Delante de la nueva época, por el maestro Beinsá Duno
Conferencia dada por el Maestro Beinsá Dunó, el 9 de octubre de 1938,
en Musala – Rila.
Secreta oración.
El
camino de la vida es difícil. En este camino se expresan el Amor de
Dios, la Sabiduría de Dios y la Verdad de Dios. A través de éstos la
vida logra su predestinación.
Muchos
procuran hacia la felicidad personal. El elemento personal en el hombre
no conduce a la felicidad verdadera. En el Amor está escondido el
elemento de esta felicidad. Él es el hueso del cual brota la vida.
Cuando el Amor visita al hombre, él se ensancha. Si mide su cuello, sus
manos, notará un ensanchamiento microscópico. Dicho está que el Amor
vence al mal. He aquí por qué solo aquel puede guerrear con el mal, el
que lleva el arma del Amor dentro de sí. Si no tienes Amor, no guerrees
con el mal. Éste te vencerá. El amoroso, o sea, el hombre del
Amor, ha abierto su corazón para todos. Si te encuentras con un hombre
que se ha abierto solo para uno, sabe que a ti no te puede amar.
Aunque te amara, él pronto cambiará hacia ti. Puede amarte solo aquel
que ama a todos. Si te ama un hombre a través del cual se manifiesta el
Amor de Dios, él siempre te amará. Este Amor es incesante y eterno.
¿Tienes que preguntar cada día a este hombre si te ama? Un amor que se
interrumpe, que aparece y desaparece, no es verdadero. – ¿Qué amamos en
el hombre? Lo superior, el inicio Divino. Este es lo eterno, el inicio
inmutable en el hombre. El hombre pasa por tres fases: niñez, madurez y
vejez. Si le fotografiáis en sus tres fases, veréis tres imágenes
diferentes. Por mucho que se distingan una de otra, una esencia tienen
éstas, o sea: un inicio eterno, inmutable – lo Divino. El resto son
sombras de la vida humana. Nosotros todavía estamos en las sombras de la
vida. El hombre debe procurar a encontrar su alma. Cuando encuentre su
alma, él verá y el alma de su prójimo. No puedes conocer al hombre
mientras miras solo su apariencia externa. Con esto se explica el por
qué tú no amas a uno, y otro le ama. Tú miras solo su apariencia
externa, y él le conoce desde dentro, conoce su alma. Dices: “Nada
específico encuentro en este hombre”. ¿Por qué no ves nada en él? Porque
no le amas. Pregunta a aquel que le ama ¿qué ve en él? Él dice:
“Interesante es este hombre”. Tú hojeas un libro viejo y dices que no es
interesante, Otro dice que es muy interesante. – ¿De dónde sabe él
esto? Lo ha leído el hombre.
Cuando
estudiáis las manifestaciones del Amor de un hombre dado, veis que éste
(el amor – n.d.t.) constantemente se interrumpe. Sin embargo esto puede
ser aparente. Esto se refiere a la conciencia externa del hombre, y no a
su esencia interna. Hay obstáculos externos, nubes en la conciencia que
interrumpen aparentemente el Amor. Hasta que la Tierra gire alrededor
de su eje, siempre habrá día y noche, bien y mal, caída y levantamiento.
Cuando salgas a cierta altura por encima de la Tierra, ya no habrá más
día y noche. En cuanto a más alta área de tu conciencia subas, tanto
más incesante es tu Amor. Estás sentado en tu habitación y miras por la
ventana. En este tiempo tu amigo pasa. Tú sigues sus movimientos y le
ves en un sitio. Después de un rato él se pierde de tu vista. Esto
ocurre porque estáis a la misma altura. Si te elevas a un escalón más
alto, constantemente le verás. Entonces, en cuanto más alto escalón
permaneces, tanto más incesante es tu Amor.
Una
de las reglas del Amor dice: “Guarda la libertad de los demás como
guardas y la tuya”. Alguien obstaculiza la libertad de los demás y les
limita. – ¿Por qué? Porque él está fuera del Amor. Dices a alguien: “Tú
no me amas”. – Deja al hombre libre, no te entrometas en su libertad. Él
es libre de amarte, o de no amarte. Cuando todos te rechacen, cuando te
miren como una basura, sabe que hay Uno que te ama. Contigo camina un
ángel y te dice: “¡No temas, el Señor te ama! Tu trabajo se va a
arreglar. ¡No te vuelvas niño!” Un padre tenía diez hijos. A todos
compro por una muñeca, al último solo no pudo comprarle. Éste comenzó a
llorar, porque los demás niños le decían que es malo, que su padre no le
ama. Al ver como lloraba, el padre le consolaba: “No llores, mañana te
compraré y a ti una muñeca”. Digo: Toda la gente llora siempre por tales
muñecas. Además de físicas hay y muñecas espirituales por los cuales la
gente llora. Viviendo de esta manera la gente poco a poco se envejece.
