Abraza tus dificultades


De vez en cuando me sorprendo haciendo un breve repaso de las personas que han pasado marcando mi vida de alguna manera. Y me refiero a todo tipo de relaciones, parejas, amigos, familia... No siempre recordar esas experiencias despierta una sonrisa en nuestros labios, ¿verdad?. Incluso acepto el hecho de que mi cabeza empieza a darle vueltas a algunas de ellas hasta el punto de hacerme fruncir el ceño y empezar a caer en una espiral de sentimientos incómodos que no me llevan a ningún lado positivo.
Después de todo este tiempo y de tantos libros como "van cayendo casualmente" entre mis manos, y después de todos mis esfuerzos por comprender y aceptar las cosas que he vivido y voy afrontando al día de hoy, os digo que todas y cada una de las personas que han llegado a nuestras vidas - y las que están por llegar - siempre lo hacen por alguna razón.
A veces son personas con las que estamos destinados a compartir nuestro camino, pero otras personas llegan en un momento determinado y por una razón determinada, y una vez que han cumplido su misión, se van. Yo no pienso que nos utilicen, creo que en realidad nos hemos cruzado porque necesitamos aprender algo mutuamente. Reflexiona un poco y piensa: ¿cuántas personas han llegado "de rebote" a tu vida, y después han desaparecido?. ¿Cuántas lecciones has aprendido de personas con las que no te has llevado bien o con quienes no querías estar realmente?. Todas ellas nos abren el camino de expandir nuestra capacidad de ir más allá de nuestra experiencia anterior para vivir mejores experiencias en el futuro. De modo que incluso las relaciones temporales tiene un propósito superior: acercarnos más al camino por el que nuestra alma debe ir.
Si mantenemos esta creencia de que todo lo que llega a nuestra vida (experiencias y personas) lo hacen por un motivo concreto, todo cobra un nuevo sentido. Incluso si recordamos a aquellas personas que desearíamos no haber conocido nunca (...) y que te han hecho vivir situaciones que consideras un error. Pero es que hasta los errores tienen su finalidad: enseñarnos algo a cerca de nosotros mismos. Si no somos capaces de aprender de nuestro error, nos encontraremos repitiendo esa relación desgraciada una y otra vez hasta que nos entre en la cabeza que en realidad lo que tenemos que hacer es averiguar qué estamos haciendo mal, por qué y solucionarlo.
A veces habrá que tomar decisiones difíciles, como separarte de esa persona que en realidad te está frenando en vez de aportarte cosas positivas, y si se trata de tu propia familia, plantéate como mejor opción intentar hacer las paces con ellos lo antes posible para poder continuar tu camino de crecimiento personal.
Revisando desde nueva perspectiva las relaciones que he vivido y vivo, sólo puedo sentir agradecimiento por tener la oportunidad de conocerme a mi misma un poco mejor cada día, por ser capaz de saber mirar un poco más allá y comprender mejor a las personas y las experiencias que la vida me pone por delante - con todo el trabajo personal que ello requiere. Estoy profundamente agradecida porque ahora entiendo que las malas experiencias me abren las puertas a mi Yo.
Ahora inténtalo tú, si quieres. ¿Quieres?.
Con Amor,
M
fuente: http://puedesempezarhoy.blogspot.com.es/

Fuente: http://www.leycosmica.org/profiles/blogs/abraza-tus-dificultades#ixzz2T0fMVHe7

Comentarios

Entradas populares