Tu Ahora, siempre es Tú-Ahora
FUENTE http://www.lacajadepandora.eu
Aquel
momento en que naciste, cuando diste tus primeros pasos o aprendiste a
montar en bicicleta, cuando diste tu primer beso o cualquier momento
aislado que seas capaz de evocar o focalizar en “aquel tiempo” al que
denominamos pasado, fue, es y será, el mismo momento exacto, permanente y
único que tienes ahora. El mismo instante en que te encuentras leyendo
estas líneas, es el mismo momento en que aprendiste a montar en bici o
te diste el primer baño en el mar… no ha habido ningún otro momento
salvo ESTE, el único momento que tienes, como una constante…
Como una constante eterna.
Vivimos en un mundo de ilusión donde
prevalecen unos ciclos que nos parecen sólidos, tenemos un calendario y
vemos pasar los días, transitar las noches, las estaciones y los años.
Nos aseguraron que no podemos cambiar
nuestro pasado y es verdad. Nos convencieron de que no podemos viajar a
nuestro futuro y es verdad, por la sencilla razón de que ninguno de
ambos conceptos existe como una realidad tangible, salvo para la
ilusoria percepción de unos sentidos tan intangibles, como la propia
ilusión de realidad en la que estos se desenvuelven.
Pero si sólo hay un “ahora”, y cambiamos
“ahora”, en este preciso instante, ahora sabemos que lo podemos cambiar
todo; pasado, presente y futuro, pero no basta con cambiar nuestra
sesgada dimensión de “este ahora”, se trata de cambiar nuestro enorme
espectro multi-dimensional que habita, a la vez, en todo lo que
consideramos “momentos pasados”, o futuros…
Donde está el pasado? En qué lugar? En qué momento?
Ese pasado no está en ningún lugar ni en
ningún tiempo. Habita en nosotros a tiempo permanente porque sólo
tenemos eso, permanencia… permanencia absoluta y presente, presente
perenne por los siglos de los siglos, amén.
Pero como podemos entonces “evocar recuerdos”, “recrear situaciones pasadas”?
No podemos, lo que hacemos es conectar
con “otro yo” de otra dimensión atemporal, habitante de este mismo
instante, que está aquí, todo el tiempo aquí y ahora, pero con el que
hemos aflojado la conexión. No pasa el tiempo, creamos infinidad de
conciencias alternativas que se dan cita en un universo
multi-dimensional e infinito, e invocamos unas u otras según la
situación de una conciencia que vamos creando y recreando, en función de
unos parámetros de percepción que interpretamos como edades, periodos,
fases o tiempos.
No es el tiempo entonces
aquello que pasa, dejando un reguero de instantes donde alguna vez
vivimos inmersos en su constante, sino la expansión de nuestra
conciencia que no cesa, creando una multiplicidad exponencial de
posibles, organizada en una línea que observamos intocable e
impenetrable, mas todo nuestro ser al completo, el pasado, y el de todos
nuestros posibles futuros, se halla interactuando al tiempo, en este
único momento eterno, ahora, ahora… todo el tiempo ahora.
Se imaginan algún momento para cambiar que no sea este?
Se engañan… no habrá otro.
Sencillamente, habrán decidido postergar
la acción. Pero eso conllevará crear otro ser dimensional repetido, una y
mil veces repetido, y al fin, tantas veces anclado como desligado del
resto de nuestras infinitas posibilidades, que están, todas están, aquí y
ahora ya están.
Qué han vivido, 10.000 o más días? o un repetido día 10.000 o más veces…¿?
No podemos vivir tiempos de cambio, sólo
podemos vivir cambios sin espacio ni tiempo, o dicho de otro modo, en el
único tiempo que hay:
“Solo podemos vivir cambios”
“Nada permanece; todo se mueve; todo vibra”
Cada
vez que decidimos qué hacer al “día siguiente”, estamos limitando
nuestro espectro en función de un ser dimensional repetido al que
llamamos “pasado”.
Nuestro futuro no existe, es la sentencia
que proyectamos con cada aseveración manifiesta de permanecer anclados
en el mismísimo espectro del que partimos; una y otra vez.
Proyectar de forma permanente basándonos
en el pasado es justo lo que hemos hecho hasta ahora. Y no estamos
hablamos de “imaginar” ningún futuro, sino de sentenciarlo.
No hay pasado, sólo hay eternidad. No hay
futuro, sólo estás tú y tus proyecciones, tú y tus creaciones infinitas
de posibles y realidades de ti mismo en un sólo instante, absoluto e
imperecedero.
Dejar de proyectar desde un anclado y
repetido “pasado”, y permitir entregarse a la magia de la sabiduría
interior, es conectar con las mejores posibilidades de nosotros mismos
en este ahora, pues todo “es”, cualquier opción imaginable de nosotros
mismos ya es, en este preciso instante.
Entregarte a la magia de tu sabiduría
interior… desconectar de tu percepción limitada y dejar que sea tu ser
superior (inimaginablemente superior) quien “te guie y te dirija”,
siempre te sorprenderá, siempre y cuando le dejes hacer, sin
intervenciones, sin prejuicios, sin limitaciones y sin juicios.
Pero si sentencias “tu futuro” de forma
permanente, ¿cómo sabrás lo que te esperaría si permitieses dejar que tu
mejor opción pudiese manifestarse? Mas no permitimos, sentenciamos, y
lo bloqueamos todo eternamente.
Aquí y ahora. Aquí y ahora…
Estar atentos a cada
nueva sugerencia, a cada oferta de un “destino” que siempre nos
sorprenderá, pues llegará, AHORA, solo con permitir que llegue.
Tan sólo es necesaria la entrega absoluta, la confianza plena.
Y confianza en quien?
Por supuesto en ti mismo, en tu mejor posibilidad.
Eso es la fe, y eso es creer en dios, dicho todo de otra manera.
El
universo nos habla en cada pequeña cosa, en cada insignificante
detalle. Conocer esto e integrarlo es para toda la vida, porque entonces
y sólo entonces la vida aparecerá, y por primera vez será la vida real,
la vida sin barrotes ni fronteras, pues los más duros barrotes se
diluirán ante nuestros propios ojos y las fronteras desaparecerán como
el pesado escenario de un sueño, que no vivió más que en lo más profundo
de todos nosotros.
De modo que tal vez, sólo tal vez, esta
sea la última vez que nos comamos el coco, y sólo tal vez, sea esta la
última vez que alimentemos al loco, ese que sólo piensa en cómo sortear
la próxima trampa de su abnegada estulticia, fruto de su desconexión;
Amén.
José Vaso, todosyninguno
Comentarios
Publicar un comentario