El envejecimiento es una ley de alejamiento. Cuando las cosas se alejan,
éstas se vuelven invisibles. Los puntos de vista viejos envejecen al
hombre. Para rejuvenecerse, él debe negarse de éstos. Todos hablan del
Amor, sin conocerlo. – ¿Por qué? Porque primero no se conocen a sí
mismos. Dices que amas a alguien y te es agradable. Cuando oyes que él
ama a otro, se te hace desagradable. ¿Cuáles son las cualidades
distintivas del Amor, la Sabiduría y la Verdad?
Dicho
está en la Escritura: “Amas la Verdad en el hombre” (Salmo 51:6 –
n.d.t.). Entonces esto lo que amas en el hombre es la Verdad. Un hombre
que tiene fe, puede guardar secreto. Cualquier secreto que le confiares,
él lo guardará. Si impones algún trabajo a aquel que tiene la verdad
dentro de sí, él a toda costa lo cumplirá. El Amor es madre, la
Sabiduría es el padre, y la Verdad – el hijo. Otra comparación: el Amor
es una base, la Sabiduría es un ácido, y la Verdad – sal. El hombre del
Amor es una hoguera que calienta a todos. El hombre de la Sabiduría es
un faro que ilumina y dispersa luz, y el hombre de la Verdad es el
panadero que da pan. El Amor da, la Sabiduría amuebla las cosas, y la
Verdad las dispensa. Las leyes son resultado de la Verdad. La Verdad
trae libertad y da posibilidad al hombre de manifestarse. Dicen que la
verdad era amarga. Esto es una incomprensión de las cosas. ¿Cuándo le es
amargo al hombre? – Cuando está enfermo, o cuando erra. Entonces la
amargura es algo no natural para el hombre. No puedes errar y llevar la
Verdad dentro de ti. Amargo le es al hombre cuando miente. Entonces él
pierde su libertad. La Verdad es un transformador. Ella da dirección.
Ella libera al hombre de sus dificultades. La Verdad reconcilia a la
gente con sus contradicciones. Ellos libremente llevan su propia carga.
La Verdad valora las cosas. Ella quiere saber su esencia. La Sabiduría
penetra profundamente en éstas y las ilumina. El Amor trae calor y todo
lo derrite.
Y así, el Amor
alarga la vida. La Sabiduría valla la vida. El hombre del Amor es al
mismo tiempo prudente. Entonces simultáneamente él es y sabio, y amante
de la verdad. El Amor, la Sabiduría y la Verdad son inseparables.
El
Amor da el material. La Sabiduría ordena el material. La Verdad trabaja
con éste. Tal y como Salomón tenía muchas mujeres, así y el hombre
puede tener muchos deseos. Un deseo básico es necesario al hombre – el
de adquirir el Amor. Él debe tener solo un pensamiento básico – la
Sabiduría. Al tener esto las demás cosas por sí mismas vendrán.
Guardad
las siguientes tres reglas en vuestra vida: Que se santifique el Nombre
de Dios en nosotros. Que busquemos el Reino de Dios y que trabajemos
para Su establecimiento en la Tierra. Que cumplamos la voluntad de Dios.
El
hombre viene a la Tierra, primero, para enderezar sus errores. Luego –
para enriquecerse con virtudes. Finalmente, para enderezar los errores
ajenos y pagar por éstos, como hizo Cristo. Así él arreglará la vida del
hombre e introducirá el Reino de Dios en la Tierra. Antes de ir a donde
la gente, irás a donde Dios. Solo así te enriquecerás y tendrás algo
que dar. Si quieres librarte de la influencia de Dios, cometerás un
error. A esto se debe la caída. Fue entonces cuando apareció la raza
negra. Has salido de Dios, pero quieres librarte de Él. ¡Esto es
imposible! ¿Cómo se va a separar la parte del Todo? Después de esto
apareció la raza negra en la cual actúa la auto-conciencia, o sea, el
pensamiento de que sin Dios no hay vida. Luego vinieron la raza
amarrilla y la blanca – la gente de la conciencia más alta. La Sexta
raza – la raza sagrada, viene ahora. Ésta trae la luz. Ésta trae la fe
absoluta. Un pueblo que tiene fe en Dios, no puede perecer. El profeta
Jonás pasó en el vientre de la ballena tres días. Al tercer día la
ballena lo echó fuera, porque él estaba constantemente en oración.
