El significado del nombre en Psicogenealogía – por Alejandro Jodorowsky – Comentarios de Mario Liani
Este primer «regalo» otorgado al recién nacido lo individualiza en el seno de la familia.
La
psique infantil, tal como haría un animal doméstico, se identifica a ese
sonido con el que constantemente atraen su atención. Termina
incorporándolo a su existencia como si fuera un órgano o una víscera
más. En la mayoría de los casos, en los nombres se desliza el deseo
familiar de que los antepasados renazcan: el inconsciente puede
disfrazar esta presencia de los muertos no sólo repitiendo el nombre
entero (en muchas familias el primogénito recibe el mismo nombre que
su padre, su abuelo, su bisabuelo; si es mujer puede recibir un nombre
masculinizado que pasa por ejemplo de Francisco a Francisca, de Marcelo a
Marcela, de Bernardo a Bernarda, etc.) Este nombre, si viene cargado de una historia, a veces secreta(suicidio, enfermedad venérea, pena de cárcel, prostitución, incesto o vicio, quizás de un abuelo, una tía, un primo), se hace vehículo de sufrimientos o de conductas que poco a poco invaden la vida de quien lo ha recibido.
Hay nombres que aligeran y nombres que pesan
Los
primeros actúan como talismanes benéficos. Los segundos, son detestados.
Si una hija recibe de su padre el nombre de una antigua amante, queda
convertida en su novia para toda la vida. Si una madre que no ha
resuelto el nudo incestuoso con su padre da al niño el nombre de aquel
abuelo, el hijo, preso en la trampa edípica, se verá impulsado a imitar
al antepasado admirándolo y al mismo tiempo detestándolo, por ser un
rival invencible. Aquellas personas que reciben nombres que son
conceptos sagrados (Santa, Pura, Encarnación, Inmaculada, etc.) pueden sentirlos como órdenes, padeciendo conflictos sexuales. Aquellos bautizados como ángeles (Angélica, Rafael, Gabriel, Celeste, etc.) pueden
sentirse no encarnados. Los Pascual, Jesús, Emmanuel, Cristián o
Cristóbal es muy posible que padezcan delirios de perfección y a los 33
años tengan angustias de muerte, accidentes, ruinas económicas o
enfermedades graves.
A veces los nombres dados son producto del deseo inconsciente de solucionar situaciones dolorosas
Por
ejemplo, si un hombre cuando era niño fue separado de su madre, llamará a
su hijo Juan-María, realizando en ese doble nombre su deseo de unirse
con ella. Si un pequeño muere, al que le sigue lo pueden llamar René (del latín renatus, lo que significa «renacido»). Si
un antepasado fue detenido, para vergüenza de su familia, por haber
cometido una estafa o un robo, a un descendiente directo se le puede
bautizar como Inocencio. Si una mujer con fijación incestuosa se casa
con un hombre que tiene el mismo nombre que su padre, puede engendrar
hijos que padezcan una confusión generacional: inconscientemente, al
vivirse como hijos de su abuelo, considerarán a su madre como una
hermana, lo que les provocará inmadurez. Si después de una niña nace un
niño al que se le bautiza con el nombre de ella masculinizado(Antonia seguida de Antonio, Francisca seguida de Francisco, etc.),
puede denunciar que el nacimiento de la nena fue una decepción y la
joven, considerándose el esquema de un futuro hombre, puede vivir sumida
en un doloroso desprecio a sí misma, sintiéndose incompleta.
Un nombre tomado de estrellas del cine o de la televisión, o de escritores famosos
Impone
una meta que exige la celebridad, lo que puede ser angustioso si no se
tiene talento artístico. Si los padres transforman el nombre de sus
hijos en diminutivos (Lolo, Pepe, Rosi, Panchita), pueden fijarlos para
siempre en la infancia.
Significado inconsciente de los nombres
El
inconsciente, por su naturaleza colectiva, esconde significados en los
nombres que el individuo, sin conocerlos conscientemente, padece. Los
nombres de santos inducen cualidades, pero también transmiten martirios.
Algunas María pueden verse asediadas por el deseo de engendrar a un
niño perfecto. Algunos José pueden tener dificultad para satisfacer a
una mujer. A santa Valeria le cortaron la cabeza: las mujeres que
reciben este nombre pueden tender a la locura. Ciertas Mercedes, nombre
que desciende del latín merces (salario, pago),pueden ser tentadas por el comercio, ejercido con honradez.
Los nombres, en el inconsciente, funcionan como mantras (versos tomados de las obras védicas y usados como encantos).
Estas palabras, por su repetición constante, originan vibraciones que
producen determinados efectos ocultos. Los brahmanes creen que cada
sonido en el mundo físico despierta un sonido correspondiente en los
reinos invisibles e incita a la acción de una fuerza u otra. Según
ellos, el sonido de una palabra es un eficaz agente mágico y la
principal llave para establecer la comunicación con las entidades
inmortales. Para la persona que desde que nace hasta que muere repite y
escucha repetir su nombre, éste funciona como un mantra. Pero un sonido
repetido puede ser benéfico o dañino. En la mayoría de los casos el
nombre consolida una individualidad limitada. El ego afirma «Soy así y
no de otra manera», perdiendo fluidez, anquilosándose.
