MAESTRO DE SABIDURIA ANTIGUA

Un Maestro de la Sabiduría Antigua es un ser divinizado, un Hermano Mayor que comparte vuestra misma humanidad, pero superior a vosotros por la grandeza de su evolución; debe usar un cuerpo físico y puede tener discípulos, -o mejor dicho, aprendices- seres menos adelantados, que desean explorar el sendero que los conducirá por un camino más corto hacia la cima de la evolución humana.

Muchos otros seres que han alcanzado este nivel, no usan ya cuerpos humanos sino tan sólo cuerpos espirituales, y han dejado el contacto con esta humanidad, en tanto que otros permanecen aún en este nivel pero se ocupan de otras líneas de servicio al Mundo.

Es necesario que sepáis que estos Maestros son como los demás seres humanos, tienen los mismos órganos que les hacen sentir las mismas necesidades y los mismos deseos, y si les dais un corte en su piel, observaréis que incluso sangran como los demás, y que su sangre es de color rojo, como la de todo el mundo.

La diferencia está en que la conciencia de un Maestro es mucho más vasta que la de la mayoría de los humanos. Tiene un ideal, unos puntos de vista superiores, y, sobre todo, ha llegado a un perfecto dominio de sí mismo. Evidentemente, para eso hace falta mucho tiempo y un trabajo gigantesco, por eso nadie puede llegar a ser Maestro en un solo renacimiento. Sin embargo, nunca los reconoceréis, pues parecen totalmente humanos; eso sí, tal vez podáis hacerlo por su altruismo y desprendimiento, o por la forma en que hablan y observan.

Cada Maestro viene aquí para manifestar una determinada cualidad, de forma predominante: los hay que se dedican al Amor, o a la Fuerza, o a la Pureza. Lamentablemente, también existen grupos de impostores y charlatanes sin escrúpulos dispuestos a aprovecharse de vuestra ingenuidad; a veces, sin haber leído más que unos pocos libros de ciencias ocultas, a menudo escritos por ignorantes, y he aquí que se presentan por todas partes como grandes Maestros; por el contrario, los verdaderos Maestros de la Sabiduría, nunca os dirán que son maestros o se presentarán con atribuciones o cualificaciones de nada, sino que trabajarán desde la sencillez y la humildad.

Este grupo subjetivo de Maestros, presente en todas las esferas humanas, no tiene estructura objetiva, ni organización definida, ni pretenden crear grupos, iglesias o congregaciones, pero forman parte del aura periférica de la Jerarquía Espiritual del planeta, compuesta por hombres y mujeres de todas las partes del Mundo, que pertenecen indistintamente a cualquier: raza, color, religión, status social, ideología, etc. y con un punto en común, un objetivo claro: servir al mundo, ser útiles a sus hermanos, equilibrar y enderezar las cosas.

Movilizados desde su interior en pro de la Justicia, de la Fraternidad, y fomentando con su ejemplo y actividad diaria a las rectas relaciones humanas, pueden presentarse como políticos, economistas, religiosos, científicos, deportistas, fontaneros, cocineros, amas de casa, o de cualquier condición humana.

Ellos son verdaderamente la "sal de la tierra" o "la levadura del mundo" y cada uno de ellos dentro de su propia esfera de influencia, pequeña o grande, se manifiesta cálidamente, introduciendo con su ejemplo altruista, las "pepitas de oro" de la nueva era, en los corazones y mentes de los seres humanos.

Angel Luis Fernández.

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