El latido de tus ancestros

FUENTE http://www.121sb.com

¿Eres libre? ¿Estás segur@? Antes de que nacieras, la ciencia supo que no. Supo que la libertad es una conquista. Supo que sólo la conciencia desata las ataduras:

Somos menos libres de lo que creemos, pero tenemos la posibilidad de conquistar nuestra libertad y de salir del destino repetitivo de nuestra historia si comprendemos los complejos vínculos que se han tejido en nuestra familia
(ANNE ANCELIN SCHÜTZENBERGER, nacida en 1919, Moscú)

Te hablamos ahora de la Terapia Transgeneracional, de la que Shützenberger es una de las fundadoras. Adelantamos parte del curso que Anna Mascaró ofrecerá los días 5 y 6 de abril en Madrid (con una segunda parte el 7 y 8 de junio) y cuyo objetivo primordial es estrechar el cerco de nuestras «lealtades invisibles» que nos obligan a «pagar las deudas» por nuestros ancestros. Estrechar el cerco para elevar el vuelo.
Aquí tienes varios pasos ineludibles si quieres romper las ataduras inconscientes que te marcan como miembro de tu clan, de tu familia. El resto, el 5 y 6 de abril.
Empezamos:


1.- TU ÁRBOL GENEALÓGICO. Sí, ahí lo tienes. Puedes llenar los huecos con los nombres de los miembros de tu familia hasta la generación que recuerdes y, efectivamente, hallarás repeticiones asombrosas. Calcar los mismos hechos, fechas o edades que han conformado el drama familiar de nuestros ancestros es para nosotros una manera de honrarlos y de serles leales.
Pero hay más: el llamado ‘Síndrome del aniversario’ (repetir muertes, enfermedades, abortos naturales o accidentes a lo largo de varias generaciones) implica que se está escondiendo algo. Cualquier árbol genealógico está repleto de fallecimientos violentos y adulterios, de anécdotas secretas, de bastardos y de alcohólicos. Estas son cosas que se ocultan, heridas secretas que no se quieren mostrar y que, probablemente tú no conozcas.

El silencio que se haga sobre un tío alcohólico, creará una zona de sombra en la memoria de un hijo de la familia, quien para colmar ese vacío y rellenar las lagunas, repetirá en su cuerpo o en su existencia el drama que se le intenta ocultar.
En una palabra, será alcohólico como su tío (A.A. Shützenberger)

Frecuentemente se encasilla a los hijos atribuyéndoles cualidades de personas del árbol, a veces ya fallecidas; como se convierten en lo que escuchan, así vamos creando en ellos limitaciones que les dejarán huella porque se identificarán con ellas. Si los padres les identifican con una abuela, un tío o con la oveja negra de la familia, implica que es esto lo que se les pide para ser amados; entonces se comportan de esta manera, a pesar que su realidad individual sea completamente diferente. ‘Para recordar quiénes somos, necesitamos olvidar lo que otros nos dijeron que éramos’ (ANNA MASCARÓ)

2.- CONSCIENCIA E INCONSCIENTE. Quizá no lo sepas, pero puedes estar pensando de forma inconsciente que morirás o tendrás una enfermedad a una edad concreta; o te casarás o serás madre o padre. Sí: y sólo porque tu madre fue madre a esa edad (tal vez tu abuela); tu padre falleció a los 65… Confecciona tu lista. Tu inconsciente se encarga de planificar todo esto como si fuera un reloj de precisión. Y tú creyendo que eres libre…
¿Solución? Sí: existe. Para curarse de la repetición, lo primero es ser consciente de ella.  Si el origen del mal está cerca de la consciencia, visualizar el árbol genealógico y darse cuenta de esa misma repetición puede liberar al ‘enfermo’ del peso de todas esas lealtades familiares inconscientes.

Personalmente, únicamente haciendo que alguien dibuje su árbol genealógico llego a poner al día en seis horas lo que podía hacer antes en diez años. Podemos hablar literalmente de un “balance de cuentas” familiares y de un gran “libro de cuentas” de la familia, en el que se verifica si tenemos crédito o débito. Si se arrastran deudas, obligaciones o impagados de generación en generación, podemos encontrarnos con toda clase de problemas (Anne Ancelin Shützenberger)

Desde el mismo momento en que alguien toma conciencia de algo, hace que todos los suyos también la tomen. Si uno hace su trabajo, todo el árbol se purifica
(ANNA MASCARÓ)