Los
grandes adeptos de la Magia, como Éliphas Lévi, Aleister Crowley o Henri
Corneille-Agrippa, afirmaron que el ser humano tenía dos cuerpos, uno
físico y otro de luz (también llamado cuerpo energético o alma) el
que, por ser sagrado, no podía tener un nombre personal. El nombre que
se pronuncia, unido como una sanguijuela al cuerpo físico, sólo
manifiesta la individualidad ilusoria de la persona. El cuerpo de luz
forma parte del impronunciable nombre de Dios. El propósito de estos
magos era desarrollar o recordar el cuerpo de luz, integrándolo en la
conciencia cotidiana. Si se alcanza un equilibrio funcional del cuerpo
de luz con el cuerpo físico, el ego egoísta queda eliminado. La toma de
conciencia del ser esencial abre la puerta de la libertad al dejar de
estar encadenado a su nombre de pila, si éste se vive de forma dolorosa.
Manual de psicomagia, “Consejos para sanar tu vida” , Alejandro Jodorowsky
COMENTARIOS DE MARIO LIANI
Saludos a tod@s!
Divulgué
este texto por encontrarlo afin a muchos de los postulados
numerológicos que suelo esgrimir durante mis Cursos o Seminarios de
Numerología, en el sentido de que cada elemento de la identidad humana
(Nombres + Apellidos) suele ejercer una poderosa influencia en el modelo
conductual.
Dicho
de otra forma, aunque suene increíble para muchos, “uno ES según se
llame o lo llamen”, pues como también lo afirma Jodorowsky, el nombre
vibra tal como vibra un mantram cuando es repetido innumerables veces.
Si un
nombre “significa algo”, de tanto repetirlo, uno “acaba creyéndolo”,
los demás “acaban aceptándolo” y ello acaba por hacer que “ocurran
situaciones”relacionadas con su significado.
Aunque
no niego que ciertos nombres vengas cargados de poderosos sentimientos
familiares o ancestrales, no estoy de acuerdo con ciertos significados
que muchos autores suelen dar a ciertos nombres, como por ejemplo, que
los nombres sagrados originan conflictos sexuales o que un nombre
bíblico ejerce una influencia similar a la tradición religiosa asociada a
él. Al afirmar esto, me parece que se podría estar generalizando al
extremo.
Por
experiencia propia, he visto que el significado vibracional o conductual
de los nombres no necesariamente puede estar asociado al significado
semántico… No es la regla, aunque tampoco descarto que ello ocurra en
algún caso específico. Sin embargo, debo decir que hasta ahora no me ha
tocado atestiguar una similitud entre la semántica de un nombre, su
significado arcaico, místico o mitológico… con relación a su significado
numerológico.
Lo
cierto es que debemos ser muy cuidadosos a la hora de escoger un nombre
(para la finalidad que sea), puesto que esa vibración no solamente
generará un cierto modelo conductual en su portador/a, sino que atraerá a
su vida ciertas situaciones cíclicas que originarán determinadas
vivencias asociadas con el significado de ese nombre en sí.
Desde el punto de vista numerológico, en general…
Las
María, por ejemplo, son personas a las que no les gusta ser invadidas
emocionalmente pues reprimen las emociones, aunque sean muy
sensibles. En esta categoría, también entran las Claudia, Damian,
Flavia, Greta, Hugo, René, Rubén, por ejemplo.
Las Sara y las Susana suelen ser indecisas.
Alex, Joel, Judy, Mabel y Samanta suelen ser muy impulsivos.
Bárbara,
Bruno, Damiana, Flora, Hilda, Nelson, Rafael, Vicky, Walter, por
ejemplo, suelen ser emocionalmente pendulares, inestables o
emocionalmente bipolares (en mayor o menor grado dependiendo de varios
factores)
Antonio, Henry, Ivonne, Josefina, Orlando, suelen ser reservados, introvertidos o poco comunicativos.
Desiret,
Dorelys, Efrain, Estefania, son impulsivos y desean disfrutar de los
placeres de la vida, donde el sexo pudiera tener un lugar importante o
generarles una gran curiosidad o atracción.
Cecilio,
Desiret, Franklyn, Giovanna, Lisandro, Marilyn, Mildred, son percibidos
como carismáticos, pues tiene un gran deseo de sobresalir
profesionalmente y de ser reconocidos por ello, por lo que proyectan un
gran sentido de la importancia personal.
Alexander,
Cristian, Griselda, Humberto, Roberto, suelen ser fantasiosos,
imaginativos, tal vez ingenuos como niños (o la gente los ve como
ingenuos).
Maria Isabel, impulsiva y arriesgada a nivel laboral, siempre contra normas y reglamentos.
En
fin… Lo anterior no es tajante, pues lo que me faltó añadir es que la
conducta humana está determinada no sólo por el nombre que se usa sino
por otros factores relacionados con la identidad, en la cual sabemos –
por ejemplo – intervienen el apellido de la persona y también la fecha
de nacimiento de la misma.
Cuando
se combinan diferentes elementos conductuales, es posible que sean
complementarios, pero también pueden llegar a ser contradictorios. Esto
significa que si bien podemos observar una cierta tendencia conductual
debido al nombre que una persona usa, ésta podría ser exacerbada o
reprimida por los otros factores presentes, lo cual hace que cada caso
sea un caso único.
Si
alguno/a de ustedes desea profundizar sobre este interesante tema, no
puedo dejar de recomendarles que consideren la posibilidad de asistir a
unos de mis Cursos o Seminarios de Formación Profesional en Numerología
Transpersonal.
Fraternalmente
Mario Liani
www.38uh.com
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