Cuando decidió servir a Dios, la ballena lo echó a la costa. Por lo
tanto y el enfermo, para sanar debe servir a Dios.
Una
vez llegó a mí un hombre enfermo, rico, quería que lo sanase. Le dije:
Yo cobro caro para sanar. Te voy a curar solo si repartes todos tus
bienes a los pobres. – ¿No se puede por lo menos la mitad? – No se
puede. – ¿Y tres cuartos? – No se puede. ¡Todo lo repartirás! No solo
esto, sino que cuando repartes todos tus bienes, prometerás servir a
Dios. Después de esto diré solo una palabra y te curaré. A través de la
enfermedad tú pagas tu obligación hacia alguien. Sin embargo, si te
vuelcas hacia Dios con el deseo de servirle, Dios paga por ti. Solo así
el hombre puede ser libre y sano. – ¿Cómo se expresa el servicio? – Lo
que haces, hazlo para el Señor. El que sirve, el que se sacrifica,
primero él se beneficia.
Dos
viajeros pasaban en tiempo invernal con caballos por un bosque. Y los
dos eran religiosos. En el camino vieron a un hombre congelado, medio
muerto. Uno de los viajeros dijo: “¿Quién va a bajar del caballo para
ocuparse con él?” El otro inmediatamente bajó del caballo y comenzó a
frotar con nieve al congelado. El hombre comenzó poco a poco a
vivificarse. Por el frotamiento y el viajero se calentó. Sin embargo,
aquel que siguió su camino, empezó a helarse de frío. Yo hago la
siguiente conclusión: Un bien verdadero es este que afecta a toda la
humanidad. Un pensamiento es recto cuando afecta a toda la humanidad.
Cuando piensas, sientes y actúas así, Dios te bendice. Diréis que no
tenéis tiempo para hacer bien. No, para todo hay tiempo. Es necesario,
sin embargo, paciencia, esperar el tiempo. Viene alguien a mí y me
pregunta cómo actuar en un caso dado. Respondo: Cuando viene alguien a
ti y te pregunta cómo actuar, tú ponte en su sitio y ve cómo desearías
que actuasen contigo. Entonces, actuarás con los demás así como quieres
que actúen contigo. Magna cosa es hacer bien. Si haces bien a alguien
como se debe, por muy pequeño que sea, él nunca lo olvidará. Es
importante hacer el bien a tiempo, cuando el hombre tiene necesidad de
éste. Ves que alguien da un trozo de pan seco al mendigo. No le juzgues
porque actúa así, mas tú dale un pan fresco. La gente todavía no ha
llegado al bien verdadero. Ellos ahora están aprendiendo a hacer bien.
Cuando haces un bien verdadero, junto con éste tú das y luz de ti mismo.
Voy
a transmitir un caso interesante de la vida de Shlatter – un curandero
americano destacado. Él dio con un enfermo, además un hombre pobre.
Shlatter le curó y mientras se acomodaba a trabajar, le tomo consigo.
Puesto que tenía solo diez dólares en su bolsillo, dio cinco dólares al
pobre, y los demás cinco dólares los retuvo para sí. Durante la noche,
el pobre robó el abrigo y los pantalones con los cinco dólares de
Shlatter y huyó. Después de esto Shlatter tuvo que trabajar todo un mes
para comprarse ropa. Después de unos cuantos años él se encontró con el
mismo hombre en San Francisco, de nuevo enfermo. Shlatter y esta vez se
encargó de curarlo.
Un
conocido mío de Novi Pazar me contaba la siguiente experiencia suya: “Un
día estaba tan caído, tenía solo un lev en mi bolsillo, apenas para un
trozo de pan. Pensaba: ¿Cómo voy a pasar los demás días? En este momento
a mí se acerco un mendigo, quería ayuda. Pensé: Si doy el lev, me
quedaré hambriento. Sin embargo, algo desde adentro me decía: “Da el
lev, no pienses en el día de mañana. Si no lo das, te ocurrirá algo peor
que hambre”. Escuché esta voz y di el lev al mendigo. Desde este
momento mis trabajos empezaron a ordenarse bien”.
