SOMOS SERES DIVINOS


Dios Dijo:
Según la forma en que mis hijos perciben la vida sobre la Tierra, no existe cura. ¿No han buscado ustedes continuamente una cura a la vida humana? ¿No han buscado este y el otro taller, este o aquel libro, esta y aquella poción, aquel elixir de la vida, aquél otro, esta persona, aquella otra? Desean una solución. Quieren crecer, mas la cura que buscan parece haber sido olvidada.
No existe poción para la vida relativa, amados. En tanto ustedes se aferren a la vida en el mundo, están sujetos a ella. En tanto ustedes separen la pérdida de la ganancia, se distancian de la vida.
Existe una condición llamada la Condición Humana. Inmersa en dicha condición, está la búsqueda de una vida mejor, de una mayor satisfacción, y al parecer, también la búsqueda del rechazo. Ustedes encuentran la calle de la vida por la que transitan, repleta de chinches y minas de tierra, así que escaparán de ella de una u otra forma.
Harán cualquier cosa para escapar del yugo de la vida. Comerán, beberán y estarán eufóricos en un intento por escapar de la vida. Amados, de lo que realmente quieren huir es de su actual percepción de la vida. Su actual percepción pareciera demandar un sufrimiento del cual escapar.
El sufrimiento es sólo un aspecto de la vida del mundo que ustedes ven. Ustedes temen enormemente el sufrimiento. A pesar de lo que han pensado, visto y sentido, ustedes no tienen que experimentar el sufrimiento. Pueden incluso sufrir, amados, sin sufrir. ¿Me seguirán en el camino en que les quiero poner?
Cuando pierden su juguete favorito, no tienen que sufrir. Cuando pierden su fortuna económica, no tienen que sufrir.
Incluso la pérdida percibida (la pérdida sólo puede ser percibida) de un ser amado, no tiene que hacerles sufrir. La pérdida percibida y el sufrimiento no tienen por qué ir de la mano. Ustedes pueden sentir la pérdida y no sufrir, porque la pérdida no es verdadera. Los tesoros del mundo relativo son tesoros del mundo relativo. Por definición, el mundo relativo es temporal.
No porten oportunidades para sufrir como si fueran sus credenciales. Tiren las credenciales. No existe mérito en el sufrimiento. El sufrimiento no es noble. Es innoble.
Ya es hora de cambiar completamente el punto en que se apoya su manera de pensar.
No hay necesidad de buscar otra panacea o actividad en la cual desahogar sus penas. No tengan penas, no tengan arrepentimientos, no tengan ninguna de esas sanciones autoimpuestas. Parecen castigarse a sí mismos por ser seres humanos dentro de un cuerpo. Lamentan ser seres humanos, y parecen olvidar que son irrevocablemente Seres Divinos.
Permitan al Ser Divino ser la fuente de la juventud de la cual beben. Apliquen su divinidad generosamente cada mañana y tarde. Repítanlo varias veces al día.
Se han preguntado tantas veces: "¿Qué hay de malo conmigo?" Ahora, pregúntense "¿Qué hay de bueno en mí?" Pregunten y respondan. Beban de esta poción y dejen las drogas.
No hay nada en la vida que esté mal en ustedes, excepto que ustedes ven el hecho de ser un ser humano como un obstáculo para la vida feliz.
Detengan las iniciativas que tienen en la vida. No se aferren al pasado, El sufrimiento es del pasado, o tal vez, del futuro. Es prestar mucha atención a aquello que no merece atención alguna. No hay retribución en pensar en aquello que les hace sentir cansados.
Dediquen la vida a otras cosas. Acepten que ustedes son Seres Divinos. Aún cuando les molesten los aspectos relativos de su vida humana, acepten que ustedes son Seres Divinos.

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