preguntes porque están en tu vida,
porque aparecen en tus situaciones difíciles, las que siempre te
provocan sufrimiento. No están allí por casualidad tu las estás
atrayendo, vienen a ayudarte, a enseñarte.
Es
mejor que tomes esta actitud, de no ser así el universo te ayudara de
manera más fuerte y decidida: Te caerá un ¨rayo despendejador¨, un
evento de destino súbito e inesperado, que cambiará el orden existente
en tu vida, arrasando con tus apegos, tus relaciones esclavizantes, tus
dependencias emocionales y tus conductas habituales. Caerá
para calcinar tu ego, para ayudarte a ver lo que no quieres ver, para
inducirte a evaluar imparcialmente los errores que has cometido. Ese
proceso se llama la noche negra del alma, por el terrible sufrimiento
que te hace experimentar. Hasta que rindas tu mente y aceptes la nueva
realidad que trae consigo, al comprender que es realmente una
oportunidad para ser más sensible, más espiritual, para estar más
conectado con el arriba y más comprometido con tu propia transformación…
Al fin y al cabo ese es el camino que te conduce a la felicidad y a la iluminación…
Cada juicio negativo sólo es un reflejo interior
Siempre que señalamos a alguien con el dedo, hay tres dedos señalándonos a nosotros
Cuando
criticamos a alguien y le señalamos con un dedo, los otros tres dedos
señalándonos a nosotros son un indicativo de que los errores que vemos
también están en nosotros. En general, no vemos nuestros propios defectos. Cuando tomamos conciencia de esos tres dedos que nos señalan, podemos reconocer el trabajo personal e interno que se requiere. Necesitamos desapegarnos de las actividades de los demás, y evitar los juicios descalificadores. Una actitud práctica es darle mentalmente pleno permiso a la otra persona para ser exactamente como es.
Esto
rompe el hábito de atraparse en el comportamiento de otros y sentirse
obligado a corregirles. Nos damos cuenta de que no tenemos jurisdicción
sobre nadie, exceptuando nosotros mismos.
Las 3 Rejas
El joven discípulo de un filósofo sabio lo visita y le dice:
- Maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de vos con malevolencia.
- ¡Espera! lo interrumpe el filósofo ¿Ya hiciste pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
- ¿Las tres rejas?
- Si. La primera es la VERDAD. ¿Estás seguro de que lo que querés decirme es absolutamente cierto?
- No. Lo oí comentar a unos vecinos.
- Al menos lo habrás hecho pasar por le segunda reja, que es la BONDAD. ¿Es bueno para alguien lo que me vas a decir?
- No. en realidad no. Al contrario …
- La última reja es la NECESIDAD ¿Es necesario hacerme saber lo que tanto te inquieta?
- A decir verdad, no.
- Entonces, dijo el sabio sonriendo, si no es VERDADERO, ni BUENO, ni NECESARIO, sepultémoslo en el olvido.
“Prodiga
más respeto a los demás y a la vida entera. Quizá el mayor secreto de
la autoestima consista en valorar más a los demás. La forma más fácil de
hacerlo es ver en ellos la expresión de Dios. Deja de juzgar el
aspecto, los éxitos y los fracasos de los demás, su posición social, su
riqueza o su pobreza y prolonga la valoración y el amor a la Fuente de
la que salieron. Todos somos hijos de Dios; todos. Intenta
verlo incluso en quienes parecen actuar de una forma impía. Has de
saber que prodigando amor y respeto puedes darle la vuelta a esa energía
y dirigirla de nuevo a su Fuente en lugar de alejarla de ella. En
definitiva: irradia respeto porque eso es lo que tienes que ofrecer.
Irradia censura y baja energía y eso es lo que atraerás.
Recuerda que cuando juzgas a los demás no los defines a ellos, sino que te defines a ti mismo como alguien que necesita juzgar.
