MEDITACIONES GUIADAS. LA CARCEL DEL YO



  Todos nosotros solemos tener algo que no aceptamos de nosotros mismos. Ese algo, que no tiene  porqué ser algo malo, está relegado en nuestro subconsciente.  Está encarcelado por nuestra personalidad o ego.

  Psicológicamente no es bueno para nosotros no aceptarnos y espiritualmente es muy negativo tener encarcelada una parte nuestra, sea lo que sea. Es por ello que hemos diseñado esta meditación que es muy fácil de realizar y que te permitirá ver qué hay en ti que no aceptas y que  quieres esconder.

  Estos son los pasos que tienes que ir dando después de haber encontrado un buen sitio para meditar y creado un ambiente armonioso:

  1. Lugar ideal de descanso: durante un tiempo debes visualizarte en un maravilloso lugar, que  puede existir o no, pero que ha de tener representado de algún modo los cuatro elementos (agua,  aire, tierra y fuego). En ese lugar todo es paz y armonía y te sientes muy bien. Así poco a poco disfrutas de ese lugar y te vas relajando profundamente.

  2. El camino: a continuación visualiza un camino que parte de tu lugar ideal de descanso. Es un  camino recto, sin obstáculo y con un hermoso paisaje. Así pues, ponte en marcha por el camino  hacia el horizonte mientras disfrutas de ese espectacular paisaje. Debes tener sensación de felicidad y alegría al caminar.

  3. El castillo: a medida que vas avanzando por el camino, en el horizonte comienza a aparecer  una especie de figura. Al principio no la distingues muy bien pero a cada paso que das te acercas más y más a ella, descubriendo que es un castillo. Estás muy tranquilo y con ganas de entrar en él.

  4. La entrada: en cuanto quieras decides entrar en el castillo. Si por alguna razón vieras que  está cerrado, busca la llave porque la encontrarás. Una vez dentro te encuentras en una gran  entrada. En seguida descubres que el castillo es muy hermoso, está lleno de cosas bonitas y te  alegras de estar allí.

  5. Las escaleras: después de deleitarte con la visión del castillo, descubres que a tu mano izquierda hay unas escaleras que van hacia abajo. Esas escaleras están muy sombrías y viejas. No  te gusta mucho la idea de bajar por allí, pero sientes la necesidad de hacerlo. Para ir más  tranquilo busca una antorcha encendida de manera que puedas ir alumbrándote el camino.

  6. La cárcel: una vez que bajas las escaleras, llegas a un piso que parece estar abandonado.  Después de observarlo con atención descubres que es una cárcel muy vieja en la que parece que  no va nadie desde hace muchos años.

  7. Las celdas: cuando te sientas preparado decides mirar qué hay dentro de las celdas de la  cárcel. Si tienes dudas para descifrar lo que hay en cada celda encontrarás un cartel en cada  pared que te describe qué hay allí encerrado. Ve poco a poco mirando y analizando con atención  lo que vas encontrando y procura dejar libre aquello que esté allí encarcelado o ponle alguna  solución. Cuando ya estés satisfecho y desees irte deberás regresar por dónde has venido. Es  decir, tienes que hacer todo el camino de vuelta hasta tu lugar ideal de descanso, donde estarás unos minutos relajándote y recogiendo energía positiva.

  Sería bueno que apuntaras en tu diario o libreta personal todo aquello que has ido viendo. En  especial lo que estaba encerrado en las celdas. Después reflexiona sobre la meditación y piensa  en cómo ponerle remedio a aquello que no quieres que salga a la luz.




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