Digo:
El Mundo Razonable requiere del hombre que esté arreglado hacia la Ley
del Amor, que no se influencie por nadie. Muchas veces el hombre llegará
a la Tierra y partirá. Por eso él debe estar siempre listo de dar, que
tenga algo que le recomiende, que le dé crédito. Los Seres razonables
del otro mundo saben todo lo que el hombre piensa y hace en la Tierra.
Nuestro destino está en sus manos. Dios está con nosotros mientras
hacemos bien. Cuando erramos, Él se aleja de nosotros y nos deja libres
de hacer lo que queramos. Nosotros conocemos a Dios mediante las
virtudes. No obstante, cuando erramos, nosotros conocemos a Dios como
piedad. Él no nos juzga, sino que nos enseña cómo actuar. Con los
errores y los crímenes Dios abona sus campos. Dices: “A nadie he matado,
a nadie he robado”. – Aunque tomes cinco céntimos del hombre, tú ya
quebrantas la Ley de Dios, introduces desarmonía, tanto en la
Naturaleza, como y en tu vida. No es importante cuán grande pecado has
hecho. Y el pecado pequeño tiene tales consecuencias como y el grande. –
¿Por qué? Porque estás conectado con millones de gente, a los cuales,
mediante tu pecado, tú les impulsas hacia pecados y crímenes. Tú eres la
primera cerilla en la caja. Cuando te enciendes, después de ti se
encenderán y las demás cerillas.
Una
moral nueva es necesaria a la gente. La moral presente no conduce hacia
un final bueno. Que torsiones tu pensamiento con el fin de acomodarlo a
la verdad, esto no es moral. Una mujer pobre quería ayunar durante la
Semana Santa, pero no tenía posibilidad de comprarse aceite de oliva.
Puesto que tenía un poco de grasa de cerdo, ella se dijo: “He aquí lo
que voy a hacer: y comeré un poco de aceite de oliva, y no quebrantaré
mi ayuno”. Tomó una caña de madera, hizo pasar por ésta la grasa de
cerdo derretida y se tranquilizó. Este es un autoengaño, no es la
verdad. Cada pensamiento torcido, cada pensamiento malo hacia ti mismo o
hacia los demás lleva a la infelicidad. No hables mal de nadie. No
pienses mal de la gente. ¿De dónde sabes si esto lo que piensas y hablas
es cierto? Después de todo esto la gente se pregunta por qué vienen los
sufrimientos. Éstos son consecuencia del desvío del hombre de las Leyes
de Dios. Al sufrir, el hombre poco a poco endereza su pensamiento.
Cuando el pensamiento se endereza, y la conciencia se despierta. Cuando
el hombre sufre, su alma florece. Entonces ángeles descienden a donde él
para recibir el aroma de su alma.
“Díganos algo acerca de la humildad” (dicen los discípulos – n.d.t.).
Esta
es una cualidad contrapuesta al orgullo. El orgulloso toma siempre el
primer lugar, y el humilde – el último. El orgulloso quiere que todos le
valoren, y el humilde valora a todos. Él mira a toda la gente como
conductores a través de los cuales Dios se manifiesta. Dices
acerca de alguien: “¿Por qué le escuchas? ¿No ves que es ignorante?” –
No, él es un telegrama cifrado. Dios habla a través de él. Aunque no
comprende lo que se le habla, yo le comprendo. Yo descifro este
telegrama.
“Díganos, ¿por
qué el hombre debe nacer y renacer muchas veces? ¿Por qué es necesario
pasar muchas veces por una y misma experiencia?”
Cada
nacimiento en la Tierra y partida para el otro mundo son diferentes en
las diferentes condiciones. Por lo tanto, en éstos no hay repetición de
las experiencias. Todo es guiado por una Magna Razonabilidad, la cual se
distingue con una variedad grande. Como sabéis esto, ¡por todo
agradeced! El secreto de la vida se esconde en la gratitud. Que cada
momento agradezcamos por todo que se nos da. Que estás sufriendo,
agradece; que te alegras, de nuevo agradece. Que eres pobre o rico,
agradece. Y cuando recibes algo, y cuando das, de nuevo agradece. Yo no
hablo de la gratitud mecánica. Haced todo conscientemente, y no
mecánicamente. Alguien pregunta hacia dónde tiene que voltearse cuando
ora a Dios. – Cuando piensas en Dios, tú ya estás volteado hacia el
Este. Éste es el Este místico. Guardaos de las comprensiones mecánicas
de la gente. Y los científicos piensan mecánicamente. Hasta que no
reconozcan que y en los seres y los fenómenos más diminutos hay
razonabilidad, ellos siempre serán esclavos del pensamiento mecánico.