Lo mismo es aplicable a quienes te juzgan a ti.” Cuando se dice que
nuestro estado no es de amor?, cada vez que juzgas a otro ser humano no
lo defines a él con tu juicio, te defines a ti mismo, como alguien que
necesita juzgar, si yo te llamo borracho, eso no te convierte en un
borracho, me convierte a mi en alguien que necesita etiquetar a otras
personas. Sören Kierkegaard ,el gran teólogo danés dijo:
“cuando me pones una etiqueta me niegas”.
Soy
lo que elijo SER a cada momento, no soy lo que tú piensas ni lo que yo
pensaba ayer, soy positivo, no me gusta criticar ni quejarme, disfruto
la vida, gozo a cada momento, doy gracias a los que me critican, me
ayudan a saber en que estoy mal si veo que ellos tienen más resultados y
éxito que yo, y en caso contrario, aprendo qué no hay que hacer para no
tener el fracaso que ellos tienen, de todas maneras doy gracias por la
retroalimentación que me dan las personas que me rodean.
La tendencia a juzgar a los demás también retarda su transformación personal. Cuando usted juzga a una persona, no la está definiendo a ella sino a usted mismo. El
juicio crítico no dice nada sobre a persona juzgada; sólo expresa que
usted necesita juzgarla de la manera en que lo está haciendo. Por tanto,
está hablando más de usted mismo que del otro.
Cuando
se encuentre pensando y actuando en términos negativos o de crítica,
recuerde que eso también es un indicio del lugar que ocupa en ese
momento y del lugar que no ocupa; en este sentido,
puede significar que se está identificando de alguna manera con la
persona juzgada. Lo que más nos molesta de los demás es algo que con
frecuencia nos negamos a admitir en nosotros mismos, o incluso algo de
lo cual pedimos más. Procure poner más interés en saber qué es lo que
está provocando su
negatividad en vez de descubrir qué tiene de «malo» una persona. Al cabo del tiempo sustituirá la negatividad y la crítica por una afectuosa y tierna mirada interior que le preguntará cómo se ha dejado “atrapar” por eso.
negatividad en vez de descubrir qué tiene de «malo» una persona. Al cabo del tiempo sustituirá la negatividad y la crítica por una afectuosa y tierna mirada interior que le preguntará cómo se ha dejado “atrapar” por eso.
El juicio
Usted puede desprenderse del deseo de culpar a los demás y eliminarlo de su vida para siempre. Pero lo mejor que puede hacer con el juicio es reducir el número de los que emite. El juicio significa ver el mundo desde su punto de vista, y no tal como ya es. Es imposible eliminar todos los juicios porque cada pensamiento contiene alguno. Si
le comento a usted que hace un día magnífico, estoy emitiendo un
juicio. Si evaluamos a alguien o alguna acción, también estamos
emitiendo juicios. Así pues,
cabe concluir que la única forma de eliminar todos los juicios consistiría en dejar de pensar, lo cual es absurdo.
cabe concluir que la única forma de eliminar todos los juicios consistiría en dejar de pensar, lo cual es absurdo.
Pero lo que sí puede hacer es
reducir el número de críticas negativas, lo cual constituye un tipo de
perdón que sin duda alguna le ayudará a mejorar su calidad de vida de un
modo considerable. Lo primero que debe recordar es que los juicios no pueden alterar nada ni a nadie que forme parte del universo. Por el
mero hecho de que una persona le disguste, no conseguirá que ella
cambie. Y una vez más me permito recordarle que cuando usted emite un
juicio sobre alguien, lo que está haciendo es definirse a sí mismo. Sus
críticas hablan de usted. Nos describen lo que le gusta y lo que no. No
definen en absoluto a la persona objeto del juicio, porque esa persona
ya viene definida por sus propios pensamientos y acciones. Una
vez reconozca este hecho, entonces comenzará a sustituir su tendencia a
juzgar por la aceptación y esto es lo que se conoce como perdón
en acción.
Al aceptar a los demás ya no necesita experimentar el dolor que conlleva enjuiciarlos. Cuando alguien se comporta de una manera que a usted le resulta desagradable, debe comprender que su
dolor, ira, temor u otra fuerte reacción no es más que la consecuencia
de lo que usted ha decidido con respecto a esa persona.
