La Bondad – Entender y Sentir- Relación con el Amor Puro y Verdadero.
Juanca.
La Bondad – Comprender y Entender cual es su significado terrenal es fundamental- Relación con el Amor Puro y Verdad
La bondad es la manifestación de las
mayores cualidades que pueden alcanzar un hombre y una mujer:
sentimientos nobles, inteligencia para comprender a los demás y
capacidad de ayuda. Sirviendo a los otros, llevan a la máxima altura su
potencial como humanos.
En el otro lado se encuentran las personas indiferentes:
Aquellas que son insensibles a lo que ocurre a quienes las rodean.
Junto a ellas se sitúan las que permanecen en el reino de las buenas intenciones y no deciden actuar ( se denominará curiosos ).
Pero en el verdadero extremo contrario
están las personas malas que, en vez de promover el florecimiento de los
demás, buscan la manera de impedirlo y efectúan acciones con ese
propósito.
Ocasionalmente triunfan, pero es sólo en
la superficie: en el fondo están derrotadas porque su corazón ya no les
habla. Construyendo el perjuicio de los demás crearon el propio, optaron
por ser larvas y renunciaron a transformarse en mariposas.
Más allá de los resultados prácticos, los buenos siempre triunfan por su actitud, por la claridad de pensamientos e intenciones.
Bondad
La bondad perfecciona a la persona porque
sabe dar y darse sin temor a verse defraudado, transmitiendo aliento y
entusiasmo a quienes lo rodean.
En ocasiones el concepto de bondad es
confundido con el de debilidad. A nadie le gusta ser “el buenito” de la
oficina, de quien todo el mundo se aprovecha. Bondad es exactamente lo
contrario, es la fortaleza que tiene quien sabe controlar su carácter,
sus pasiones y sus arranques para convertirlos en mansedumbre.
La bondad es una inclinación natural a
hacer el bien, con una profunda comprensión de las personas y sus
necesidades, siempre paciente y con ánimo equilibrado. Este valor, por
consiguiente, desarrolla en cada persona la disposición para agradar y
complacer en justa medida a todas las personas y en todo momento.
¿En qué momentos nos alejamos de una
actitud bondadosa? Es muy sencillo apreciarlo en las actitudes agresivas
que se adoptan con los malos modales y la manera de hablar, a veces con
palabras altisonantes, con la razón de nuestra parte o sin ella; la
indiferencia que manifestamos ante las preocupaciones o inquietudes que
tienen los demás, juzgándolas de poca importancia o como producto de la
falta de entendimiento y habilidad para resolver problemas. ¡Qué
equivocados estamos al considerarnos superiores! Al hacerlo, nos
convertimos en seres realmente incapaces de escuchar con interés y
tratar con amabilidad a todos los que acuden a nosotros buscando un
consejo o una solución.
Equivocadamente, nuestro ego puede
regocijarse cuando alguien comete un error a pesar de las advertencias,
casi saboreando aquellas palabras de: “no quiero decir te lo dije, pero…
te lo dije”, y nos empeñamos en poner “el dedo en la llaga”,
insistiendo en demostrar lo sabios que son nuestros consejos;
seguramente todo esto sale sobrando, pues la persona ya tiene suficiente
con haber reconocido su error y quizá en ese momento esta afrontando
las consecuencias.
La bondad no se detiene a buscar las
causas, sino a comprender las circunstancias que han puesto a la persona
en la situación actual, sin esperar explicaciones ni justificación y en
procurar el encontrar los medios para que no ocurra nuevamente. La
bondad tiene tendencia a ver lo bueno de los demás, no por haberlo
comprobado, sino porque evita enjuiciar las actitudes de los demás bajo
su punto de vista, además de ser capaz de “sentir” de alguna manera lo
que otros sienten, haciéndose solidario al ofrecer soluciones .
Una persona con el ánimo de “exaltar” su
bondad, puede subrayar constantemente “lo bueno que ha sido”, “todo lo
que ha hecho por su familia”, “cuánto se ha preocupado por los demás” y
eso por supuesto no es bondad. La bondad es generosa y no espera nada a
cambio. No necesitamos hacer propaganda de nuestra bondad, porque
entonces pierde su valor y su esencia. El hacernos pasar por
incomprendidos a costa de mostrar lo malos e injustos que son los demás,
denota un gran egoísmo. La bondad no tiene medida, es desinteresada,
por lo que jamás espera retribución. Podemos añadir que nuestro actuar
debe ir acompañado de un verdadero deseo de servir, evitando hacer las
cosas para quedar bien… para que se hable bien de nosotros.
El ser bondadoso tampoco equivale a ser
blando, condescendiente con la injusticia, o indiferente ante lo que
esta bien o esta mal en las actitudes y palabras de quienes nos rodean,
por el contrario, sigue siendo enérgico y exigente, sin dejar de ser
comprensivo y amable. Del mismo modo, jamás responde con insultos y
desprecio ante quienes así lo tratan, por el dominio que tiene sobre su
persona, procura comportarse educadamente a pesar del ambiente adverso.
La bondad, como hemos visto, va más allá
que un simple ofrecimiento de cosas materiales en condiciones precarias,
para fomentar este valor en nuestra vida podemos considerar que
debemos:
- Sonreír siempre
- Evitar ser pesimistas: ver lo bueno y positivo de las personas y circunstancias
- Tratar a los demás como quisiéramos que nos trataran: con amabilidad, educación y respeto.
- Corresponder a la confianza y buena fe que se deposita en nosotros.
- Ante la necesidad de llamar fuertemente
la atención (a los hijos, un subalterno, etc.), hacer a un lado el
disgusto, la molestia y el deseo de hacer sentir mal al interesado:
buscar con nuestra actitud su mejora y aprendizaje.
- Visitar a nuestros amigos:
especialmente a los que están enfermos, los que sufren un fracaso
económico o aquellos que se ven afectados en sus relaciones familiares.
- Procurar dar ayuda a los menesterosos, sea con trabajo o económicamente.
- Servir desinteresadamente.
El valor de la bondad perfecciona a la
persona que lo posee porque sus palabras están cargadas de aliento y
entusiasmo, facilitando la comunicación amable y sencilla; sabe dar y
darse sin temor a verse defraudado; y sobre todo, tiene la capacidad de
comprender y ayudar a los demás olvidándose de sí mismo.
por: Idalia López
–Juanca López. JuancaAhm@gmail.com
Cada Uno de Nosotros, Somos Uno con el Todo.
Mis publicaciones:
http://sincrodestino2012.ning.com/profiles/blog/list?user=2frzhvl2j11ds
GHB - Información difundida por http://hermandadblanca.org/
Comentarios
Publicar un comentario