Después de miles de años los científicos contemporáneos estarán en la
posición de los ignorantes. Esto muestra que mucho trabajo les espera.
Los científicos del pasado han andado por un camino involutivo, o sea,
de lo magno hacia lo pequeño. Los científicos contemporáneos van por el
camino inverso – evolutivo, o sea, de lo pequeño hacia lo grande. En la
frontera de las dos épocas está Cristo. La venida de Cristo marca la
época de la evolución. Cristo es transformador de las energías que
vienen de Dios hacia el hombre. Sin Cristo no se puede ir directamente a
Dios. – ¿Por qué? – Dicho está que Dios es fuego consumidor. Lo mismo
se refiere y a la energía solar. Si el aire y el agua no transforman la
energía solar, nosotros no podríamos aguantarla. Cristo vino a la Tierra
para arreglárselas con el mal. Él absorbió el veneno del mal y lo
ablandó. Por eso Cristo derramó Su sangre. Ésta es la levadura de la
vida. A través de Su sangre se inyectaron todos los hombres para
adquirir la nueva vida, o sea, para renovarse. Este proceso es lento,
pero seguro. El que dice que y sin Cristo puede salvarse, él no
comprende la Ley. ¡Sin Cristo no se puede! Él es la luz que ilumina a
todos – y a los que creen, y a los que no creen. La diferencia está solo
en esto: los que creen, voluntariamente han abierto sus ventanas para
esta luz. Los que no creen, y hasta hoy mantienen sus ventanas cerradas.
Una cosa es necesaria. Que y ellos reciban esta luz.
Cristo
dice: “Orad al dueño de la mies que envíe más obreros” (Lucas 10:2 –
n.d.t.). Vendrán trabajadores del Mundo Invisible. Y cuando encuentren
almas listas para trabajar, ellos se introducen en éstas y a través de
éstas trabajarán. ¡Vienen las ideas nuevas en el mundo! Éstas entran en
confrontación con las viejas. – ¿Por qué? – Porque lo viejo no quiere
dar su reino. Sin embargo, las ideas nuevas vienen con toda su fuerza y
se imponen. Éstas transformarán la vida de fondo. Los sistemas viejos
serán reemplazados con nuevos. El que acepte las ideas nuevas, y él
cambiará. Su rostro brillará, adquirirá una expresión nueva. Nosotros
estamos en una época pasajera. Todos pasaremos a la nueva época,
viviremos de una manera nueva. Las viejas formas ya vivieron su tiempo.
La vida vieja no tiene material para trabajo. Es tiempo que toda la
gente eleve su conciencia un paso más arriba para dar paso a las
energías Divinas. El futuro trae buenas condiciones. Cada momento se va
de bien a mejor. Todo lo viejo, todo lo negativo – robo, mentira,
desaparecerán. La Sexta raza trae lo positivo en el mundo. Dicho está:
“Aquellos que esperan al Señor se renovarán” (Isaías 40:31 – n.d.t.).
Esto lo que ocurre con el carbón para transformarse en un diamante,
ocurrirá y con la gente. El nuevo hombre será como el diamante, brillará
y resistirá a pesar de todo.
“Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la Tierra” (Mateo 5:5 – n.d.t.). El manso se distingue por la suavidad interna. Si buscáis lo Divino, lo encontraréis en el elemento suave. Éste viene al mundo.
El elemento suave trabaja ya entre los eslavos. Dicho con otras
palabras: el Amor trabaja entre los eslavos. El Espíritu Divino
desciende a la Tierra, principalmente entre los eslavos, y trae lo nuevo
para toda la gente en la Tierra. Él se expresará a través de los
eslavos. ¿Qué significa la palabra “eslavo”? – Un hombre que glorifica a
Dios. Eslavo es aquel que tiene comportamiento hacia la Gloria de Dios.
Él está relacionado con la Gloria del Señor (en búlgaro la palabra
“slava” significa “gloria” – n.d.t.).
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