Si se siente incapaz o no está dispuesto a percatarse de esa emoción,
entonces toda la atención debe ser prestada a su propio ser. El comportamiento de esa persona ha colisionado
con algo inacabado o irreconocido en su vida. El dolor ante el comportamiento de dicha persona se corresponde con su manera de evitar algo que existe en su interior. Esta distinción es muy significativa.
con algo inacabado o irreconocido en su vida. El dolor ante el comportamiento de dicha persona se corresponde con su manera de evitar algo que existe en su interior. Esta distinción es muy significativa.
Sus
pensamientos sobre el comportamiento de los demás le pertenecen. Y
usted es quien lleva la carga de los resultados de esos pensamientos. Si
usted es de los que no juzgan a los que le rodean sino que suele
aceptarlos tales como son y se comportan a lo largo de su propio camino,
eliminando así la necesidad de sentirse perturbado por alguno de ellos,
entonces ha puesto en práctica el principio del perdón. El perdón, tal
como antes he explicado, consiste en corregir nuestras concepciones
erróneas.
En realidad no tiene nada que perdonar, a no ser a usted mismo por haber emitido un juicio o culpado a alguien.
En realidad no tiene nada que perdonar, a no ser a usted mismo por haber emitido un juicio o culpado a alguien.
Estos tres elementos, culpar a los demás, el deseo de venganza y la emisión de juicios constituyen hitos muy asentados en el hombre. Se desarrollan en su cultura que se
enorgullece al culpar a sus miembros de lo que sucede y demandar a muchos en nombre de la “justicia”. Es el resultado de haber conservado en nuestra mente pensamientos de venganza desde que éramos niños justificándolos como algo “indicado”, patriótico o sencillamente justo. Sin embargo, este comportamiento es totalmente perjudicial e irresponsable, por no decir que carece de iluminación. Y, naturalmente, resulta bastante estúpido.
enorgullece al culpar a sus miembros de lo que sucede y demandar a muchos en nombre de la “justicia”. Es el resultado de haber conservado en nuestra mente pensamientos de venganza desde que éramos niños justificándolos como algo “indicado”, patriótico o sencillamente justo. Sin embargo, este comportamiento es totalmente perjudicial e irresponsable, por no decir que carece de iluminación. Y, naturalmente, resulta bastante estúpido.
Cuando se halle atrapado en este tipo de comportamiento recuerde que en último término usted es la víctima. Está permitiendo
que los que le rodean controlen su vida, y a pesar de las muchas
excusas que pueda encontrar, sigue siendo un esclavo de los caprichos de
sus semejantes. O bien en palabras de Maslow: “No existe nada parecido a
un esclavo bien adaptado”. Dicho
comportamiento también le impide el experimentar un nuevo despertar. Es
imposible que pueda adquirir el sentido del propósito al que está
destinado y que viva una vida en armonía y equilibrio si al mismo tiempo
permite que otra persona dicte sus propios pensamientos y acciones.
Nunca logrará dar con su objetivo, o vivir una existencia espiritual
y basada en el amor, si persiste en culpar a los demás, juzgarlos y se
motiva en la venganza.
La iluminación requiere que usted se responsabilice totalmente de su vida.
La
responsabilidad significa responder con su habilidad o capacidad.
Obviamente, esto resulta imposible si el odio, el deseo de culpar a los
demás y las ganas de venganza le dominan.
Eche
una ojeada a las vidas de las personas más admiradas históricamente.
Son las que ardieron en deseos de venganza y provocaron las guerras,
matando indiscriminadamente, destruyendo todo lo que se interponía en
su camino, siempre en nombre de la culpa de los demás y la ira. ¿Cómo
puede una persona contribuir de forma positiva y sintonizar con la
fuerza del amor si sólo se preocupa de la venganza? De ninguna
manera. Es imposible.
En lo que respecta a los juicios sobre otras personas,
enfóquelos exactamente como los niños. Los niños no conocen los
prejuicios porque aceptan plenamente a cualquiera hasta que (o a menos
que) las personas se muestran persistentemente desagradables con ellos. No
mantienen expectativas de tipo negativo respecto a nadie y, mientras no
son lo bastante mayores para que les influyan estereotipos o prejuicios
y murmuraciones de gente “más madura”, se limitan a aceptar todo el
mundo tal como es, sin preocuparles si se trata de un blanco o un negro,
de un individuo culto o inculto, de un demócrata o de un republicano,
de un rico o un pobre, de alguien poderoso o de un ser desvalido, etc. Lo que les preocupa es sólo lo divertida, lo interesante y simpática y comprensiva que pueda ser la persona en el momento.
No se inquietan pensando que los negros deberían ser blancos o que las
mujeres no deberían “actuar como hombres”, ni ninguna otra de esas
ridículas obsesiones “adultas”. Confíe
en sus impulsos infantiles, sea quien sea el que se cruce en su camino,
y verá cómo pasa a ser una persona mucho más satisfecha y feliz.
LAS CUATRO ESTACIONES
Había
un hombre que tenía cuatro hijos. Como parte de su educación, él quería
que ellos aprendieran a no juzgar a las personas y las cosas tan
rápidamente como suele hacerse. Entonces los envió a cada uno, por
turnos, a ver un árbol de peras que estaba a gran distancia de su casa.
En
su país había estaciones, así que el primer hijo fue en invierno; el
segundo en primavera; el tercero en verano y el cuarto en otoño. Cuando
todos habían ido y regresado, el padre los llamó y les pidió que
describieran lo que habían visto.
El primer hijo dijo que el árbol era horrible, giboso y retorcido, parecía seco y sin vida.
El segundo dijo que no, que el árbol estaba cubierto de brotes verdes y lleno de retoños que prometían flores.
El
tercer hijo no estuvo de acuerdo: él dijo que estaba cargado de flores,
que emanaba un aroma muy dulce y se veía hermoso; era el árbol más
lleno de gracia que jamás había visto.
El
último de los hijos tampoco estuvo de acuerdo con ninguno de ellos.
Dijo que el árbol estaba cargado de peras maduras, lleno de savia y
bienestar.
Como
los pájaros acudían al peral para comer de los frutos que se estaban
marchitando, todo a su alrededor se llenaba de un exquisito aroma.
Entonces
el padre les explicó a sus hijos que todos tenían la razón, porque
ellos sólo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol.
Y añadió que por eso no se podía juzgar a una persona por sólo ver una de sus temporadas:
“La esencia de lo que son los hombres, el placer, la tristeza, el regocijo y el amor que vienen con la vida sólo pueden ser medidas al final, cuando todas las estaciones hayan pasado”.
Fuente: Sincro Destino 2012
Besos y abrazos!!
EL AMOR INCONDICIONAL DE LOS INDIOS HOPI.
Sin reserva ni duda, permítete estar en el mundo tal como eres, sin un pensamiento o palabra de juicio.
No
veo error alguno en las cosas que puedas decir, ni hacer, sentir y
creer porque entiendo que te estás honrando a ti mismo al ser y hacer lo
que es verdad para ti.
No puedo recorrer la vida con tus ojos ni verla a través de tu corazón.
No he estado donde tu has estado ni experimentado lo que has experimentado, viendo la vida desde tu perspectiva única.
Te
amo exactamente como eres, siendo tu propia y singular chispa de la
Conciencia Infinita, buscando encontrar tu propia forma individual de
relacionarte con el mundo.
Sin reserva ni duda, permite que cada elección te enseñe de la forma que te parezca más apropiada en cada momento.
No
puedo saber lo que es lo mejor para ti, lo que es verdad para ti o lo
que necesitas, porque no sé lo que has elegido aprender, cómo has
elegido aprenderlo, con quien o en qué periodo de tiempo.
No
puedo ver siempre la totalidad del Orden Divino y así no emitiré juicio
sobre si tus pasos son grandes o pequeños, ligeros o pesados o conducen
hacia arriba o hacia abajo, porque esto sólo sería mi punto de vista.
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